El problema de los malos resultados de los alumnos catalanes: “Hay maestros que han huido de las matemáticas y acaban enseñándolas”
El último informe TIMSS revela que el 42% de estudiantes de cuarto de primaria no supera la prueba de esta materia
Cataluña ha recibido un nuevo jarro de agua fría por los resultados en matemáticas de sus alumnos. El informe internacional TIMSS, que viene a ser un PISA especializado en matemáticas y ciencias, revela datos preocupantes: una nueva caída del rendimiento de los alumnos en ambas materias, que el 42% no superan la prueba de matemáticas y que Cataluña se sitúa en el vagón de cola del Estado. Lo más alarmante es que esto no es nuevo, y los resultados siguen la senda marcada por las pruebas de competencias básicas de la Generalitat, el informe PISA o el suspenso de esta materia en Selectividad (algo nada habitual) el pasado junio. Los expertos apuntan como causas principales la falta de profesores especialistas, la forma de enseñar (menos memorística) y la caída del peso de la asignatura desde primaria.
El estudio TIMSS, impulsado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, por sus siglas en inglés) y presentado el 4 de diciembre, se realiza cada cuatro años. En la edición de 2023 han participado 59 países. En Cataluña, la prueba la completaron 980 alumnos de 4º de primaria de 49 escuelas en marzo de 2022.
Los alumnos catalanes obtienen en matemáticas una puntuación de 489, la tercera por la cola del conjunto de comunidades, y por debajo de la media de España (498), de la Unión Europea (514) y de los países de la OCDE (525). Por comunidades, la lista la encabeza Castilla y León (522), Asturias (520) y Madrid (519). El informe también revela que el 42% de alumnos catalanes tiene un rendimiento bajo o muy bajo (lo que correspondería a un suspenso), mientras que el 20% logra un rendimiento alto.
En ciencias, los alumnos catalanes suben un peldaño (se colocan cuartos por la cola) y logran 502 puntos, casi igual que la media española (504), pero por debajo de la europea (513) y la de los países de la OCDE (526). Aquí también hay un 34% de alumnos que suspende, pero un 26% está en el nivel alto.
Si se mira el histórico de resultados, las puntuaciones no han dejado de bajar en las tres ediciones en que ha participado Cataluña: 499 puntos en 2015, 494 en 2019 y 489 ahora. En ciencias, la caída es similar: de 511 a 504 y 502, respectivamente.
Tras conocer el informe, el Departamento de Educación aseguró el miércoles en un comunicado que los resultados confirman la “inquietud del departamento para mejorar” y que confía en hacerlo con las medidas que se han puesto en marcha, aunque “los cambios necesitan tiempo”. Una de estas iniciativas, anunciadas el curso pasado, es la puesta en marcha del programa Florence, que consiste en dar formación a los profesores y enviar material didáctico para mejorar la forma de enseñar las matemáticas. El plan, con tres años de duración y un presupuesto de 2,5 millones, está destinado a 200 centros (120 escuelas y 80 institutos) y arrancará en enero.
No aprender las tablas de multiplicar es un error, después el alumno tendrá problemas para dividir
¿Qué explica los continuos malos resultados? Las voces consultadas coinciden en que hay múltiples causas, desde la diferencia entre la forma de enseñar y de evaluar hasta la reducción de horas de esa materia en ESO y bachillerato. “Hemos pasado de una enseñanza más memorística y mecánica, a decir que no hace falta memorizar nada. Se está dando un peso muy grande a la didáctica por encima de los contenidos, pero hay cosas que hay que saberlas. Las matemáticas cuesta entenderlas y a veces las cosas no hay que entenderlas a la primera, pero sí saberlas hacer. No aprender de memoria las tablas de multiplicar es un error porque el alumno tendrá problemas para dividir o para hacer las fracciones. Cuando los alumnos llegan a 1º de ESO para hacer una simple división te llenan media página, y les tienes que enseñar a dividir”, abunda Albert Granados, profesor de mates de secundaria y miembro de la Sociedad Catalana de Matemáticas.
Pero los expertos ponen el foco principalmente en la formación del profesorado. Y es que la mayoría de docentes de secundaria de esta materia no son matemáticos. De hecho, solo uno de cada tres (31%) lo son, según datos de Educación. Esto se debe a que las dificultades para encontrar estos especialistas (muchos prefieren el sector privado) llevó al Departamento a permitir que otros perfiles (ingenieros o licenciados en grados tecnológicos) impartieran la materia, además de dejar de exigir temporalmente el máster de profesor de secundaria. “Esto permite la entrada de personas sin conocimientos adecuados en la materia ni en didáctica. Se están enseñando las matemáticas a cualquier precio, y eso se paga”, incide Albert Mallart, coordinador del máster interuniversitario de formación del profesorado de secundaria, en la especialidad de matemáticas.
En la misma línea se pronuncia Carme Vicens, presidenta de la Federación de Entidades para la Enseñanza de las Matemáticas en Cataluña (FEEMCAT), que también pone el foco en la primaria, donde hace años que desapareció el maestro especialista en matemáticas. “En Magisterio se dan muy pocas horas de matemáticas y los alumnos pueden haber accedido a la universidad sin haber hecho matemáticas en bachillerato. Hay maestros que han huido de las matemáticas y acaban enseñándolas, y eso dificulta que puedan transmitir pasión o que las puedan enseñar bien”.
Se están enseñando las matemáticas a cualquier precio, y eso se paga
La Asociación de Barcelona para el Estudio y Aprendizaje de las Matemáticas (ABEAM) prefiere centrarse en posibles soluciones. Y apuesta por “una matemática más manipulativa, competencial y que despierte el interés del alumno”, apunta Carles Granell, miembro de la entidad y maestro de primaria. También incide en la mejora de la formación del profesorado: “Es importante la formación en matemática, pero también la didáctica, y aquellos que no la tienen deberían poder hacerla después”, añade.
La Fundación Bofill pone el foco en la inequidad y pide mejorar la atención a los alumnos con más dificultades para reducir la cifra de 42% que no superan las pruebas, trabajando en grupos más pequeños y dando más recursos y formación a los centros con mayor diversidad.
Los expertos consultados también coinciden en que es necesario ser más exigente a la hora de seleccionar el profesorado, aumentar las horas lectivas de esta asignatura o ser cuidadoso con los cambios pedagógicos que se realizan. “La buena noticia es que ahora se están moviendo cosas y hay muchas iniciativas. Hay voluntad para cambiar cosas, pero necesita tiempo”, remata la presidenta de FEEMCAT.
Nueva carrera para profesores de matemáticas
Para revertir la falta de profesores especialistas, los expertos proponen aumentar las plazas del grado de Matemáticas o del máster de secundaria como medidas más ágiles. En noviembre, Educación también anunció que habilitaría un nuevo posgrado para los profesores de matemáticas de secundaria que no estén graduados en esta materia “para que puedan consolidar conocimientos y habilidades matemáticas y didácticas”. El posgrado ofrecerá 100 plazas, repartidas entre las universidades Politécnica, de Girona, Lleida y Tarragona. Y para los maestros de primaria se ofrecerá un diploma, impartido por la UAB, para que puedan mejorar la enseñanza de las matemáticas. Ambos estudios se pondrán en marcha en verano de 2025.
A medio y largo plazo, la voluntad es crear un nuevo título universitario de matemáticas, pero enfocado en la docencia y en secundaria. Tres universidades (UB, UAB y UPC) impulsan la nueva titulación, según avanzó La Vanguardia, aunque todavía se encuentra en fase muy embrionaria y no se espera que vea la luz antes de tres años debido a los trámites burocráticos que debe superar.
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