Sánchez, en Barcelona, sobre el acto del PP: “Se están manifestando en contra de un Gobierno socialista, pero lo siento, va a haber uno”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio prácticamente por hecha la reedición del Gobierno de coalición este domingo, justo cuando miles de simpatizantes del PP se manifestaban en Madrid en contra del hipotético acuerdo entre el PSOE y los independentistas gracias a una supuesta amnistía. “Se están manifestando contra un gobierno socialista pero lo siento: va a haber un Gobierno socialista”, exclamó. Sánchez aseguró que tienen claro de que hay números para reeditar el Ejecutivo formado por los socialistas y Sumar, la coalición de la vicepresidenta Yolanda Díaz, para poner “diques” a uno de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal (Vox) y proseguir así con su política social aunque sea buscando votos “de debajo de las piedras”. No habló de pactos ni mencionó ni una sola vez la palabra amnistía, a la que abrió la puerta hace solo unos días.

Ante miles de personas -15.000 simpatizantes, según el partido- que se reunieron en la pineda de Gavà (Barcelona) para celebrar la tradicional fiesta de la rosa del Partit dels Socialistes (PSC), Sánchez evitó hablar de los apoyos que necesita y dio por sentado que Feijóo fracasará en el debate de investidura que empieza mañana. “Es una investidura fallida, no se la cree ni él”, dijo Sánchez que, con sarcasmo, señaló que el PP debía estar celebrando en Madrid que le quedaban cuatro días para perder la votación. Visiblemente molesto, acusó después a los populares de malas artes para lograr los cuatro votos que les faltan para alcanzar la mayoría. “Echaron a Pablo Casado por denunciar un caso de corrupción de la presidenta de la comunidad de Madrid aún por esclarecer, y vemos ahora Feijóo apelar a la peor de las corrupciones, que es el transfuguismo. ¡Si es que van de mal en peor!”.

Arropado por toda la cúpula del PSC, liderada por Salvador Illa, Sánchez regresó a uno de sus escenarios favoritos y, seguramente, su mejor granero de votos. Fue en otra fiesta de la rosa donde se acuñó en su día la frase del “no es no” a la investidura de Mariano Rajoy. Con un PSC que ganó las elecciones autonómicas, las municipales y que aportó 1.200.000 votos el 23-J, Sánchez defendió su política en Cataluña aludiendo al “pasar página, por la convivencia y el acuerdo”, y recordó al PP que el momento álgido del procés, con la declaración fallida de independencia, en 2017, fue bajo su mandato.

La cuestión es que Sánchez dio por hecho un Gobierno de coalición con la misma convicción y naturalidad con la que Esquerra, por ejemplo (que no Junts) dice que el acuerdo sobre el perdón a los encausados por el procés está hecho desde el 17 de agosto, cuando se alcanzó el acuerdo de la Mesa. Tras celebrar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso aprobado la semana pasada, Sánchez arremetió contra el PP poniendo el acento en el rechazo de los populares a las políticas sociales. “El PP dice que se preocupa por los españoles pero el PP solo se preocupa de él. Hablan de igualdad pero igualdad es aprobar la subida del salario interprofesional; revalorizar las pensiones; la reforma laboral; la ley de cambio climático o el pacto contra la violencia de género”. “Y el PP”, dijo, “votó en contra de todo eso. Si hay una posible igualdad en quiebra es la de entre hombres y mujeres por los pactos del PP con Vox”.

Bajo un acto que llevó por lema El poder de la rosa, el líder socialista avisó al PP de que no acepta lecciones de constitucionalismo —”Cumplimos la Constitución todos los días de la A a la Z”— y avanzó los dos pilares en que se sustentará su futuro Gobierno: “Resumiendo”, dijo, “mi objetivo es defender los derechos y la convivencia. El método es el diálogo con los sindicatos, la patronal y el territorio; y en el marco de la Constitución”, recalcó.

Discreto desde hace semanas sobre el contenido de las negociaciones sobre la investidura, Illa subrayó que los resultados en Cataluña que han aupado al PSC suponen un respaldo a la política útil, a la Cataluña plural y un sí rotundo a la convivencia y a la concordia. “Sí al reencuentro para pasar página”, dijo invitando a la derecha a examinar los resultados y a olvidarse del transfuguismo. “Es un insulto que hablen de<CF1001> tamayazos. Y una manifestación de ignorancia. No saben con quién están tratando: los socialistas nos vestimos por los pies. Y somos socialistas de los pies a la cabeza”.

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