El consejero catalán de Interior, Joan Ignasi Elena: “Junts intenta frenar a la extrema derecha colocando en el centro su discurso”

El consejero del Interior catalán, Joan Ignasi Elena (ERC), está en el centro de la polémica, y no por una actuación policial dudosa. Junts ha puesto en la diana al Govern de Pere Aragonès después de vincular inmigración y delincuencia y reclamar las competencias de la gestión migratoria al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Elena (Barcelona, 1968) es categórico: “No hay relación entre delincuencia y origen”. Apoyándose en datos judiciales, y evitando en todo momento los policiales, insiste en que la izquierda debe rearmarse y combatir los discursos “propios de la extrema derecha”.

Pregunta. ¿La Generalitat, como Junts, quiere las competencias para poder expulsar inmigrantes multirreincidentes?

Respuesta. La Generalitat quiere todas las competencias para ejercer con vocación de Estado nuestras competencias y, por lo tanto, también las de las políticas de inmigración. Es muy bueno hablar de seguridad, de inmigración, de educación, de salud, pero considero que mezclarlo es contraproducente ideológicamente y, además, es falso. Este discurso se debe combatir.

P. ¿Hay relación entre inmigración y delincuencia?

R. Entre los ciudadanos y la delincuencia hay relación, pero entre la delincuencia y el origen no. Creo que son falacias que se deben combatir con datos. Uno de los problemas de la izquierda es que ha renunciado demasiadas veces al combate ideológico. Creo que cuando la extrema derecha da dos pasos, hay que ponerse de cara y dar dos pasos adelante. Es falsa la relación que se establece entre la inmigración y la delincuencia y la inseguridad. Los datos son el testimonio, el 0,2% de los inmigrantes son población penitenciaria en Cataluña. Yo cuando hablo de inmigración quiero hablar del 99,8% de ciudadanos que vienen de otros países. De este 0,2%, reincide un 20%. En los que han nacido aquí, también un 20%. Estamos en las mismas cifras. Hace 10 años era un 30% de los reincidentes y en Francia es el 40%. Como país, las cosas no se están haciendo tan mal.

P. Usted habla de datos judiciales, los datos policiales dibujan otro panorama. Los policías relacionan delincuencia e inmigración. ¿Algunos agentes alimentan el discurso racista?

R. En Cataluña hay 1,3 millones de inmigrantes, de los cuales el 50% cotiza, trabaja, y un 1% cobra la pensión de jubilación en España. Lo que vienen a hacer los inmigrantes a Cataluña y a España es trabajar. Nosotros como policía tratamos y perseguimos la delincuencia, no el origen de los delincuentes. Quiero insistir en esta falacia. Cataluña en los últimos años ha incrementado su población activa de forma exponencial: hay 3,7 millones de catalanes que trabajan. Hace 10 años trabajaban 600.000 personas menos. Con la natalidad que hay, ¿quién está garantizando este crecimiento económico? El conjunto de trabajadores, entre los cuales está la gente inmigrada. Hemos de hablar de inmigración, pero no en los términos que habla la extrema derecha.

P. ¿Junts usa postulados de la extrema derecha?

R. No. Lo que ha hecho Junts es un error político, intentar parar una eventual pérdida de votos en favor de la Aliança Catalana, el partido de la señora [Silvia] Orriols, con la lógica que plantean los adversarios. Se intenta frenar a la extrema derecha colocando su discurso en el centro político. Creo que Junts no es un partido xenófobo, pero intenta combatirlo disparándose en el pie.

P. Jordi Turull dijo que atacarán la migración multirreincidente “lleven 15 días u 8 generaciones” en Cataluña. ¿Cuántas generaciones se necesitan para ser considerado catalán?

R. Es un planteamiento equivocado. Para mí, catalán es todo el que está aquí.

P. ¿Tanto miedo dan los resultados electorales de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, y su partido Aliança Catalana?

