El nuevo Govern de Pere Aragonès: 11 caras nuevas y pendiente del juzgado
El nuevo ejecutivo de la Generalitat está formado por ocho mujeres y siete hombres con un equilibrio de fuerzas entre ERC y Junts
El nuevo Gobierno catalán echará a andar definitivamente este miércoles con la toma de posesión de los 14 consejeros de Pere Aragonès, cuyos nombres han sido anunciados oficialmente este martes. Se trata de un Gobierno paritario y con un equilibrio de fuerzas casi total entre las dos formaciones más votadas del independentismo, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya. Esquerra tiene siete consejerías más la presidencia de la Generalitat. Junts tiene siete departamentos, algunos de tanto peso político como la vicepresidencia, en manos de Jordi Puigneró, y el de Economía, ocupado por el exdirectivo de la Caixa Jaume Giró. La renovación de caras ha sido muy importante respecto al gobierno saliente: solo repiten tres personas y hay 11 nombres nuevos. Además, varios de los consejeros están inmersos en causas judiciales relacionadas con el procés, lo que puede condicionar su día a día.
El compromiso de los dos partidos independentistas durante las largas y complicadas negociaciones que permitieron alumbrar el nuevo Ejecutivo era que la paridad de género alcance no solo a los puestos de consejero, sino también en toda la estructura de altos cargos que se irá perfilando en los próximos días.
Jordi Puigneró. Representante del nacionalismo más duro
Vicepresidente
Jordi Puigneró (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, 47 años) es el triunfo del nacionalismo más excéntrico en Cataluña. Como consejero de Políticas Digitales ha acuñado conceptos como “la república digital” o “la NASA catalana”, una referencia de brocha gorda al programa de nanosatélites de la Generalitat que los expertos del ramo han lamentado por ridícula. Puigneró es un tuitero compulsivo que en 2012, año de los Juegos Olímpicos de Londres, se prodigaba en mensajes como este: “¿Sabéis cuál es la diferencia entre un español y un mongol? Una medalla”. Quien escribió esto es el nuevo vicepresidente de la Generalitat.
Además de vicepresidente, Puigneró será el titular de la cartera de Políticas Digitales, de Infraestructuras y Agenda Urbana. Antes de ser consejero, fue secretario de Telecomunicaciones en la Generalitat del expresidente Carles Puigdemont. Fue investigado en 2018 por su participación en la organización del referéndum ilegal de independencia de 2017, aunque el juez de instrucción finalmente no lo incluyó en la causa.
Puigneró forma parte de un nacionalismo populista que ha llegado a altas cotas de poder a través de Junts per Catalunya. Miembro de la guardia pretoriana de Puigdemont, el nuevo hombre fuerte de Junts en el Gobierno catalán comparte afinidades identitarias con otro referente de este sector, el expresidente de la Cámara de Comercio Joan Canadell. La ideología de Puigneró es el puigdemontismo. “El puigdemontismo es no rendirse. Porque solo con amor no habrá suficiente”, escribió el año pasado el nuevo vicepresidente.
Jaume Giró. Un ex de La Caixa para dirigir Economía
Consejero de Economía y Finanzas
Después de años trabajando entre bambalinas en empresas de la órbita del Grupo La Caixa, Jaume Giró (Badalona, Barcelona, 57 años) asume el cargo de consejero de Economía y Finanzas. Lo hace a propuesta de Junts per Catalunya. Llega a la Generalitat tras haber tenido como jefes a Pere Duran Farell (Gas Natural), Antoni Brufau (Repsol YPF) e Isidre Fainé, al que acompañó primero como director de comunicación y después como director general adjunto en CaixaBank y, posteriormente, como director general de la fundación bancaria La Caixa, cargo que ostentó hasta 2019 tras perder la confianza del presidente. Tras ese paso por el Ibex montó su propia consultora de comunicación y estaba llamado a ser el vicepresidente económico del Futbol Club Barcelona dirigido por Joan Laporta, hasta que decidió salir al no ver claros los últimos movimientos del presidente una vez ganadas las elecciones. Finalmente, asumirá este miércoles el cargo de consejero de Economía y Finanzas.
