Junts descarta la abstención y votará sí o no en la investidura

Junts per Catalunya ha marcado territorio en la negociación para la investidura de Pedro Sánchez y, este jueves, ha dejado claro que sus siete diputados votarán solo sí o no al candidato socialista en el debate del Congreso. La decisión de descartar una abstención, confirmada por fuentes de la formación fundada por Carles Puigdemont, llega después de que Coalición Canaria (CC) se abriera a votar al líder del PSOE y el valor del apoyo de Junts quedara diluido. El propio expresident catalán, por otro lado, ha cargado contra la designación del líder del PSC, Salvador Illa, como responsable de la carpeta catalana en el pacto de Gobierno: “No podrá ser nunca un interlocutor válido”, ha escrito en X.

“Coalición Canaria está en disposición de convertirlo [a Junts] en un actor secundario. Así, el voto afirmativo de Junts dejaría de ser relevante”, ha afirmado esta mañana Fernando Clavijo, líder de CC. En el fracasado debate de investidura Alberto Núñez Feijóo de la semana pasada, la formación canaria votó a favor del PP y, con el cambio a favor del socialista a Sánchez le bastaría con una abstención de Junts para poder ser elegido en segunda vuelta con 171 votos a favor.

Junts no ha tardado en desactivar ese movimiento dejando caer que solo se plantea un voto favorable o contrario a Sánchez y que descarta completamente una abstención. Oficialmente no se ha hecho ese anuncio pero fuentes del partido aceptan que ese es el camino que piensan seguir y que se equivoca quien piensa que es posible “reducir la exigencia en la negociación”.

Aunque el diálogo sigue para lograr reeditar el actual Gobierno de PSOE y Sumar, este jueves Puigdemont ha vuelto a bajar a la arena para manifestar su malestar por la designación del líder del PSC, Salvador Illa, como interlocutor del Gobierno central sobre los asuntos de Cataluña. Esa designación, ha dicho el expresident, no ayuda a generar “confianza” en la negociación. “No podrá ser nunca un interlocutor válido”, ha dicho Puigdemont, huido en Bélgica desde 2017. Las relaciones entre Junts y el PSC, ya muy deterioradas, empeoraron aún más en junio con la elección del socialista Jaume Collboni al frente de la alcaldía de Barcelona —con los votos del PP y Barcelona en Comú— en detrimento del posconvergente Xavier Trias, que había ganado las elecciones de mayo.

Salvador Illa no forma parte del equipo de personas nombrado por Pedro Sánchez para llevar las negociaciones con los partidos políticos para la investidura, pero sí ha sido ungido por el líder del PSOE como encargado de capitanear la parte catalana de esa negociación, y desde Ferraz se ha querido remarcar que estará en “comunicación permanente” con Sánchez. Illa fue el encargado, la semana pasada, de tensar la cuerda dialécticamente cuando ERC y Junts pactaron en el Parlament que se condicionara la investidura a lograr avances en la celebración de un referéndum. El líder del PSC rechazó rotundamente esa iniciativa y mostró incluso la puerta a una repetición electoral.

Antes que Puigdemont, fue el propio secretario general de Junts, Jordi Turull, quien cargó contra la decisión de delegar en Illa un trabajo clave para que salga adelante la investidura de Sánchez, que depende de los 14 votos que suman ERC y Junts en el Congreso de los Diputados. Es “una manera muy extraña de demostrarnos que son de fiar”, ha escrito en las redes sociales el exconsejero de la Presidencia; y ha censurado que Sánchez opte por “dar protagonismo a quien engañó a Junts el día antes del pacto de la vergüenza en Barcelona”.

La herida del triunfo amargo de Trias en las pasadas elecciones municipales sigue supurando en las filas de Junts. Puigdemont ha aprovechado para vincular esa situación con una entrevista que el expresident Jordi Pujol ha dado a El Nacional y en donde recomienda a los partidos independentistas que “no se caiga en la candidez” durante las negociaciones con el PSOE y Sumar. “Tiene razón”, apostillaba el eurodiputado en su tuit de este jueves.

El líder de los socialistas catalanes, por su parte, rehúye la polémica y sostiene que no busca protagonismo. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Illa ha insistido en la discreción en las negociaciones. “Los ciudadanos han avalado las políticas de Pedro Sánchez en Cataluña y seguiremos con ellas de forma coherente y en el marco de la Constitución”, ha afirmado, reivindicando que esa labor debe hacerse con “oficio político” y con “trabajo discreto”.

Tras sostener que no hay aún un acuerdo “cerrado” sobre la amnistía a los encausados del procés —la principal condición que ponen los partidos independentistas para apoyar la investidura de Sánchez—, el socialista ha señalado que la mesa de diálogo de la anterior legislatura ha funcionado. Y ha convenido que Marta Rovira, secretaria general de ERC, tiene razón cuando defiende que ese órgano intenta buscar una solución al conflicto político. “Pero también hablaba de abrir un diálogo entre catalanes y no se ha hecho. Y ahí está el nudo”, ha reprochado al president Pere Aragonès.

El PSC se ha desmarcado completamente de la manifestación en contra de la amnistía convocada por Societat Civil Catalana en Barcelona para el domingo. El propio Illa participó en 2017, en plena recta final del procés, en la primera gran manifestación antiindependentista convocada, también un 8 de octubre, por esa entidad. “Nuestra costumbre es ir a la manifestación del 1 de mayo. A las otras hemos ido de forma circunstancial y en función del momento. No es momento de calle, sino de articular lo que votamos el 23-J”, ha insistido hoy el líder del PSC.

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