Y, entre tanto, apoyando la cultura
Las pequeñas agencias, sellos y teatros privados no tenemos músculo para soportar una crisis así, escribe la autora, una de las impulsoras del evento Cuarentena Fest
No fui exactamente consciente de todo lo que iba a pasar hasta el momento en el que cerramos el teatro, el Pavón Kamikaze, uno de los lugares en los que trabajo. Antes de eso, a mi cabeza llegó incluso la idea perturbada de que no venían mal unas vacaciones. La información era tan cuarteada que no me daba tiempo a racionalizar cómo debía sentirme. Tarde en darme cuenta de lo grave de la situación y lo necesario de atrincherarse en casa. Pasé del “esto va a ser solo unos días” al “¿de qué vamos a vivir?”. Ahora solo me pregunto por qué no se tomó la decisión antes.
Entonces me puse a pensar en otro de mis curros, el de cantante de Las Chillers y Monterrosa, y llamé a promotores y agencias para ver qué iba a pasar con los conciertos programados. Era imposible que nos cancelaran todos: tanto ellos como nosotros sabíamos que si eso ocurría, muchas bandas y agencias nos quedaríamos por el camino. Los que nos auto gestionamos, los que no tenemos una discográfica detrás, los que somos del infraunderground sudando lágrimas, sin ingresar apenas nada en todo el año, habiendo tocado por cachés muy inferiores a los gastos, incluso sin haber cobrado, nos veríamos obligados a tener que anular nuestros planes.
Empezaron a cancelar más conciertos y festivales. Una pena muy grande me invadió. Varios shows valorados en miles de euros, dinero adelantado de una subvención, vuelos, técnicos, equipo, músicos. Nos veríamos de nuevo teniendo que tirar de nuestro dinero personal, es decir, ninguno.
Las pequeñas agencias, sellos y teatros privados no tenemos músculo para soportar una crisis así. Pero nos define nuestra capacidad para hacer llegar la cultura a lugares donde se necesitan. Nuestra labor es intentar que la vida sea un poquito menos dura, aunque a veces esto parezca misión imposible. De esta pulsión nació el Cuarentena Fest, un festival de música en streaming donde los artistas interpretan sus canciones desde su habitación para que llegue a todos los rincones del planeta. La acogida ha sido brutal. Hemos abierto una cuenta de Paypal para que cualquiera pueda hacer donaciones de forma anónima a todas las bandas que han tenido que cancelar los conciertos.
Sabemos que no vamos a poder cambiar la situación, que vienen tiempos difíciles, que no tenemos nada claro cuál será nuestro futuro laboral, si es que lo hay, como artistas y como trabajadores de la industria, pero lo más importante ahora es la sororidad con quienes nos necesitan. Confío y hago un llamamiento para que, cuando todo termine, se consuma cultura. Se compren discos, canciones, entradas para teatros, cines y museos. Que se apoye la cultura, esa que nos hace crecer, aprender, ser mejores y más críticos para con el mundo en el que vivimos.
Rocío Saiz, (Madrid, 1991), es booking en Ground Control management (gestión de contratos)y cantante de Las Chillers y Monterrosa. Esta tribuna pertenece a la serie La Experiencia Personal, que EL PAÍS Madrid publica a diario durante la cuarentena por coronavirus. Puedes leer aquí la experiencia personal de Celia Blanco (Funeral Malasañero), Esther Arroyo (“Liberar espacio: a mi abuela de 93 años la sacan de paliativos”), de Miguel del Arco (¿Cómo estar tranquilo cuando sabes que tienes una plantilla?), de Mariah Oliver (“Dos meses sin cobrar el sueldo”), de Victoria Torres (La tribu se pone en marcha) , de Juan José Mateo (Ojo, que tiene 38º) o de la Doctora María Sainz Martín (Ponerse al día).
Información sobre el coronavirus
- Aquí puedes seguir la última hora sobre la evolución del coronavirus.
- Medidas clave del estado de alarma.
- El mapa del coronavirus: así crecen los casos día a día y país por país
- Guía de actuación ante el coronavirus
- Todas las medidas contra el coronavirus en Madrid
- En caso de tener síntomas, la Comunidad de Madrid recomienda evitar acudir al centro de salud salvo casos de extrema necesidad y utilizar el teléfono 900 102 112
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.