R. A mí no me da miedo. Soy de izquierdas y combato su discurso, que es falso y perverso.

P. ¿Ha sido una emboscada la petición de Junts de las competencias de inmigración al Gobierno de Pedro Sánchez sin que lo supiera ERC?

R. Hay una cierta nebulosa respecto a lo que se ha negociado, tienen que explicarlo. Las competencias se tienen que negociar con letra pequeña y con acuerdos concretos.

P. ¿Los Mossos tienen la capacidad para asumir una competencia como extranjería?

R. Por descontado. Estamos en crecimiento y llegaremos a 22.000 agentes. Y naturalmente las queremos con recursos.

P. Algunos sindicatos policiales y la extrema derecha le acusan de no hablar abiertamente de que los inmigrantes son un 16% de la población y un 60% de los detenidos.

R. Yo rechazo de lleno las acusaciones de la extrema derecha respecto a la inmigración porque son una falsedad. Si tenemos 1,3 millones de inmigrantes y la mitad está trabajando y son solo 0,2% de población penitenciaria y cuando salen solo reincide un 20%, no podemos afirmar que el problema de la inseguridad es la inmigración. El problema de la inseguridad en Cataluña son muchos; uno muy grave se llama reincidencia y la mala regulación del tipo penal de la reincidencia.

P. ¿Cuál es el perfil del multirreincidente?

R. Depende de la zona, de la época y el tipo de delito. El retrato robot es un señor que comete muchos delitos, es detenido muchas veces por los Mossos y no entra en la prisión. Recomiendo un cambio legislativo que deje de forma más clara los motivos para ingresar a prisión por multirreincidencia y una agilización en los juicios.

P. Es un debate enquistado, ha habido reformas legales y no se consigue. ¿Qué propone en concreto?

R. Que la acumulación de determinados delitos genere penas que comporten el ingreso en prisión. En Barcelona hay gente que es detenida 50 veces en un año y acumula más de 100 antecedentes policiales. Esto no puede ser. Se tiene que modificar y me da igual de donde sea esta persona.

P. ¿Ha aumentado la xenofobia en Cataluña?

R. Han aumentado los mensajes de la extrema derecha. Pasa en el contexto europeo. La alternativa es el rearme ideológico de la izquierda en su discurso y la valentía política para decir que la seguridad es más igualdad, más justicia social y también más policía, una policía cercana y más tecnificada.

P. Pero la realidad es que la ciudadanía tiene una serie de inquietudes, también con la inmigración.

R. La alternativa es más seguridad, pedagogía, decir las cosas por su nombre. Eso significa decir que lo que dice la señora Silvia Orriols es mentira, que el problema de la seguridad no es la inmigración, sino que son muchos, y que la inmigración ha traído muchas cosas positivas. Que la seguridad es un servicio público esencial, una prioridad nacional, no nos tiene que dar miedo decir que en el país faltan más policías… Hablar, pero no en el marco mental de los que se limitan a decir que la inmigración es un problema para poner a una parte de la población contra la otra.

P. ¿El regreso de Carles Puigdemont le preocupa? ¿Tiene diseñada como consejero de Interior la vuelta?

R. Cuando vuelva, sentiré satisfacción porque habrá acabado el exilio. Si hemos gestionado cumbres internacionales y la Copa de América, tenemos capacidad para gestionar su vuelta, solo faltaría. Lo relevante será que dejará de ser exiliado.

P. Hace 10 años que se dio de baja del PSC por la consulta soberanista, ¿estaría en un Gobierno que planteara un referéndum no pactado y una declaración unilateral de independencia?

R. No estamos en este escenario, no me lo puedo plantear, no es el camino que tiene fijado la mayoría del independentismo. Lo que estoy seguro es que veremos un referéndum y que saldrá que sí.

P. ¿Quién será el enemigo de ERC en las próximas autonómicas?

R. Nuestro adversario electoral es el PSC, no Junts.

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