Más soberanista que independentista, Giró aterriza en el Govern de Pere Aragonès, a quien conoce desde que hace siete años los presentó Oriol Junqueras, con una abultada agenda de contactos tanto políticos como empresariales y que ha ido engrosando durante su carrera, tanto en Barcelona como en Madrid. Su relación con el actual presidente catalán es fluida, si bien su llegada es elección de Junts, que pone en valor que fuera el único miembro de La Caixa que defendiera mantener la sede social en Barcelona tras los hechos de octubre de 2017, uno (no el único) de los puntos esenciales para entender su expulsión de la entidad.
Si a Laporta le preparó un plan de viabilidad que incluía una fórmula para mantener a Messi en el club azulgrana, a Aragonès le tendrá que elaborar unas cuentas para marcar los pasos de la Generalitat en la salida de la crisis. Su conocimiento del mundo financiero, que utilizó en la preparación de su desembarco en el Barça, le podría servir para el regreso a las emisiones de deuda que ERC y Junts llevan en su acuerdo de investidura. La cuestión es si defenderá en el Consell Executiu la necesidad de participar en Madrid en la configuración de un nuevo sistema de financiación autonómica.
Laura Vilagrà. La mano derecha de Aragonès
Consejera de Presidencia
“Politóloga, nadadora, madre de Arlet y Gal·la”. Laura Vilagrà (Santpedor, Barcelona, 44 años), nueva consejera de Presidencia, se describe a sí misma con esas ocho palabras en su perfil de Twitter, en el que no figura toda una carrera política y un compromiso con la gestión pública y con Esquerra desde que empezó a hacer prácticas en el partido como estudiante de Ciencias Políticas. Exalcaldesa de Santpedor (Barcelona), Vilagrà fue designada por Oriol Junqueras y Marta Rovira como número dos de Pere Aragonès en las elecciones del 14-F. El preludio de ser la mano derecha del presidente.
Feminista, independentista y ecologista, Vilagrà, con 27 años, se convirtió en alcaldesa de su municipio —la más joven de Cataluña— y conservó la vara hasta 2015. Fue diputada entre 2006 y 2012. De trato afable, dialogante y pactista, gobernó un mandato con Convergència y está especialmente orgullosa de haber implantado con éxito el reciclaje puerta a puerta. Fue después delegada del Govern en la Cataluña central hasta que fue destituida a causa de la aplicación del artículo 155.
Vilagrà estaba ahora apartada de la primera línea política y se dedicaba a la gestión en una ONG y en el Consell Comarcal del Bages. “Estaba en la reserva”, bromeó en TV3, donde fijó cuatro prioridades del Govern: social, feminista, transformación ecológica y democrática. Prudente y trabajadora, la nueva consejera, que se define como una nadadora de resistencia, toma el testigo de Meritxell Budó, de Junts, con una salvedad: se volcará en la gestión del Govern y no será ni la cara ni la voz del Ejecutivo al reservarse el cargo de portavoz posiblemente a una periodista.
Joan Ignasi Elena. Un exsocialista ante el reto de Interior
Consejero de Interior
Joan Ignasi Elena (Barcelona, 52 años) llega al Departamento de Interior, uno de los más complicados de gestionar, después de una larga trayectoria política. Su carrera la construyó en el PSC, con quien fue diputado en el Parlament y alcalde de Vilanova y la Geltrú (Barcelona, 2005-2011). Pero en 2014, después de ser expedientado por su postura soberanista, abandonó la organización. Desde entonces, Elena, de 53 años, se acercó a ERC. De talante dialogante, ha sido el coordinador del Pacto Nacional por el Referéndum, que unía a partidos y organizaciones defensores de la consulta del 1-O.
