Feijóo se lanza a deslegitimar el Congreso y centra en el Senado que controla por mayoría absoluta su ofensiva contra el Gobierno

“¿Es verdad que la soberanía nacional ya no reside en las Cortes? Pues durante lo que llevamos de legislatura, yo tengo que ser sincero: no”, dijo este miércoles Alberto Núñez Feijóo en EsRadio. El líder del PP reconoció que ese tipo de afirmaciones “supone restarle legitimidad al Congreso”, pero se defendió diciendo que “al Congreso, es el Gobierno el que le ha restado legitimidad”. “Porque en el Congreso da igual lo que digamos. Si es que se reúnen [el PSOE y sus socios parlamentarios] fuera del Congreso durante la sesión plenaria...”, argumentó. Un día después, este jueves, el líder del PP insistió en cuestionar a la Cámara Baja. “Estamos empezando a ver que se parece más al Parlament [de Cataluña], en el que las normas de funcionamiento interna se socavaron en favor del independentismo”, dijo tras quejarse de que no se detenga la tramitación de la ley de amnistía por el informe de los letrados de la Comisión de Justicia que manifiesta dudas de su constitucionalidad.

Por primera vez desde que es presidente del PP, Feijóo se ha lanzado a erosionar la legitimidad del Parlamento, en el que el PSOE y sus socios tienen mayoría absoluta. En paralelo a esta estrategia de cuestionamiento del Congreso, el PP trata de desplazar el foco político al Senado, la cámara que los populares controlan, donde van a acelerar su actividad para atosigar al Gobierno de Pedro Sánchez.

Feijóo comparó este jueves al Congreso de los Diputados con el Parlament de Cataluña en los tiempos del procés, tratando de establecer una equivalencia entre el informe de los letrados de la Comisión de Justicia sobre la ley de amnistía y los que firmaron los juristas de la Cámara catalana sobre las leyes de referéndum y desconexión en los tiempos del desafío independentista. Sin embargo, la diferencia es notoria. El informe de los juristas del Congreso excluye una contradicción “palmaria y evidente” de la ley de amnistía con la Constitución, pese a que manifieste dudas de su inconstitucionalidad, pero sobre todo no desaconseja su tramitación parlamentaria, a diferencia de lo que dijeron en 2017 los letrados del Parlament sobre las leyes del procés. “La admisión a trámite ha supuesto descartar que esta iniciativa entre en contradicción palmaria con la Constitución y posibilitar el debate parlamentario sobre la misma”, dicen los letrados de la Comisión de Justicia sobre la medida de gracia. En cambio, el informe de los juristas del Parlament advirtió en 2017 a la Mesa de la posible incursión de un delito si se aprobaban las leyes del referéndum y de transitoriedad.

Feijóo no entró en otro asunto que el PP ha utilizado para erosionar la imagen del Congreso, en el que sí ha insistido su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, la presunta ocultación del informe de los letrados de la comisión de Justicia, porque este tenía fecha del 10 de enero y se entregó a los grupos el día 16. Sin embargo, este mismo jueves la propia responsable del informe, Piedad García-Escudero, letrada de las Cortes desde 1981 y hermana del expresidente del Senado del PP Pío García-Escudero, desmintió esa acusación. La jurista intervino en la Comisión de Justicia para explicar que nadie había retenido nada y que su informe se había proporcionado a todos los ponentes de la comisión en el momento en que la reunión fue convocada, como se hace siempre.

El PP se ha lanzado a erosionar la imagen del Congreso, una Cámara en la que el PSOE y sus socios tienen la mayoría, en paralelo a su estrategia de desplazar el foco político al Senado, donde sí tiene el control. Feijóo ha anunciado esta semana que el PP va a utilizar su mayoría absoluta en la Cámara alta para forzar que a partir de ahora se celebren tres plenos mensuales en lugar de dos, en los que pretenden atosigar al Gobierno con comparecencias, iniciativas y debates que le sean incómodos. Los populares quieren que el Senado sea como “el dentista” para el Gobierno, ejemplifican fuentes de la cúpula, es decir, un lugar hostil y que haga de contrapeso político al Congreso, donde es la izquierda la que tiene el poder. En el plan de los populares está invitar a juristas contrarios a la amnistía a comparecer y crear comisiones de investigación sobre cuestiones que afecten al Gobierno. El PP ya utilizó su mayoría para reformar el Reglamento y retrasar dos meses la tramitación de la ley de amnistía.

Feijóo ha subido el pistón en el arranque del año, además, coincidiendo con la precampaña de las elecciones gallegas y ante la debilidad que reflejan las encuestas de su rival por la derecha, Vox, al que los populares quieren dar la estocada final. La cúpula popular considera que fue un acierto la estrategia de agitar la calle contra la amnistía porque dejó sin espacio a Vox. Se trata, por tanto, de seguir achicando el oxígeno al partido de extrema derecha, para lo que Feijóo endurece el discurso y, si hace falta, coquetea con la deslegitimación del Congreso de los Diputados.