La dirección de Junts prioriza la apuesta por controlar la inmigración: “Es indigno que nos acusen de xenófobos”

Junts per Catalunya apuesta por acelerar la concreción de su ideario sobre el control de la inmigración en Cataluña. La dirección del partido independentista se ha reunido este sábado en El Morell (Tarragona) y ha ratificado la necesidad de dar prioridad a las políticas que regularicen la situación de personas extranjeras que residen en Cataluña. La estrategia de la formación pasa por avanzar la organización de una “convención sobre inmigración” donde se desgranen las posiciones y medidas más cruciales que hay que fijar a corto plazo, para aprovechar el efecto en las dos próximas convocatorias electorales: las europeas de junio y las catalanas, previstas para febrero del año que viene. “Que nos acusen de xenófobos es algo indigno”, ha reprochado el secretario general de la formación, Jordi Turull. “El aumento de la ultraderecha es culpa de los partidos que rehúyen el debate”, ha subrayado.

Junts se hace fuerte en la necesidad de abordar de manera abierta el debate sobre el control de la inmigración en Cataluña y, durante su intervención, Turull ha destacado que está en juego “la convivencia y la cohesión social”. En las últimas semanas, Junts ha elevado el volumen de discurso sobre la regulación de la población extranjera que reside en Cataluña y algunos alcaldes incluso han relacionado públicamente la inmigración con la multirreincidencia delictiva. La puesta en escena de Junts ha suscitado críticas diversas. Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana, ha avisado que “abrazar discursos de extrema derecha pone en riesgo la cohesión”, y este sábado la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau ha reprochado a Junts haber entrado en “una deriva” hacia posiciones propias de Vox. “La derecha catalana está cayendo en la misma trampa que la española: la ultraderecha les marca la agenda”, ha manifestado Salvador Illa, primer secretario del PSC. La diputada de la CUP en el Parlament Laia Estrada ha señalado a Junts por enquistarse en un “discurso racista para arañar cuatro votos”.

“No nos van a acomplejar”, ha replicado Turull, en una excitada proclama que ha puesto en pie a los casi 300 asistentes que integraban el Consell Nacional de Junts. Ni tan siquiera cuando el mismo Turull había anunciado que “ahora si que se visualiza en el horizonte el regreso de Puigdemont” recibió una respuesta tan calurosa del auditorio.

La cita de este sábado suponía la primera convocatoria del Consell Nacional de Junts tras formalizarse el acuerdo con el PSOE por la investidura de Pedro Sánchez. La cita llegaba precedida de una semana convulsa en la dirección de Junts, por la tensión que generó la negociación con el Gobierno por la convalidación de los tres decretos ley (el de trabajo, el de medidas anticrisis y el ómnibus) que el miércoles se sometieron a votación del Congreso de los Diputados. Los posconvergentes habían avanzado su intención de no dar apoyo al Ejecutivo, pero a última hora optaron por un subterfugio: no participar en la votación para facilitarle al Gobierno la aprobación de dos de los tres decretos. A cambio, Junts exigió la “transferencia” a la Generalitat de las competencias sobre inmigración.

En los últimos tiempos, el desinflamiento del nervio independentista en Cataluña coincide con una escalada de los discursos sobre inseguridad ciudadana e inmigración, aspectos que en las municipales del pasado mayo apuntalaron el holgado triunfo de Xavier García Albiol (PP) en Badalona y propulsaron a la ultra Sílvia Orriols en Ripoll. “Cataluña tiene que tener una política nacional de inmigración, guste o no. Nos jugamos la nación”, ha proclamado Turull este sábado.

El Consell Nacional es el órgano de coordinación de la estrategia de Junts y se había convocado inicialmente para el 2 de diciembre. Tuvo que ser aplazado al coincidir aquel fin de semana con la cita en Ginebra (Suiza) del ideólogo de la formación, Carles Puigdemont, con el número 3 del PSOE, Santos Cerdán. La negociación en Suiza se saldó con el acuerdo para designar al salvadoreño Francisco Galindo como verificador de los acuerdos entre Junts y los socialistas.

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