Elena llega al Departamento de Interior después de que ERC haya sido muy crítica con la actuación de los Mossos en las manifestaciones de Pablo Hasél y los desahucios. También pactaron con la CUP la congelación del uso del foam —las pelotas de viscoelástica que usan los Mossos— y cambios en el modelo policial. Una de sus primeras dificultades será aplacar la desconfianza que todos esos movimientos han causado en la cúpula policial del cuerpo. Y después, ver cómo aplica las reformas prometidas en la gestión del orden público. También deberá decidir qué hace con la escolta que el expresidente Quim Torra creó en 2019 y que depende exclusivamente de Presidencia. Aragonès ya anunció que prescindiría de ellos y utilizaría la escolta tradicional de Mossos, que depende de la jefatura policial.
Roger Torrent. De la presidencia del Parlament a Empresa
Consejero de Empresa y Trabajo
Tras una tortuosa etapa como presidente del Parlament, que arrancó con la no investidura de Carles Puigdemont y acabó con una querella de la Fiscalía por reprobar a la Monarquía, Roger Torrent, de 44 años, de Sarrià de Ter (Girona), asumirá la dirección del Departamento de Empresa i Treball. Sucesor en 2018 de Carme Forcadell, Torrent afrontó desde la presidencia de la cámara múltiples frentes jurídicos y agrios conflictos con Junts, que le acusa de no haberse encarado suficientemente al poder judicial con la investidura del expresidente o en la retirada del escaño de Quim Torra.
A diferencia de la mayoría de sus antecesores, Torrent seguirá en primera línea política tras agotar el mandato. Licenciado en Derecho, el republicano inició muy pronto su carrera: fue alcalde de su municipio ocho años (2007-2015) y en 2012 logró el acta de diputado. En 2015, fue nombrado portavoz adjunto de Junts pel Sí en el mandato del 1-O. Tras las elecciones del 21-D, bajo la aplicación del artículo 155, fue nombrado presidente del Parlament. En los últimos comicios, ocupó el número tres por la lista de Barcelona y no estuvo al frente de la de Girona, donde Junts acabó casi doblando los escaños a ERC (siete a cuatro).
Su nombre se llegó a barajar como posible delfín de Oriol Junqueras, aunque al final el líder del partido apostó por Pere Aragonès. Laura Borràs le relevó en marzo en la presidencia de la Cámara y se consideró heredera de Forcadell omitiendo de forma deliberada, para irritación de ERC, el legado de Torrent. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) cursa una causa penal por desobediencia contra Torrent por tramitar una propuesta de resolución sobre el “derecho de autodeterminación”.
Teresa Jordà. Una consejera comedida entre fuego cruzado
Consejera de Acción Climática
Teresa Jordà (Ripoll, Girona, 48 años) se estrenó con 27 años en la política local como concejala en Ripoll, su pueblo natal, donde fue alcaldesa entre 2003 y 2011, época en la que ERC solo gobernaba en pueblos de la Cataluña interior. En 2011, dio el salto a Madrid como cabeza de lista de Esquerra por Girona en las elecciones generales. Antes de ser nombrada consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca por Quim Torra en 2018, Jordà repitió en el Congreso de los Diputados tras los comicios generales de 2015 y 2016. Pese a la política de alto voltaje que se vivió durante los meses anteriores y posteriores al 1-O en Madrid, Jordà mantuvo un perfil alejado de los focos, un contrapeso afable al papel bronco de Gabriel Rufián. Cuando en 2018 volvió a Barcelona, ya como consejera, la independentista trajo consigo ese carácter comedido y negociador. Y se puso a gestionar.
Durante los tres años que ha ocupado la cartera, Jordà ha sido una de las consejeras que menos titulares y polémicas ha protagonizado en un Govern, en general, muy dado a ello. Una de las pocas controversias en las que se ha visto envuelta sucedió en agosto de 2019, cuando se publicó una foto en la que se le veía sosteniendo una cerveza artesanal con el eslogan ‘Fuck Spain’ (Que le den a España). Jordà no tuvo reparos en pedir disculpas días después. “Mi propia trayectoria demuestra que nos sobran millones de argumentos para pedir la libertad política del país y no es necesario faltar al respeto absolutamente a nadie. Si he faltado el respeto a alguien, lo siento, no era mi intención”, se excusó la consejera.
