Feijóo abraza ahora la reforma laboral que el PP estuvo a punto de tumbar: “Es sustancialmente buena”

La reforma laboral que el Gobierno pactó con sindicatos y patronal en diciembre de 2021 —y logró aprobar en el Congreso en febrero de 2022— es “sustancialmente buena” para el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. “Dentro de mis propuestas, modificar la reforma laboral no está”, ha afirmado con claridad en Bruselas este jueves el candidato del PP, cuando se le ha preguntado en rueda de prensa si derogará esa ley en caso de llegar a La Moncloa tras las elecciones del 23-J. La norma salió adelante en febrero del año pasado con la oposición frontal del PP y en una votación tan ajustada que fue el error del diputado popular Alberto Casero lo que salvó por la mínima el proyecto del Gobierno. Año y medio después, el PP abraza la ley: Feijóo ha dicho que únicamente está abierto a algún “ajuste” si se lo piden los agentes sociales y algunos sectores “como el de la automoción”, pero nada de echarla abajo. “Esa reforma laboral pactada [entre sindicatos y patronal] yo la voy a respetar”, ha dicho el líder popular.

Uno de los capítulos más agónicos vividos por el Gobierno de coalición PSOE-Unión Podemos en el Congreso fue la convalidación de la reforma laboral en 2022. En los meses previos, y durante largo tiempo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tejió el pacto entre la patronal y los sindicatos e, incluso, dentro del propio Gobierno. El apoyo de la CEOE no fue suficiente para el PP, entonces liderado por Pablo Casado, que sumó sus votos a los de Vox, Bildu, PNV, ERC, Junts y los de los dos diputados tránsfugas de UPN —que rompieron la disciplina de voto de su partido y hoy integran las filas populares— para tratar de tumbar la reforma laboral. Si el PP no logró su propósito fue precisamente por el error de un diputado popular, Alberto Casero, que se equivocó y votó telemáticamente “sí” cuando tenía que votar “no”. Ahora es el propio partido el que respalda la ley.

El líder del PP se ha comprometido a que, si llega a La Moncloa, hablará de la reforma laboral con los agentes sociales: “Si hay que hacer algunos ajustes se harán, pero el tronco de la reforma laboral se mantendrá [...] Y si los sindicatos y la patronal entienden que la reforma debe mantenerse intacta, no formará parte de mis prioridades modificarla”, ha insistido. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ya se pronunció hace mes y medio sobre la postura que mantiene la patronal: “Lo firmado, firmado está”, dijo en referencia a la reforma laboral. “Los pactos son para que sean estables en el tiempo, que es lo que da la perspectiva de futuro. Lo defenderemos hasta el final”, afirmó Garamendi en el acto de conmemoración del 45º aniversario de CincoDías.

Durante su rueda de prensa en Bruselas, donde ha acudido al habitual encuentro del Partido Popular Europeo previo al Consejo Europeo, Feijóo sí que ha recurrido a un argumento que entonces esgrimía el Gobierno para pedir el apoyo a la reforma y que el PP, sin embargo, rechazó reiteradamente: “Esa reforma laboral es el producto del acuerdo”, ha destacado.

Para que a ese pacto se sumara la patronal, la reforma de 2022 mantuvo elementos importantes de la legislación aprobada por el PP en 2012: la posibilidad de modificaciones unilaterales en las condiciones laborales para aquellos contratos que mejoran lo que contemplan los convenios colectivos, las causas para justificar los despidos o la indemnización general de 33 días por año trabajado en caso de una rescisión improcedente.

En cambio, sí hubo otros aspectos que supusieron un cambio considerable respecto a la legislación laboral anterior: sobre todo en la negociación colectiva o la contratación. Precisamente este último punto ha sido determinante en la caída de la temporalidad en el sector privado, lo que se está logrando sin que el ritmo de creación de empleo se resienta. En junio, la Seguridad Social contaba 20,8 millones de afiliados, la cifra más alta de la historia; solo en un año, la cifra había crecido en cerca de 600.000 nuevos cotizantes con empleo.

Feijóo presentó el pasado lunes las líneas de su programa económico para el 23-J, un documento que hasta entonces se guardaba como oro en paño. Entre sus promesas no hay ninguna alusión a la reforma laboral aprobada por el Gobierno de coalición. El líder de la oposición ya había avanzado en diversas entrevistas e intervenciones que no derogaría la norma, pero hasta este jueves no se había mostrado tan tajante sobre su visión favorable de la ley. En el seno del Partido Popular consideran que la reforma laboral es “sustancialmente” similar a la ley aprobada por Rajoy. Pero eso no impidió que el PP votase en contra el año pasado. Explican, sobre aquel posicionamiento, que había cuestiones con las que no estaban de acuerdo como la de “los fijos discontinuos”, y que de ahí su oposición frontal. Tampoco ha habido ningún debate concreto sobre la reforma a la hora de elaborar el programar del 23-J, añaden otras fuentes del partido.

Feijóo sí subrayó el lunes que su objetivo es superar los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social al acabar la legislatura. Para conseguirlo, considera necesario garantizar “la seguridad jurídica” y recuperar “los cimientos básicos de la credibilidad como país”, gobernando “de manera responsable, rigurosa y transparente”. El líder del PP no mencionó entonces, en una intervención sin preguntas, si el marco de la reforma laboral es el propicio para esa promesa de los 22 millones de ocupados. A la vista de las declaraciones de hoy, esos hipotéticos nuevos afiliados lo harán bajo la misma normativa laboral que tanto rechazó su partido.