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Los colegios con más del 50% de alumnos extranjeros se duplican desde 2006

Un informe del Síndic alerta de que se consolida la segregación escolar en Cataluña

Jessica Mouzo
Inicio de curso en un colegio de Barcelona
Inicio de curso en un colegio de BarcelonaMarcelí Sáenz

La brecha de desigualdades en la composición social de los colegios se enquista en Cataluña con la segregación escolar del alumnado por razón de nacionalidad. Un informe del Síndic de Greuges constata que "hoy hay más escuelas guetizadas", esto es, más colegios que parecen guetos, por la alta concentración de alumnos inmigrantes en el mismo centro. De hecho, un centenar de escuelas catalanas, casi el doble que en 2006, tienen más de un 50% de alumnado extranjero. Según el estudio del defensor del pueblo catalán, que ya publicó una investigación alertando de este fenómeno en 2008, el 48% de los alumnos extranjeros de Cataluña tendrían que cambiarse de colegio para conseguir una distribución igualitaria entre los centros. 

Lejos de mejorar, la segregación escolar se ha consolidado en Cataluña en los últimos 10 años. "No ha habido avances significativos para reducir los desequilibrios sociales en las escuelas. Ha sido una década perdida", ha denunciado el Síndic, Rafael Ribó, este viernes tras entregar la primera parte del informe al Parlament. Esta primera fase se centra en analizar cómo influye la gestión del proceso de admisión del alumnado en la segregación escolar. La segunda parte del estudio, que se publicarán dentro de unos meses, abordará el fenómeno desde las condiciones de escolarización.

A falta de datos desagregados sobre el nivel de estudios o el estado socioeconómico de los padres de los alumnos, el Síndic ha tomado la nacionalidad de los escolares para medir los desequilibrios en la composición social de los centros escolares. Y se ha topado con que poco o nada han cambiado las cosas en los últimos ocho años. El índice de disimilitud, que mesura el nivel de segregación escolar al cuantificar la proporción de alumnos extranjeros que tendrían que cambiarse de centro para conseguir una distribución igualitaria, es prácticamente el mismo en 2006 que en 2014. En el curso 2006-2007, eran el 49% de los alumnos extranjeros de primaria y el 40% de los de secundaria los que tendrían que cambiar de colegio para mantener un reparto igualitario entre los centros de su entorno. En el curso 2013-2014, estas cifras sólo se rebajaron un punto porcentual cada una.

Los municipios con mayor y menor segregación escolar

El índice de disimilitud, con el que el informe del Síndic ha medido los niveles de segregación escolar, mide la proporción de alumnos extranjeros que tendrían que cambiar de escuela para conseguir una distribución igualitaria. La escala oscila de 0 a 1, siendo 0 la perfecta igualdad y 1 la máxima desigualdad —un índex de 0,50, por ejemplo, indica que el 50% del alumnado tendría que escolarizarse en otro centro para mantener la equidad—.

Así, los municipios de más de 10.000 habitantes con mayor segregación escolar y sus índex de disimilitud son:

En educación primaria: Terrassa (0,60), Cerdanyola del Vallès (0,59), Sabadell (0,57)

En educación secundariaSant Vicenç dels Horts (0,48), Badalona (0,47), Esplugues de Llobregat (0,45)

Y los municipios de más de 10.000 habitantes con menor segregación escolar y sus índex de disimilitud son:

En educación primaria Alcanar (0,04), Torelló (0,07), La Llagosta (0,09)

En educación secundaria: Castellbisbal (0,02), Canovelles (0,03), Cubelles (0,04).

El informe ha detectado importantes desigualdades territoriales. De los ayuntamientos con más de 10.000 habitantes, Terrassa es el municipio con mayor segregación escolar en educación primaria de Cataluña: pese a que sólo tiene un 14,2% de estudiantes nacidos fuera de España, el 60% de los colegiales extranjeros tendrían que cambiarse de centro para mantener una distribución equitativa del alumnado. Sant Vicenç dels Horts es su homólogo en educación secundaria: tiene un 5,5% de alumnos extranjeros en la ESO, pero el índice de disimilitud es del 48%. En la otra punta de la cola está Alcanar, que tiene los niveles de segregación escolar en educación primaria más bajos de Cataluña (sólo el 4% de los alumnos extranjeros tendrían que cambiarse de centro). En secundaria, es Castellbisbal el que registra el índice de disimilitud más bajo.

El defensor del pueblo catalán ha desmontado el mito de que la segregación escolar del alumnado extranjero puede estar relacionada con el peso migratorio en los municipios. "De los 20 municipios con un peso migratorio más grande, sólo uno (Salt) está entre los 20 ayuntamientos con más segregación escolar", indica el informe. Según Ribó, estas diferencias entre los municipios tienen que ver con "una confluencia de diversos factores relacionados con sus condiciones sociales, educativas y políticas particulares como la composición social, las características del mapa escolar, los niveles de segregación residencial o la vertebración interna", entre otros. La intensidad con la que se han desarrollado políticas activas de escolarización equilibradas también explican la disparidad entre unos ayuntamientos y otros.

Ribó ha hecho también especial hincapié en el aumento de centros con una elevada concentración de alumnos extranjeros: con respecto a años anteriores, en primaria casi se ha duplicado el número de escuelas con más del 50% de alumnos extranjeros, pasando de 68 en 2006 a 101 en 2014. En secundaria se han mantenido. Una veintena de colegios de primaria tenían en 2014 más del 70% de estudiantes no nativos. " Hay más escuelas guetizadas y menos institutos", zanja el Síndic. Entre los municipios de más de 10.000 habitantes, sólo uno (Salt) tiene una proporción de estudiantes extranjeros en su territorio mayor del 50%. Sin embargo, hay 28 colegios de primaria en estas localidades cuya concentración de alumnos foráneos supera el 50%.

Ribó ha criticado duramente la pasividad del Departamento de Enseñanza a la hora de aplicar políticas activas para reducir estos desequilibrios. Según el informe, se ha primado la selección personal de las familias por encima de la equidad y la igualdad de oportunidades. "Falta una política decidida por parte de Enseñanza en la última década para combatir la segregación escolar de la gestión del proceso de admisión. No es posible combatir la segregación de forma efectiva con medidas a medio gas", apunta el informe. Ribó ha tildado la actitud del Departamento de "poco activa y convincente" y ha criticado que Enseñanza se centra en reducir la segregación escolar consolidando proyectos educativos en centros socialmente desfavorecidos pero no interviene en la gestión de la admisión "porque es una parte que genera más rechazo de la población". 

Para el Síndic es preciso actuar simultáneamente en dos líneas de actuación: la gestión equilibrada de las admisiones y unas condiciones de escolarización más igualitarias. "No proponemos que se cambie a los alumnos de los centros en los que ya están, sino que estos cambios se hagan desde el acceso. Y sólo se avanzará si se consigue un pacto político entre todos los grupos políticos, un acuerdo básico para combatir la segregación escolar", ha manifestado Ribó.

Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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