Su perfil negociador ha encajado bien en una consejería, la de Agricultura, Ganadería y Pesca, más dada a la gestión que a la política de telediario. Jordà ha tenido que gestionar en un mundo, el rural, donde los problemas y las quejas de un sector en lucha por su supervivencia son habituales. El director del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA, adscrito a la Generalitat), Josep Usall, vivió de cerca el desembarco de Jordà. “Desde un principio se ha rodeado de gente muy buena que la ha asesorado bien. Lo que más la ha caracterizado es que ha sabido escuchar, se ha interesado por todo y ha tomado decisiones meditadas”, resume Usall. Jordà repetirá cargo con más experiencia, pero lo hará en un departamento más grande con nuevo nombre (Acció Climàtica) tras absorber las competencias en materia ambiental. Su departamento ganará más peso en el Consell de Govern, pero también deberá lidiar en su propia casa con el fuego cruzado entre el sector ambiental y el sector agrícola, ganadero y pesquero, históricamente enfrentados a lo largo del territorio y que ahora deberán compartir casa propia. Usall reconoce que se avistan tensiones en esta legislatura entre dos mundos “aparentemente opuestos”. Pero precisamente por este motivo pone más en valor el papel conciliador que puede jugar Jordà. “Su perfil puede dar ese punto de equilibrio necesario”, avala Usall.
Josep González Cambray. Un perfil continuista para la educación catalana
Consejero de Educación
ERC seguirá al frente del Departamento de Educación y la figura al mando será Josep González Cambray (Lleida, 49 años), un perfil continuista de la agenda iniciada por el hasta ahora consejero, Josep Bargalló. González Cambray, ingeniero técnico industrial de formación, es un viejo conocido del sistema educativo y del Govern, ha pasado por los servicios territoriales de Barcelona y la secretaría de inmigración, entre otros cargos, durante el gobierno tripartito. También ha estado en la gerencia del Consorcio de Educación de Barcelona. Militante de ERC, en la última legislatura ha sido director general de Centros Públicos y ha capitaneado uno de los grandes hitos de la consejería: el traspaso de centros concertados a públicos.
El punto más oscuro de su mandato fue su presunta implicación en la Operación Voloh sobre el desvío de fondos públicos al independentismo y la presunta corrupción gestada a la sombra del procés. González-Cambray fue detenido por un presunto tráfico de influencias en la concesión de un concierto, una acusación que el político siempre ha negado.
Resolutivo en la toma de decisiones y con un ambicioso perfil político, coinciden las voces del sector consultadas, el gran reto por delante al frente de la consejería será culminar la agenda iniciada por su predecesor, con el impulso al decreto de la escuela inclusiva o el desarrollo del pacto contra la segregación escolar, entre otras medidas. Cuando llegó al cargo en 2018, Bargalló dio un giro de timón a las políticas educativas y empezó a deshacer todas las medidas ejecutadas en los gobiernos de Convergència i Uniò, una estrategia que, auguran las fuentes consultadas, continuará González Cambray.
Natàlia Garriga. Detenida por el referéndum del 1-O
Consejera de Cultura
Natàlia Garriga, la nueva consejera de Cultura, nació en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) en 1969 y es la secretaria de política cultural, educación y deporte de ERC. Su principal función en la anterior legislatura fue la dirección de servicios del Departamento de Economía y Hacienda, del que era consejero el actual presidente, Pere Aragonès. También ocupó este cargo bajo la vicepresidencia de Oriol Junqueras en el Gobierno presidido por Carles Puigdemont. Garriga fue una de las personas detenidas en 2017 por orden del Juzgado de Instrucción número 13 durante el operativo para investigar los preparativos del referéndum ilegal de independencia del 1-O. Está procesada por malversación en la causa que instruye este juzgado.
Garriga es licenciada en Derecho y ha cursado estudios de finanzas en ESADE. Tiene una amplia experiencia en la Generalitat, en la que sirve desde 1989, sobre todo en el Instituto Catalán de Crédito Agrario, en el que trabajó 15 años. Entre 2007 y 2016 fue gerente del Instituto Catalán de Empresas Culturales. ERC, partido del que es militante desde 2001, destaca de ella que es socia de Òmnium Cultural y de la entidad Juristes per la Llengua.
