El próximo curso en Cataluña se estrenará con una ratio de 20 alumnos en P3 en la pública

El curso 2022-23 se estrenará con dos novedades importantes en Cataluña: el descenso generalizado de las ratios de alumno por aula en P3 -que pasa de un máximo de 25 a 20- y el inicio de un proceso para redistribuir los alumnos en situación socioeconómica desfavorecida de forma equitativa entre los centros, para luchar contra la segregación escolar. “Sentamos la base de un nuevo camino: nunca se habían reducido las ratios de forma estructural y nunca se había hecho una apuesta clara de distribución equilibrada de alumnos vulnerables con un acompañamiento económico”, resumió el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray durante la presentación de la nueva oferta de los estudios obligatorios.

El próximo curso arrancará con unas aulas de P3 menos pobladas. El Departamento de Educación ha promovido un descenso generalizado de las ratios en este nivel -que pasará a llamarse Infantil3 (I3)-, que afectará principalmente a la escuela pública, ya que para la concertada será voluntaria. La medida se deriva del descenso incesante de la natalidad -habrá 3.474 alumnos menos-, pero evita el cierre de grupos, una práctica que venía siendo la tónica habitual en la última década. De hecho, el curso próximo habrá 58 grupos más en la pública, aunque 33 menos en la concertada.

El pasado noviembre, Cambray ya anunció en el Parlament que a partir de este septiembre se aplicaría una reducción del número de alumnos por aula en P3, hasta un máximo de 20, cuando ahora está fijado en 25. Según los cálculos de Educación, la ratio 20 se aplicará en el 86% de los grupos en la pública y en el 37% de la concertada. De todos modos, se espera que la caída de la natalidad afecte de forma generalizada al nivel de P3, así que hasta el 99% de clases de la pública y un 73% de la concertada tendrán menos de 25 alumnos.

La reducción de ratio de P3 es una de las reivindicaciones más repetidas por parte de docentes y familias. El consejero apuntó que se trata de un “cambio de paradigma” y destacó que la medida comporta beneficios como una atención más personalizada del alumno y una mejora en el rendimiento de académico.

En cuanto a la segunda novedad, el próximo curso se pone en marcha una de las principales herramientas para luchar contra la segregación escolar -la concentración de alumnos en situación socioeconómica precaria- en determinadas escuelas, un problema que afecta a muchas ciudades catalanas. Con el objetivo de distribuir de forma más equitativa este tipo de alumnos, se reservarán plazas en P3 y 1º de ESO, tanto en escuelas públicas y concertadas para este colectivo. Educación aclaró que el número de plazas dependerá de cada territorio y surgirá de calcular el número de alumnos vulnerables con el número de centros de un barrio o una zona concreta.

La medida se enmarca en el Decreto de la programación de la oferta educativa, aprobado justo hace un año, y el Pacto contra la segregación escolar, firmado en mayo de 2019. A partir del curso que viene se pone en marcha de forma generalizada en toda Cataluña, pero ciudades como Barcelona o Terrassa ya lo están implementando desde hace unos tres años. “Si continuamos como ahora, tendremos escuelas segregadas. La única forma de combatir la segregación es repartir los alumnos”, subrayó Cambray.

Hasta ahora, explicó el consejero, en los municipios donde ya se aplica este modelo, la escuela pública no recibía financiación extraordinaria, mientras que la concertada disfruta de una subvención de 600 euros al mes a partir del tercer alumno. La novedad es que, a partir de ahora, Educación sufragará el coste de la escolarización de estos alumnos vulnerables, que se ha cuantificado en 384,66 euros en la pública y 988,1 en la concertada. El importe cubre desde los gastos de escolarización, la cuota de material a las excursiones, entre otros conceptos. El Departamento ha realizado una primera estimación de 10 millones de euros de inversión para el próximo curso, aunque la partida puede aumentar, dependiendo del número de alumnos vulnerables que se detecten.

Cinco centros menos

En total, para el próximo curso se ofertan un total de 3.113 grupos de P3 -25 más que el actual-, de los cuales 2.168 son de la pública (58 más) y 954, de la concertada (33 menos). En cuanto a 1º de ESO, también empieza a notar ese descenso demográfico, con una caída de 2.073 alumnos. En esta etapa habrá disponibles 2.968 grupos de 1º de ESO -26 menos-, de los cuales 2.013 (8 menos) son de la pública y 955 (18 menos), de la concertada.

En cuanto a la novedad sobre centros educativos, 17 estrenarán edificio el próximo curso y aparecen tres escuelas por fusión de dos ya existentes: Balàfia-Pinyana (Lleida), Escola La Vila (Polinyà) y Castellfollit del Boix (en el municipio homónimo). Asimismo, habrá cuatro institutos escuela nuevos: El Molí (Barcelona), Arrabassada (Tarragona), Torrelles (Torrelles de Llobregat) y Miquel Martí i Pol (Lliçà d’Amunt). También se incorpora a la red pública el instituto escuela Projecte (Barcelona), actualmente concertado. Por el contrario, desaparecen lo siguientes centros: instituto Joan Coromines (Barcelona), escuela Ciutat de Reus (Reus), instituto Josep Comas i Solà (Barcelona), escuela Els Aïguerols (Santa Perpètua de Mogoda) -que se integra al instituto escuela Santiga- y el centro concertado Roig Tessàlia (Barcelona).

La preinscripción escolar arrancará el 7 de marzo y se prolongará hasta el 21 en el caso de infantil y primaria, mientras que en la secundaria obligatoria será del 9 al 21 de marzo. El trámite será completamente electrónico, sin restricciones de horario, pero presencial para las familias que tengan dificultades con la vía telemática. El periodo de matriculación para todas estas etapas será del 21 al 29 de junio.