El debate de la amnistía en el Senado deriva en un duelo de Ayuso y Aragonès por la ausencia de Moreno y Rueda
Génova no podrá exhibir todo su músculo territorial en la sesión del lunes, de la que de nuevo se borran los barones del PSOE y a la que el ‘president’ acude para “trolear al PP”
La que pretendía ser una nueva jornada de confrontación total del PP contra la amnistía en el Senado será finalmente una debate a medio gas por la ausencia de al menos cuatro de los 11 presidentes autonómicos populares, entre ellos los de Andalucía y Galicia. La Comisión General de las Comunidades Autónomas alta celebra el próximo lunes —a petición de la formación de Alberto Núñez Feijóo—, una sesión centrada en la ley de amnistía, en proceso de tramitación en la Cámara alta. Pero los problemas de “agenda”, según los gabinetes de cuatro barones, impedirán a Juan Manuel Moreno Bonilla (Andalucía), Alfonso Rueda (Galicia), Marga Prohens (Baleares) y María José Sáenz de Buruaga (Cantabria) acudir a la cita. Aprovechará la oportunidad el president y candidato de ERC a las elecciones al Parlament, Pere Aragonès, que en plena precampaña podrá polarizar con la voz más combativa con la amnistía, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Según el líder de ERC, su intención es “trolear al PP”.
“Como independentista y de izquierdas, trolear al PP siempre es apetecible”, afirmó con sorna Aragonès este jueves en una entrevista en la Cadena SER. Como el resto de barones populares que sí han confirmado su asistencia, Aragonès dispondrá de 10 minutos para defender en la Cámara alta tanto la amnistía como su proyecto para Cataluña a menos de dos meses de las elecciones catalanas y unos días después de haberse anticipado a Carles Puigdemont, expresident y candidato de Junts, con la propuesta de un referéndum de independencia.
El simbólico altavoz del que dispondrá Aragonès ha sido facilitado por el Partido Popular, que disfruta de mayoría absoluta en el Senado. Los populares solicitaron a finales de enero un grupo de trabajo dentro de la Comisión General de las Comunidades Autónomas para atacar desde otro flanco la ley de amnistía cuando la norma llegase a la Cámara alta desde el Congreso. Y, bajo su marco, convocar un debate para que los presidentes autonómicos del PP cargasen todos a una contra la norma. Mostrando, una vez más, su músculo territorial frente al PSOE.
Sin embargo, el cónclave popular ha quedado descafeinado después de que Moreno Bonilla, Rueda, Prohens y Sáenz de Buruaga hayan descartado su asistencia por incompatibilidades de agenda, según confirman fuentes de su gabinete. En su lugar, los distintos ejecutivos autonómicos enviarán a consejeros como emisarios. El presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, también es duda por los mismos motivos. Sí tomarán la palabra tanto Díaz Ayuso como el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, o la mandataria extremeña, María Guardiola.
La estrategia coordinada de los populares ante el próximo lunes queda así diluida. La imagen de los barones ausentes contrastará con la dada por el PP el pasado 19 de octubre, en el mismo foro, cuando todos los presidentes autonómicos populares secundaron una primera sesión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas convocada contra la amnistía. Pero, entonces, el texto de la proposición de ley ni siquiera se había redactado aún. También acudió en aquella ocasión Aragonès, que intervino en primer lugar y luego se marchó antes de escuchar cómo los barones disparaban uno a uno contra la medida de gracia y contra los “privilegios” de financiación que el Gobierno otorga a Cataluña.
Uno de los presidentes autonómicos del PP que saludó al president fue Moreno Bonilla. Pero ni el dirigente andaluz ni el gallego Alfonso Rueda, dos pesos pesados dentro del mapa territorial del PP, participarán esta vez en la ofensiva del próximo lunes. Moreno Bonilla tiene una cita ineludible en Sevilla para inaugurar la construcción de un tramo de la línea de Metro. Rueda, por su parte, se tomará la jornada para preparar su sesión de investidura prevista para un día después. El presidente de la Xunta sí estuvo presente en la Junta Directiva Nacional del pasado martes. A las puertas de la sede de la calle de Génova, el mandatario gallego descartó que su comunidad vaya a impulsar una “ley de concordia” similar a las de Castilla y León, Baleares o la Comunidad Valenciana. Unas iniciativas que avala la dirección nacional.
“Ya que Aragonés va a ir al Senado a defender la amnistía, invitamos también a los presidentes del PSOE”, escribió este jueves en la red social X Cuca Gamarra. “Seguro que manchegos, asturianos o navarros quieren saber qué opina su presidente sobre la impunidad de Puigdemont y cía. El PP sí estará defendiendo la igualdad de todos”, añadió la secretaria general del PP. Pero tampoco acudirán esta vez al debate ni el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu (PNV), ni los socialistas María Chivite (Navarra), Adrián Barbón (Asturias) ni Emiliano García Page (Castilla-La Mancha). “No nos prestamos a un uso tan clara y evidentemente partidista de las instituciones”, arguyen fuentes del gabinete de García Page, abiertamente contrario a la amnistía. Miembros del Gobierno también puede intervenir en la sesión. Una posibilidad que no se descarta desde el Ejecutivo.
Los trabajos de la ponencia de la Comisión General de las Comunidades Autónomas arrancaron el martes y este jueves se ha confirmado el informe elaborado por los populares en el seno de la misma. En el texto, el PP afirma que la ley de amnistía “deslegitima” y atenta contra la “supervivencia” del “Estado Autonómico”, e incorpora los argumentos de los letrados del Senado, que tachan la norma de “reforma constitucional encubierta”. Ese dictamen será defendido el lunes al inicio del debate por el senador popular Antonio Silván y con toda probabilidad saldrá adelante con los votos del PP.
La ponencia de la ley, en medio de la campaña catalana
En paralelo, la tramitación de la ley de amnistía sigue su camino en el Senado. La comisión conjunta de Constitucional y Justicia, creada ad hoc y gobernada por el PP, aprobó este jueves el calendario. La ponencia de la ley empezará a reunirse el día 6 de mayo —a mitad de la campaña de las elecciones catalanas— para elaborar el dictamen final. El último día para celebrar el pleno para que se discuta el texto y se devuelva al Congreso es el 16 del mayo.
Los populares están estudiando si agotarán o no ese plazo o si adelantarán el debate a la semana anterior. En ese caso, el rechazo a la norma en la Cámara alta tendría lugar justo antes de la cita en las urnas en Cataluña. El PP cavilará si esa estrategia puede suponer un golpe de efecto para captar el electorado que, a juicio de los populares, está en contra de la medida de gracia.
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