Victòria Alsina. Una académica para las 15 ‘embajadas’
Consejera de Acción Exterior y Transparencia
La designación de Victòria Alsina (Barcelona, 38 años) como consejera de Acción Exterior y Transparencia se puede entender como un ascenso. Esta doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) ejercía la pasada legislatura, tras ganar un concurso de méritos, como la delegada del Govern en Estados Unidos.
Su vida estaba a caballo entre Washington y Barcelona. Es profesora y directora académica del Centro para la Ciencia y el Progreso Urbano de la Universidad de Nueva York e investigadora del prestigioso Laboratorio de Gobernanza. Sus planes de vida, hasta la semana anterior con la renuncia de Josep Rius, pasaban muy posiblemente por integrarse en el Gobierno de la UPF, pues fue una de las colaboradoras en la candidatura de Oriol Amat. En esa universidad también trabaja su pareja, José Manuel Martínez-Sierra, ex alto cargo del Gobierno de España.
“Te vende las motos muy bien, pero es poco resolutiva”, asegura un ex alto cargo del departamento Acción Exterior. Alsina viene de una familia de filiación convergente y muy pegada al mundo académico. Su padre, el matemático Claudi Alsina, fue secretario general del Consell Interuniversitari de Catalunya durante el mandato de Artur Mas. La nueva consejera también fue elegida en su día por el expresidente Quim Torra para ser una de las líderes del grupo de expertos encargados de pensar la Cataluña pospandemia.
Tània Verge. Un fichaje sorpresa
Consejera de Feminismos e Igualdad
Catedrática de Ciencias Políticas y directora de la Unidad de Igualdad de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), Tània Verge, de 44 años, se ha convertido en el fichaje sorpresa del ejecutivo que ha diseñado Pere Aragonès. La politóloga, que concibió el plan de igualdad del Parlament, dirigirá el departamento de Feminismos e Igualdad, una consejería de nueva creación que será un eje fundamental en la acción de gobierno. Verge, propuesta por ERC, fue una de los cinco síndicos electorales del referéndum del 1-O, que iban a ejercer unas funciones equiparables a las de la junta electoral. El colectivo dimitió de sus cargos después de que el Tribunal Constitucional les impusiera unas multas coercitivas de 12.000 euros diarios. Fueron juzgados en abril pasado y absueltos. La Fiscalía ha recurrido la sentencia.
Josep Maria Argimon. Un ‘gentleman’ para acabar con la pandemia
Consejero de Salud
Si Fernando Simón ha sido la imagen de la gestión de la pandemia en el conjunto de España, Josep Maria Argimon lo ha sido en Cataluña. Ahora no solo será el rostro de las decisiones que afecten al coronavirus, sino de todo el sistema sanitario. Argimon (Barcelona, 63 años) deja atrás una carrera ligada a la administración con diferentes cargos técnicos en la estructura sanitaria y asume el Departamento de Salud después de convertirse en una personalidad pública por su gestión de la crisis del coronavirus en Cataluña. “Nunca ha sido un hombre de partido”, lo define la exconsejera de Salud Marina Geli, con quien trabajó durante la crisis de la gripe A en 2009. “Ha sido siempre un alto cargo, alguien muy potente que ve más allá de lo cotidiano”, añade Geli.
A pesar de no militar en ningún partido político, el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), Jaume Padrós, avisa de que Argimon no es un tecnócrata: “No es un hombre de partido ni ha hecho carrera política, pero tiene convicciones políticas y sociales”. En el libro 2 metges i 1 pandèmia (Símbol Editors), el propio Argimon admite haber tenido “ciertas implicaciones políticas en partidos de izquierda” en sus años universitarios.
Argimon encadenó desde 2008 diferentes cargos en el Servicio Catalán de Salud (CatSalud), dirigió la Agencia de Cualidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña (AQuAS), hasta convertirse en director gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), que gestiona el 80% de la atención primaria. La consejera de Salud saliente, Alba Vergés (ERC) le dio las llaves de Salud Pública tras la marcha de Joan Guix a finales de mayo, cargo ha compaginado con la dirección del ICS. La aparición del nombre de Argimon como sustituto de Vergés durante la campaña electoral se entendió como cierta “deslealtad” hacia la consejera, según fuentes del partido republicano, que mantuvo igualmente su presencia pública.
