Podemos vota su estrategia: autonomía ante Sumar y alianzas con primarias y sin vetos

Podemos encara en los próximos tres días el final del proceso de redefinición de su hoja de ruta para la próxima legislatura y lo hace, de nuevo, diferenciándose de Sumar. En una posición crítica desde hace meses con la coalición liderada por la vicepresidenta en funciones, Yolanda Díaz, y tras semanas de debate con la militancia, el partido de Ione Belarra someterá a votación de las bases el nuevo documento político de la formación. El texto defiende reforzar su autonomía, el fortalecimiento como organización y alianzas preelectorales con primarias y sin vetos, una referencia expresa a lo sucedido en las generales del 23-J, con la exclusión de las listas de Irene Montero. A través de un vídeo difundido este miércoles en redes, la secretaria general de Podemos ha elevado una vez más el tono contra Díaz al denunciar que el objetivo del proceso de los últimos dos años en la izquierda —desde la salida de Pablo Iglesias de la política institucional— ha sido el de “reducir la capacidad de acción política y de representación” de su partido para “sustituirlo” por una propuesta “que no moleste a la estructura de poder”.

Dirigentes de Podemos han cuestionado en multitud de ocasiones el proceder de Díaz, poco dada a hacer ruido en público, y a la que han acusado de “ponerse de perfil” ante determinados conflictos. “En este tiempo se ha comprometido seriamente la capacidad de lograr cambios reales, útiles y tangibles para la gente que en su día tuvo UP”, señala la líder del partido. Belarra aboga por un Podemos “fuerte” que “devuelva la capacidad de marcar la dirección de Estado” y lleve las transformaciones “democráticas, feministas, ecologistas y sociales más lejos que nunca nadie antes”.

El partido presentó el pasado 16 de septiembre su documento político para esta nueva etapa tras las generales. La posición de la formación, minoritaria ahora con cinco diputados en un grupo parlamentario de 31 y que afronta un ERE tras la pérdida de representación en las autonómicas y municipales de mayo, obliga a replantear su estrategia. En este proceso de “fortalecimiento organizativo”, como lo ha definido Belarra en su mensaje, han participado 5.900 militantes en una treintena de encuentros autonómicos y centenares de reuniones de los círculos. Según datos de la dirección, todo ello ha servido para debatir el documento y recoger 2.255 enmiendas, de las cuales, el 86,16% han sido incorporadas al texto final, de cuyo contenido Podemos aún no da cuenta.

Durante este jueves y viernes, la militancia podrá votar el papel definitivo y el resultado de la consulta se conocerá el sábado 4 de noviembre, durante la conferencia política que se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, un acto que contará con diferentes mesas a lo largo de toda la jornada y al que el partido concede la máxima relevancia. La pregunta a los inscritos implica varias adhesiones a la postura de la Ejecutiva: “¿Apruebas la nueva hoja de ruta de Podemos en la que se refuerza su autonomía, su fortalecimiento como organización, y la articulación de acuerdos preelectorales cuando estos sean útiles y siempre que las listas se configuren mediante primarias y sin vetos?”. Nunca hasta ahora la dirección ha perdido un plebiscito. El resultado busca legitimar la estrategia emprendida por la cúpula del partido en los últimos meses, que no ha ocultado su malestar con las decisiones de Díaz (como dejarlos sin portavoz adjunto en el Congreso) en una alianza que nació ya arrastrando problemas. Aunque la estructura del futuro Gobierno de coalición está en el aire y Podemos debe consultar aún a sus inscritos sobre el apoyo a la investidura de Sánchez tras un acuerdo con los socialistas del que se desmarcó, no es previsible que la organización se posicione en contra. El pulso, sin embargo, amaga con seguir en los primeros compases de la legislatura.