La Síndica de Greuges de Cataluña denuncia que solo se ha aplicado una cuarta parte de las medidas contra la segregación escolar

Las medidas pactadas por administraciones, sindicatos y familias para luchar contra la segregación escolar -la alta concentración de alumnos vulnerables en determinadas escuelas- están empezando a funcionar, y los niveles de guetización se han reducido un 28% en tres años. Pero la mejora es lenta e insuficiente, según el último informe de la Síndica de Greuges, que destaca que solo se ha completado una cuarta parte de las 30 propuestas que el Pacto contra la Segregación Escolar establece que hay que desarrollar antes de 2024. “El Pacto va avanzando, hay una mayor conciencia del problema y los datos indican una mejora. Pero se está desplegando más lentamente de lo que se había establecido”, resume Maria Jesús Larios, adjunta a la Síndica.

Esta institución ha encabezado la lucha contra la segregación escolar, especialmente a raíz de un estudio publicado en 2016 que disparó todas las alertas, cuando se alertó de que esta chacra estaba avanzando sin control en Cataluña. Entonces, administraciones y comunidad educativa se pusieron de acuerdo para elaborar y sellar el Pacto contra la Segregación Escolar en marzo de 2019, que recoge 30 actuaciones, desplegadas en 189 medidas concretas, a desarrollar en cinco años tras la firma del acuerdo. Paralelamente, se creó una comisión de seguimiento del Pacto, que se reúne cada seis meses. Este martes el Parlament ha acogido la séptima reunión de dicha comisión.

El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha admitido que “todavía queda camino por recorrer”, pero que es necesario seguir trabajando porque “los resultados están llegando”. Y ha ido más allá asegurando que, gracias al reparto de los alumnos vulnerables empezando por el primer curso, “en cuatro o cinco años cambiará el paradigma de la segregación escolar”.

Por su parte, la Síndica de Greuges, Esther Giménez-Salinas, ha presentado su informe que analiza el progreso de implantación de las medidas, con valoraciones de diferente color. Solo se han completado ocho de las 30 medidas cuando ya ha transcurrido más de la mitad del periodo previsto para su despliegue. Entre las iniciativas completadas están la aprobación del decreto de admisiones (que inicia el camino para repartir los alumnos vulnerables de forma equitativa), la aprobación de ayudas económicas o el cálculo del coste de la plaza escolar. La institución apunta a diferentes factores que están lastrando su desarrollo, como la pandemia, los cambios en el Govern o las prórrogas presupuestarias.

Entrando en detalle, el informe recoge que, desde la firma del Pacto, los niveles de segregación escolar un 28%. Pero no se trata de un descenso generalizado, ya que en una tercera parte de los municipios con más de 5.000 habitantes la situación ha empeorado en estos últimos tres años. También como aspecto positivo, se ha reducido el número de centros con más del 50% de alumno extranjero, pasando de 124 en el curso 2018-19 a 95 tres años después en primaria, mientras que en secundaria se mantiene estancado en una docena de centros.

Otro de los avances que se ha logrado es una mayor detección de los alumnos vulnerables. Hace cuatro cursos, el porcentaje de este colectivo rondaba el 6%, pero este curso se disparó hasta el 18%. Y también este curso se han activado ayudas directas a la escolarización de estos alumnos, por un importe de 384,66 euros para la pública y 988,1 para la concertada.

Con todo, la Síndica recuerda que todavía quedan pendientes muchas mejoras por aplicar, como cambiar y diseñar las zonas educativas de cada municipio para que sean heterogéneas y recojan centros de diferente grado de complejidad, con poca o mucha proporción de alumnos vulnerables. El informe revela que solo el 5% de los municipios ha modificado sus zonas escolares.

Otra de las asignaturas pendientes es el control de la matrícula viva, esto es, los alumnos que llegan con el curso iniciado, que acostumbran a tener un perfil vulnerable y acaban en escuelas gueto porque son las que tienen más plazas vacantes. La Generalitat se comprometió a blindar los centros de mayor complejidad, pero el informe refleja que esto no ha sido así.

La Síndica también pide una mejora en la adscripción de los institutos, ya que hay centros de secundaria vinculados exclusivamente a escuelas de alta complejidad. Asimismo, reclama más ayudas a la escolarización para que la concertada asuma más porcentaje de alumnos vulnerables.

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