Cataluña fía la mejora del sistema educativo en el fomento de la oralidad y más horas de matemáticas

El Departamento de Educación ha concretado este miércoles los detalles de sus planes de mejora de la comprensión lectora y de las matemáticas, dos de los proyectos estrella del sector, teniendo en cuenta que deben ser la pieza clave para remontar los malos resultados de los alumnos catalanes. El primero consta básicamente de la creación de una red de escuelas para compartir buenas experiencias en la mejora de la lectura, mientras el segundo incluye un kit de materiales didácticos y la posibilidad de aumentar las horas de matemáticas semanales.

Hace meses, las alarmas saltaron en la Vía Augusta de Barcelona (sede del Departamento de Educación) después de que las evaluaciones anuales que impulsa la Generalitat -las pruebas de competencias- revelaran un hundimiento histórico de estos dos ámbitos clave. La caída fue refrendada por exámenes internacionales posteriores como el PIRLS sobre compresión lectora o las pruebas PISA. Entonces, el departamento ya anunció un plan específico de refuerzo de la lectura y las matemáticas para los centros con peores resultados, y fue también una de las medidas propuestas por el comité de expertos creado para buscar soluciones a los problemas educativos.

Coincidiendo con la última reunión del Govern antes de las elecciones, Educación se ha apresurado para detallar estos planes que había prometido para el próximo curso. En cuanto al ámbito de las matemáticas, Educación tiene previsto enviar unas maletas educativas -de unos 600 euros cada una- con materiales para enseñar esta materia de forma pragmática y manipulativa. El kit se enviará a los 200 centros -120 escuelas y 80 institutos- que participarán en el plan durante tres años a partir de septiembre. Estos centros, además, podrán decidir aumentar las horas de matemáticas que imparten semanalmente en 4º y 5º de primaria, así como en los dos primeros cursos de la ESO, a través de las horas de gestión autónoma que tienen.

Para guiar a estos centros, habrá unos 12 profesores referentes, que harán una diagnosis de la situación en esa escuela, propondrá formación a los docentes y dará soporte en el aula. Pero como el número de estos referentes es reducido, está previsto que visite cada centro asignado una vez cada dos o tres semanas. Paralelamente, Educación seguirá ofreciendo a los profesores formación en formas de enseñar las matemáticas y elaborará unas guías con los fundamentos básicos de la materia.

Educación ha explicado que en junio se abrirá la convocatoria para que los centros que lo deseen que inscriban en el plan. En julio se seleccionarán los 200 participantes, en octubre se hará la formación y en enero se empezará a aplicar las medidas.

En cuanto al plan de mejora de lectura, aquí son unos 250 centros los que participarán de forma voluntaria y que el departamento seleccionará según varios criterios (resultados académicos, si el 80% del claustro está a favor de su aplicación o de si tiene biblioteca escolar).

Aquí, la idea es dar estrategias y propuestas de actividades para mejorar el hábito lector y la comprensión lectora, “con propuestas que se han demostrado que funcionan”, detallan desde el departamento. El plan está diseñado para que dure dos años: en el primero se trabajará para mejorar la fluidez, el léxico o la comprensión lectora, mientras el segundo se centrará en fomentar la oralidad (a través del diálogo y la conversación) y las orientaciones literarias potenciar el amor por la lectura.

Los centros participantes se organizarán en red para compartir experiencias docentes y recursos y a lo largo del curso se llevarán a cabo cuatro reuniones de seminario con los jefes de estudio y los coordinadores pedagógicos. Está previsto que en mayo se constituya la red para que pueda iniciar los trabajos en octubre.

Paralelamente, se ha preparado una campaña por televisión para fomentar el hábito de la lectura en el hogar y explicar a los padres la importancia de que también dé ejemplo en casa.

Educación ha admitido que el plan se centra en este número de centros “por los recursos humanos que se pueden dedicar”. Con todo, el departamento espera que el impacto positivo que puedan tener estos planes se empiecen a ver en dos o tres años.

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