Los secretos de Macondo se esconden en Barcelona: nace la Biblioteca García Márquez, especializada en literatura latinoamericana

Cinco mariposas estampadas en bronce envuelven el busto de Gabriel García Márquez, como las mariposas amarillas que perseguían a Mauricio Babilonia, en Cien años de Soledad. Desde la altura de una repisa, la escultura donada por diferentes instituciones del Caribe colombiano observa la nueva biblioteca levantada en honor al autor de El amor en los tiempos del cólera: la García Márquez del distrito de Sant Martí (Barcelona), con un fondo de 40.000 documentos, especializada en literatura latinoamericana. El equipamiento número 40 de la capital catalana, que también tiene una vocación “multifuncional”, acogerá además la primera rádio comunitaria de la red de bibliotecas de Barcelona. En honor al pueblo ficticio que aparece en diversas obras de García Márquez, esta se llamará Ràdio Maconda.

Los colores dorado mate del busto creado por el artista colombiano Óscar Noriega dan “una nota caribeña” al diseño “nórdico” de la biblioteca, según su directora, Neus Castellano. El edificio, diseñado por los arquitectos Elena Orte y Guillermo Sevillano (Suma Arquitectes), despliega una estructura donde predomina la madera y ventanas amplias que determinan el carácter diáfano del espacio. Con casi 4.000 metros cuadrados, ha sido concebido como un conjunto de libros apilados cuyos pliegues se pueden intuir desde el exterior; y su carácter multifuncional está distribuido de manera diferenciada en cada una de sus seis plantas.

Además de la zona propiamente de lectura y de consulta de los fondos bibliográficos, la nueva García Márquez dispone de una sala de actos, espacio de cocina, el Archivo Histórico Asociativo Antonio Herrera o bien de una planta con documentos sobre ciencia y tecnología. También de una sala dedicada al dibujante de cómics Francisco Ibánez, vecino de Sant Martí y creador de personajes como Mortadelo y Filemón, que albergará unos 500 títulos con historias protagonizadas por sus personajes. “La imagen clásica de las bibliotecas como templo del conocimiento ha cambiado”, argumenta Ferran Burguillos, gerente de Bibliotecas de Barcelona: “Ahora las bibliotecas están más enfocadas a la promoción cultural, aunque con espacios diferenciados. Entonces, [en la Biblioteca García Márquez] vamos desde las zonas más ruidosas de abajo hacia otra donde habrá espacios individuales para estar más tranquilo”.

Los juegos de la efeméride han querido que el nuevo equipamiento se inaugure cuando se cumplen 40 años desde que en 1982 Gabo se hizo con el Premio Nóbel de Literatura, un tiempo después de que residiese durante más de un lustro en la capital catalana (desde 1967 a 1975). No fue el único. El idilio de los escritores americanos con Barcelona, la ciudad que impulsó el llamado Boom lationamericano de la mano de agentes literarios como Carmen Balcells o la editorial Seix Barral, ha sido constante hasta el presente. De ahí que el objetivo de la biblioteca sea potenciar esta relación y busque convertirse en un “centro de irradiación” en Barcelona del crisol de culturas que tejen América Latina.

El fondo especializado es determinante en este sentido; pero no se limitarán a ello. La García Márquez también albergará una serie de actividades cuya organización irá de la mano de Casa Amèrica Catalunya. En el horizonte inmediato está la celebración del KM Amèrica, el festival de literatura latinoamericana que reunirá del 16 al 19 de junio a 22 escritores de 11 países en dos sedes, entre las que se encuentra la nueva Biblioteca García Márquez.

La nueva biblioteca de Sant Martí, que servirá según se estima a casi 55.000 vecinos de forma directa, quiere crear “una nueva centralidad” en la ciudad, según han indicado en el consorcio de bibliotecas. Burguillos señala que el proyecto ha salido adelante con unos 12 millones de euros. Sus dimensiones lo hacen el tercer equipamiento bibliotecario más grande de Barcelona, después de la Jaume Fuster (Plaza Lesseps) y la Ignasi Iglésias-Can Fabra (Sant Andreu).

Con su apertura este sábado, la García Márquez también corona uno de los objetivos que se había trazado el plan de bibliotecas en 1998, cuando la ciudad disponía de 18 de estos espacios de titularidad pública: alcanzar los 40 equipamientos en pleno funcionamiento. Se prevé que el próximo año empiece la construcción de uno más, uno de los grandes proyectos culturales de la ciudad, pospuesto desde finales del siglo XX: la Biblioteca Provincial de Barcelona, de titularidad estatal, que se realizará en un solar junto a la Estación de Francia.

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