El Gobierno se apoya en los empresarios catalanes para defender la amnistía
Bolaños promete “valentía” ante una patronal catalana, mientras que ERC exige que la exposición de motivos de la ley no mencione que hubo delitos en el ‘procés’ y La Moncloa aplaude el respaldo del Círculo de Economía
El Gobierno sigue trabajando a fondo en el colchón político para el salto más difícil para lograr la investidura de Pedro Sánchez: la ley de amnistía para librar de los juicios y condenas a todos los encausados del procés. En el resto de España se encuentra resistencias fuertes, aunque en el PSOE no hay apenas movimiento interno. Pero en Cataluña está encontrando un respaldo total y lo está buscando no solo en la política, sino también en el empresariado. La Moncloa ha recibido con entusiasmo el apoyo cerrado a la amnistía por parte del influyente Círculo de Economía, un foro al que todos los años acuden los principales políticos españoles, que siempre buscan su cercanía, incluidos los líderes del PP, como hace ahora Alberto Núñez Feijóo.
El Círculo respalda en una nota con mucho trasfondo la amnistía y a cambio pide a los independentistas que renuncien a la unilateralidad, precisamente la posición del Gobierno en la negociación con ERC y Junts, aunque el grupo de Carles Puigdemont insiste en que nunca renunciará a la posibilidad de volver a hacer otro procés y un referéndum no pactado. En el mismo día en que salió esta nota, Félix Bolaños, uno de los principales negociadores y persona de absoluta confianza de Pedro Sánchez, se fue de nuevo a Barcelona a reunirse con dirigentes de ERC —siempre se ve con Josep María Jové, hombre clave en todas las negociaciones, también en la investidura de Sánchez en 2020, y para quien la Fiscalía pide siete años de cárcel por malversación en el procés— y a participar en un acto de Cecot, una importante patronal empresarial de la zona del Vallés. Allí lanzó un discurso con el que intentó atraerse a los empresarios para que apoyen la “nueva etapa” que viene con el gran pacto que se está fraguando entre la coalición progresista y los independentistas para la investidura de Sánchez.
Bolaños aseguró que “hará falta valentía, responsabilidad y mucha sensatez” para cerrar este acuerdo. “Nada grande en política se hace rápido o con ruido. Nada grande en política se hace sin trabajo, mucho trabajo discreto y eficaz. Pero les aseguro que merecerá la pena, porque estamos hablando de un acuerdo que garantice el mejor futuro para Cataluña y lo haremos con diálogo”, remató después de prometer que con este acuerdo se conseguirá que vuelvan muchas empresas que se fueron con el procés y “dejar atrás una etapa de tensión social, política e institucional en la que no ganó nadie, perdimos todos”. Después de recordar la recuperación de la Generalitat con el regreso de Tarradellas, la Constitución, el Estatut, la inmersión linguística o la más reciente mesa de diálogo, el gran acuerdo con ERC, Bolaños sentenció: “cada vez que se ha sido valiente y se ha acordado entre aquellos que representan a una amplia mayoría social, esos pactos han servido para mejorar Cataluña, para hacerla más habitable, más fuerte. Estoy seguro de que seguirá siendo así.
Bolaños se encontró en el acto de Cecot con Pere Aragonés, el president de la Generalitat, justo en el momento en que ERC está haciendo público su malestar por la marcha de las negociaciones. De hecho fuentes de este partido señalaron que Aragonés tenía intención de aprovechar el encuentro para trasladar a Bolaños en privado ese malestar. ERC ha comenzado a visualizar su incomodidad. El partido de Oriol Junqueras y Aragonès considera que, a un mes para que expire el plazo para negociar, el PSOE y el Gobierno no están atendiendo sus demandas, algo que fuentes de la formación independentista resumen de la siguiente manera: se está avanzando en el fondo de la ley de amnistía pero ERC sigue sin sentirse cómoda con el relato de los hechos que hace el PSOE. Esquerra cree que ese relato abunda demasiado en el carácter ilegal del referéndum del 1 de octubre de 2017. Los republicanos exigen que el preámbulo de la ley no concluya que la votación, prohibida por el Tribunal Constitucional, implicó uno o varios delitos.
El Gobierno no transmite inquietud ante estas posiciones hechas públicas por ERC, que atribuye a la lógica negociadora y a la rivalidad con Junts, que está teniendo mucho protagonismo en esta recta final de la discusión. En La Moncloa asumen que en los próximos días habrá declaraciones y publicaciones periodísticas que puedan dar la sensación de que todo se va a romper, pero confían en que la negociación siga avanzando y pueda cerrarse cuanto antes. La fecha ideal de investidura para el PSOE es la semana del 7 de noviembre, pero no hay nada cerrado de momento y no depende de ellos, sino de la negociación. Todo podría estirarse como máximo hasta el 27 de noviembre, fecha límite antes de la repetición electoral.
ERC, que reivindica el peso de sus siete diputados en el Congreso —al igual que hace el otro gran partido independentista y rival interno de los republicanos: Junts—, pone el foco en la amnistía, pero también en lo que denominan “carpeta social” de la negociación. Esa carpeta incluye traspasos de competencias como el servicio ferroviario de Cercanías. Y los republicanos insisten en pintar de negro también esta parte de las conversaciones: señalan que el PSOE solo está ofreciendo un traspaso muy parcial de dos tramos concretos de la red de Cercanías y que no son, ni de lejos, los más conflictivos ni los que más usuarios tienen. Concretamente, ERC sostiene que solo se les ha ofrecido la gestión de un tramo en Barcelona —entre Bellaterra y El Papiol— y otro en Lleida, en la línea que comunica con el Pirineo y que ya opera Ferrocarrils de la Generalitat.
ERC tampoco observa avances en la nueva financiación autonómica, que considera vital para combatir el “déficit fiscal” de Cataluña. “De hecho, esta parte no se ha comenzado ni a negociar”, dicen los republicanos. El partido de Junqueras está preparando una propuesta en este sentido que, sostienen, incluirá mejoras de la financiación pero no exigirá la condonación del dinero aportado por el Estado dentro del Fondo de Liquidez Autonómica, una cuestión sobre la que el PP ha lanzado una alarma que según esta posición de los independentistas sería infundada.
Los republicanos señalan directamente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como responsable de la lentitud de todas las negociaciones que requieren un desembolso económico. Al igual que la financiación, los negociadores de ERC echan en falta que el Gobierno lance señales de confianza en algo que denominan “la carpeta cero” de la negociación. En este dossier incluyen las negociaciones y acuerdos que se han hecho los últimos cuatro años y que, a juicio de ERC, siguen sin cumplirse: la llamada “deuda histórica” de las infraestructuras o traspasos como el del Ingreso Mínimo Vital. “Si no se cumplen aspectos ya acordados en el pasado, es difícil negociar ahora nuevos aspectos”, remarcan estas fuentes. En cualquier caso, en el Gobierno se muestran confiados en poder acelerar la negociación en los próximos días, una vez rematado el acuerdo entre el PSOE y Sumar. La negociación ya se ha alargado mucho, casi tres meses, dos realmente con fuerza, desde la elección de la mesa del Congreso en agosto, y ahora queda la parte más difícil: rematarla desbloqueando todos los puntos más conflictivos que siempre se dejan para el final.
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