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El portavoz parlamentario de Feijóo incendia las reuniones del Congreso

Miguel Tellado lleva su actitud agresiva hasta a los debates internos y exaspera a los demás grupos

Miguel Tellado (derecha) y Alberto Núñez Feijóo, el pasado día 10 en el Senado.
Miguel Tellado (derecha) y Alberto Núñez Feijóo, el pasado día 10 en el Senado.Mariscal (EFE)

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, un veterano tras 20 años en la casa y varios premios de los periodistas parlamentarios por su habilidad y talante, aparece en un pasillo de la Cámara baja con aspecto agobiado y molesto. Farfulla unas quejas y no se detiene. Es martes de mediados de enero y viene de la reunión semanal de la Junta de Portavoces, el órgano en el que, junto a la Mesa, se toman las decisiones sobre organización y calendario. Esteban acaba de dejar la reunión antes de tiempo, harto de las largas intervenciones del nuevo portavoz del PP, Miguel Tellado. Ya es la segunda semana consecutiva que lo hace. El tono de Tellado, las descalificaciones a sus oponentes en reuniones con un cariz en teoría más técnico que político, no solo han acabado con la paciencia de Esteban. Todos los demás grupos parlamentarios, a excepción de Vox, se confiesan exasperados por la actitud del fiel colaborador de Alberto Núñez Feijóo.

En la Junta de Portavoces del Congreso se fijan las comparecencias de los miembros del Gobierno y se agendan los asuntos a debatir en los plenos y comisiones, después de que la Mesa haya supervisado y admitido las iniciativas. Lo normal era que cada portavoz se manifestase brevemente y no durasen mucho más de media hora. Hasta que a finales de noviembre llegó Tellado para sustituir a Cuca Gamarra como portavoz del PP. Desde entonces se han producido quejas y choques por la actitud, el tono y la duración de las exposiciones de Tellado, como ha ratificado EL PAÍS con representantes de los partidos presentes. El propio portavoz socialista, Patxi López, sin entrar en más detalles, ha llegado a confesar públicamente: “Echamos de menos a Cuca Gamarra”.

Tellado, según versiones coincidentes de los demás grupos, se dedica a pronunciar lo que califican como “mítines” de hasta 15 minutos. En un foro a puerta cerrada, sin público ni periodistas, el portavoz del PP esgrime sus argumentarios políticos para arremeter contra el Gobierno y sus socios en un tono que todas las fuentes describen como muy agresivo y sobre asuntos que ni siquiera figuran en el orden del día. Los portavoces de los demás grupos se declaran perplejos y aseguran que nunca había sucedido nada igual: emplear en una reunión interna los mismos discursos y ataques políticos que se utilizan para el combate público.

Presentes en esas reuniones describen actitudes como cuando Tellado descalificó a la portavoz de Sumar, Marta Lois, diciéndole que “ya su partido la va a dispensar dentro de poco”. Tanta es la irritación que ha sembrado que en una reunión reciente la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, planteó si no sería necesario tasar los tiempos de intervención al igual que en los debates públicos. Algunos de los portavoces consultados aseguran que han advertido muestras de incomodidad en otros miembros del PP presentes en las reuniones ante la actitud tan beligerante de su portavoz.

Todos los contactados por EL PAÍS resaltan que los peores ataques de Tellado se los lleva la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, una de las dianas preferidas del PP en su estrategia de socavar la legitimidad de una Cámara donde se encuentra en minoría. Tellado, según varios de los presentes, descalifica habitualmente como “chapuzas” y en tono despectivo actuaciones de Armengol, sean estas la decisión de introducir traductores y pinganillos para el uso de las lenguas cooficiales en plenos y comisiones, los problemas para ejecutar los contratos que lo permitan, la elección de una persona de su confianza como letrado mayor de las Cortes o el traslado al Senado de algunos debates por obras en el hemiciclo.

En público, el portavoz del PP ha tachado a la presidenta de “ministra 23 del Gobierno” de Pedro Sánchez y de “árbitro comprado”. La ha acusado de ocultar durante días un informe de los letrados de la Comisión de Justicia que plantea dudas sobre la constitucionalidad de la proposición de ley de amnistía. La propia letrada que suscribió ese documento aclaró ante la comisión que esa acusación era falsa. Tellado compareció ante la prensa tras esa rectificación, aunque para endurecer sus arremetidas contra Armengol. Es más, quiso plantear el tema en una Junta de Portavoces convocada el jueves sin la presencia de Armengol, de baja por enfermedad, hasta que el vicepresidente primero, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, se lo impidió alegando que el asunto no figuraba en el orden del día.

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La presidenta ha declinado hacer comentarios sobre lo que sucede en las reuniones internas de la Cámara. Fuentes parlamentarias indicaron que hace semanas Armengol pidió a Tellado mantener un encuentro personal, sin respuesta hasta ahora.

Fuentes del PP manifiestan que los demás grupos intentan acallarlo y esgrimen como ejemplos la actuación de Gómez de Celis en la última Junta de Portavoces o la sugerencia de la portavoz de EH Bildu de tasar los tiempos de intervención. “El PP no va a dejar de denunciar en todas las instituciones donde tenga representación, especialmente en el Congreso de los Diputados, las cesiones de Pedro Sánchez al independentismo, como es el caso de la ley de amnistía”, responden las mismas fuentes al ser interpeladas por las quejas sobre el comportamiento de su portavoz. Tellado, añaden, “seguirá pidiendo cumplidas explicaciones cada vez que la presidenta siga retorciendo o manipulando el Reglamento de la Cámara para remar a favor del Gobierno y someter al Congreso a los dictados del presidente”.

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