Las personas consultadas definen a Argimon, formado en la universidad de Oxford (Inglaterra), como una persona “muy educada, con flema británica” y de talante dialogante. “Su formación es sólida, conoce el sistema y tiene una gran capacidad de comunicación”, define el epidemiólogo del hospital Clínic, Antoni Trilla. Cuando las negociaciones de investidura entre ERC y Junts se desbloquearon, Argimon desapareció de la primera línea mediática como secretario de Salud Pública. Ahora reaparecerá como Consejero de Salud.
Lourdes Ciuró. Una abogada especializada en derecho civil
Consejera de Justicia
Lourdes Ciuró (Reus, 49 años), la nueva consejera de Justicia, es abogada y concejal en el Ayuntamiento de Sabadell. Política muy conocida en Sabadell, fue la candidata de Junts per Catalunya en las elecciones municipales de 2019. En los comicios autonómicos del pasado febrero formó parte de las listas de Junts pero no obtuvo el escaño.
Ciuró ya había entrado en el pasado en las quinielas para formar parte del Gobierno autonómico, en concreto, cuando Torra tuvo que relevar a Elsa Artadi como portavoz. Finalmente fue Meritxell Budó la escogida. Ciuró procede de Convergència Democràtica de Catalunya, partido en el que militó desde 2003 y con el que fue diputada en el Congreso entre 2011 y 2019. Entre 1994 y 2011 dirigió su propio despacho de abogados, especializado en derecho civil inmobiliario y registral, y en derecho de familia. En su última legislatura en el Congreso, entre 2016 y 2019, fue portavoz de su grupo parlamentario en la comisión de Justicia.
Violant Cervera. Dilatada experiencia en asuntos sociales
Consejera de Derechos Sociales
La nueva consejera de Derechos sociales es probablemente el nombre menos conocido entre los componentes de la nueva Generalitat. Nació en Lleida en 1969 y hasta el momento había desempeñado cargos políticos de menor relevancia. Fue diputada en el Parlament entre 2012 y 2017 en las filas de CiU, y posteriormente en las del PDeCAT. Desde 2018 era responsable de la Oficina del Delegado de la Generalitat para las comarcas de Lleida.
La sustituta de Chakir el Homrani al frente de la cartera de asuntos sociales tiene una dilatada experiencia en este ámbito. Licenciada en Filología Hispánica, fue en 2011 directora general de Acción Cívica y Comunitaria en el Departamento de Bienestar Social y Familia, en el Gobierno de Artur Mas. Como diputada también ha formado parte de las comisiones de bienestar social, familia e infancia, y fue portavoz de CiU en política de igualdad.
Gemma Geis. Carrera meteórica en Junts per Catalunya
Consejera de Universidades e Investigación
Una de las carreras más meteóricas dentro de Junts per Catalunya es la de Gemma Geis (Girona, 42 años). La nueva consejera de Universidades e Investigación recaló como independiente en la lista elaborada en 2017 por el expresident Carles Puigdemont (de quien es muy cercana) y en las pasadas elecciones y fue la número uno por su demarcación natal.
Abogada de formación, también es doctora en Derecho por la Universidad de Girona, con una tesis laureada sobre la ejecución de las sentencias urbanísticas. En ese centro también ejerció como vicerrectora entre 2013 y 2017 y alternó su responsabilidad de diputada del Parlament con la docencia.
Geis vuelve pues a la universidad desde otro ángulo y con una larga lista de peticiones del mundo académico. La primera, más financiación, con los ojos puestos en el dinero para investigación de los fondos europeos. Tendrá que dejar su responsabilidad como portavoz del grupo parlamentario de Junts en la Cámara catalana.
Con información de Jessica Mouzo, Bernat Coll, Carlos Garfella, Àngels Piñol, Cristian Segura y Camilo S. Baquero.
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