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Los socios presionan al PSOE para citar a Rajoy en la comisión de las ‘cloacas’ de Interior

El nacionalista Ferran Bel preside otra investigación en el Congreso sobre el uso irregular y político de la policía por parte de gobiernos del PP

El presidente de la nueva comisión de investigación de las cloacas de Interior, Ferran Bel, rodeado de portavoces de distintos partidos.
El presidente de la nueva comisión de investigación de las cloacas de Interior, Ferran Bel, rodeado de portavoces de distintos partidos.Marta Fernández Jara (Europa Press)
Javier Casqueiro

La nueva comisión de investigación de las cloacas policiales y políticas del Ministerio del Interior de los gobiernos del PP presididos por Mariano Rajoy se constituyó este martes en el Congreso bajo la presión creciente de los socios del Gobierno, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y Más País, de citar en la misma al expresidente popular. El PSOE duda y negocia. La decisión se tomará antes de este jueves, cuando los partidos tienen que entregar su listado de peticiones de comparecientes. El PP intenta minusvalorar esas sesiones y se siente perseguido.

La “comisión de investigación sobre las actuaciones del Ministerio del Interior durante el Gobierno del PP en relación con las presuntas irregularidades que vinculan a altos cargos y mandos policiales con la existencia de una trama parapolicial” se conformó este martes con los nombramientos de la mesa que dirigirá sus trabajos. Estará presidida por el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, un nacionalista catalán moderado y bien visto por casi todos los partidos del Parlamento, que en principio ni siquiera estaba nominado para esas sesiones. El Congreso ya ha abierto en los últimos años tres comisiones similares, relacionadas con las operaciones Kitchen y Cataluña, para indagar sobre comportamientos ilícitos de la cúpula política y policial de aquel departamento bajo el mando del exministro Jorge Fernández.

En su primer día, este martes, la comisión solo sirvió para fijar un plazo hasta este jueves para reunirse de nuevo y cerrar entonces el calendario de funcionamiento y para recoger los listados de comparecientes que reclamarán los partidos. Algunos ya lo tienen bastante claro, pero otros vacilan o quieren estudiar mejor sus estrategias a seguir, sobre todo teniendo en cuenta que la comisión recibirá más que probablemente a sus primeras comparecencias a primeros de mayo, en vísperas de la campaña electoral del 28 de mayo.

Todas las miradas están puestas en qué peticiones suscribirá al final el PSOE, que este martes se limitó por boca de su portavoz en el Congreso, Patxi López, a avanzar que están sopesando aún su postura. No quiso ser premeditadamente más concreto. El PSOE también está negociando en privado con algunos de sus aliados parlamentarios los objetivos de esos trabajos, sus límites y qué utilidad política pueden aportar algunos convocados en este contexto electoral y también institucional. Algunas formaciones, especialmente nacionalistas e independentistas catalanas, quieren aprovechar esas sesiones para esclarecer algo más el comportamiento de cargos policiales de aquella etapa del PP en Interior con relación al cierre de la Banca Privada de Andorra (BPA). Un juzgado local llegó a imputar al expresidente Rajoy, quien consiguió paralizar en los tribunales españoles su declaración como investigado en el país vecino. El PSOE ha transmitido a alguno de sus socios que no quiere aprovechar esta comisión para profundizar en ese escándalo.

En la dirección del PSOE y en el Gobierno tampoco tienen muy claro qué puede aportar ahora Rajoy que no hubiera dicho ya en su comparecencia de hace algo más de un año en la comisión Kitchen, “excepto más espectáculo y diversión”, como apuntó un dirigente socialista. El PP coincide con el PSOE solo en que esa presencia no tiene mucho sentido y señala que los socialistas y sus socios vuelven a activar este tipo de investigaciones políticas en el Parlamento “para perseguirnos”, según un miembro de su cúpula. Los populares hasta llegaron a considerar no registrar ninguna lista propia de comparecientes, pero al final sí se replantearán esa posición y la elaborarán “para poner de manifiesto la indefensión de que con esa comisión se trata únicamente de achicharrar al PP impidiendo que nadie propuesto por nosotros comparezca”, según indican fuentes populares.

El PSOE se mantiene a resguardo y a la espera de hasta dónde llega la presión de sus aliados en las próximas 24 horas. Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y Más País avanzaron este martes que entienden que la citación a Rajoy es absolutamente necesaria para aclarar el origen y sentido de algunas evidencias, pruebas, grabaciones del comisario jubilado José Manuel Villarejo y mensajes descubiertos en estos meses por EL PAÍS y otros medios sobre la presunta utilización de recursos de aquel Ministerio dirigido por Jorge Fernández para numerosas operaciones ilegales contra adversarios políticos del PP. Ningún tribunal ha castigado hasta la fecha estas actuaciones llevadas a cabo sin respaldo judicial.

El portavoz de ERC en el Congreso y en esa comisión, Gabriel Rufián, emplazó al PSOE a explicar por qué no quiere que acuda Rajoy y añadió que también le parece interesante que vaya a esas sesiones el anterior expresidente del PP, Pablo Casado. Rufián recordó que el polémico comisario jubilado José Manuel Villarejo trabajó para muchos ministros de gobiernos del PP y del PSOE y ERC sopesa llamar a responsables de ambos ejecutivos.

‘Cloacas’

“Dos nombres que tienen que estar sí o sí son Fernández Díaz y Mariano Rajoy, dos elementos clave para poder sacar a la luz lo que todos intuimos, que el PP utilizó las cloacas del Estado no solo para enriquecimiento personal, sino también para espiar a adversarios”, apostilló el diputado de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, secretario de la Mesa del Congreso. En EH Bildu también defienden que los máximos responsables políticos y policiales de aquellos años “deben comparecer”. En Más País apuntaron que les “parece bien” que se convoque a Rajoy, aunque aún están estudiando sus demandas. Otras formaciones, como la CUP, dudan de que PP y PSOE vayan a permitir determinadas exposiciones.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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