Feijóo defiende que gobierne la lista más votada pese a que el PP hace lo contrario
Si se siguiera esta fórmula, el PSOE presidiría cuatro autonomías más: Andalucía, Madrid, Castilla y León y Murcia
Alberto Núñez Feijóo sería ahora mismo el único presidente autonómico del PP si su propuesta de que gobierne el partido más votado, sea en el Gobierno central o las comunidades, se hubiese aplicado en las últimas elecciones territoriales de 2019. Una reforma que el próximo líder del PP volvió este viernes a defender y que Génova ha reincorporado a su discurso cuando le convenía y ha orillado de su ideario en momentos de extrema debilidad. Como hace tres años, cuando el PP se hundió en las urnas y buena parte de su poder institucional quedó a merced de lo que quisiera Ciudadanos y, en menor medida, Vox. “No creo en los gobiernos que se pactan en los despachos ni en un gobierno populista y nacionalista”, afirmó Feijóo en un acto en Valencia, sin referirse en ningún momento a Vox ni al pacto en Castilla y León que permitirá que la extrema derecha gobierne por primera vez una región de la UE.
El futuro presidente del PP ha defendido a lo largo de casi toda su trayectoria que gobierne la lista más votada como opción preferente. “Es una propuesta bastante antigua. Llevamos diez años defendiendo que gobiernen los que ganan las elecciones”, decía Feijóo en 2014. Sin embargo, el PP ignoró esa máxima en Canarias en 2007. El socialista Juan Fernando López Aguilar le sacó 100.000 votos a Coalición Canaria pero sus 26 escaños fueron insuficientes frente a los 34 que el partido de Paulino Rivero sumó con los populares. Las razones que dio López Aguilar, que consideró “plausible la hipótesis de un Gobierno monocolor en minoría” y recordó que Coalición Canaria llegó a gobernar con menos diputados, chocaron con el PP. La decisión la aprobó Mariano Rajoy, que en los años sucesivos acusó en sucesivas ocasiones a los socialistas de no querer respetar la opción preferente de los votantes. “El PSOE se aliará con cualquiera con tal de que no gobierne la lista más votada”, sostenía por ejemplo en la campaña de 2015.
La posibilidad de que el PP pudiese gobernar por primera vez en Andalucía en 2018, pese a haber quedado por detrás del PSOE, también ha llevado a Feijóo a revisar sus principios. “Vox no frustrará el cambio en Andalucía”, observó antes de que el partido de Santiago Abascal facilitase el cambio en la Junta. Los socialistas habrían seguido al timón de Andalucía en solitario o en coalición de haberse respetado a la primera fuerza. Lo mismo habría ocurrido en 2019 en Madrid, Castilla y León y Murcia con los primeros Ejecutivos socialistas en décadas dado que sus candidatos ganaron en votos a los del PP. La excepción en el PP habría sido Feijóo, con sus cuatro mayorías absolutas en Galicia desde 2009. “Dijimos que no era justo que, después de que los ciudadanos votaran, luego en los despachos se aliaran los perdedores para sacar de las instituciones a los que habían ganado legítimamente y en justa lid las instituciones como pasó en los Ayuntamientos de Madrid, Valencia, Valladolid, Zaragoza, Cádiz… Ya nadie se acuerda, pero nuestros candidatos ganaron”, argumentó Pablo Casado en julio de 2018, ya al frente del PP. Un año después la alianza con Cs le permitió salvar los muebles.
El veto de Albert Rivera al PSOE hizo posible la investidura de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y de Isabel Díaz Ayuso en Madrid en 2019. Ambos firmaron los peores resultados del PP en dos de los tradicionales fortines de la derecha. Los socialistas volvieron a ganar con Luis Tudanca por primera vez en Castilla y León desde 1983 con 35 escaños, seis más que el PP, y 480.000 votos, 50.000 más que Mañueco. Ángel Gabilondo también fue el vencedor de las elecciones en Madrid de mayo de ese año —no sucedía desde 1987— con 37 escaños, frente a los 30 de Díaz Ayuso, y 885.000 votos (165.000 más). Díaz Ayuso llegó a afirmar días después de los comicios que “había llegado el momento” de dejar de hablar de la “lista más votada” para liderar gobiernos, después de que su candidatura quedase segunda pero tuviera opciones de gobernar.
Lo mismo les sucedió a Juan Manuel Moreno en Andalucía y a Fernando López Miras en Murcia. Los dos barones del PP igualaron la marca más baja de escaños en sus territorios. “No puede ser que solamente se quiera respetar la lista más votada cuando le interesa a una fuerza política determinada”, decía el actual presidente andaluz en 2015, cuando el PSOE revalidó su hegemonía en una de sus comunidades fetiche. La victoria de Susana Díaz en diciembre de 2018 —con 33 escaños por los 26 del PP y 250.000 votos más que Moreno— no le sirvió para retener la Junta. La coalición con Ciudadanos y el apoyo desde fuera de Vox pusieron fin a 36 años y medio de gobiernos socialistas en Andalucía. La victoria socialista fue más ajustada —por menos de 1.000 votos— en Murcia, donde no eran primera fuerza desde 1991. La candidatura de Diego Conesa logró 17 escaños, uno más que el PP.
Hasta el reciente cambio de paradigma en Castilla y León, los pactos con Vox como sostén externo de los Ejecutivos del PP también han resultado cruciales en Madrid. Díaz Ayuso repitió el modelo que Moreno implantó en la Junta y en la capital de España se repitió la fórmula: Manuela Carmena ganó las elecciones de 2019, pero su sucesor fue José Luis Martínez Almeida. Aunque obtuvo los resultados más magros del PP, la coalición con Cs y el respaldo de Vox le permitió al PP recuperar el Ayuntamiento.
Feijóo tampoco cumplió en Ourense en las últimas municipales el compromiso que ahora predica. El PSOE fue la lista más votada pero el alcalde es Gonzalo Pérez Jácome, de un partido independiente. A cambio, el PP retuvo la Diputación.
Cuando el PSOE fue el más votado y no gobernó
El PP no ha respetado en numerosas ocasiones la propuesta que desempolva periódicamente de que sea la lista más votada la que gobierna. Una de las decisiones más sonadas se produjo en Canarias en mayo de 2007, cuando Coalición Canaria y los populares se pusieron de acuerdo para impedir un Ejecutivo presidido por Juan Fernando López Aguilar. El candidato del PSOE ganó con 100.000 votos más que Coalición Canaria y le aventajó en siete escaños (26 por 19), pero los populares permitieron la investidura de Paulino Rivero con sus 15 diputados.
Juan Barranco sí llegó a ser el alcalde de Madrid, pero no completó su mandato. El último regidor socialista de la capital de España ganó las elecciones municipales de 1987 con el 40,5% de votos (110.000 más que José María Álvarez del Manzano) y 24 concejales (cuatro más). Pero dos años después AP y el CDS (ocho ediles) juntaron sus votos para echarle con una moción de censura.
El PP igualó su peor resultado en Andalucía en 2018 pero puso fin a los 36 años y medio de gobiernos del PSOE gracias al Gobierno de coalición con Ciudadanos y el apoyo externo de Vox. Juan Manuel Moreno se convirtió en el primer presidente no socialista de la Junta.
El PP retuvo Madrid, Murcia y Castilla y León en 2019 sin ser la lista más votada. El PSOE se impuso en las tres comunidades por primera vez desde la década de los años 80, pero el veto de Albert Rivera a los socialistas fue clave para que no hubiese cambios de gobierno.
La fórmula iniciada en Andalucía de un Gobierno de coalición con Cs y el respaldo desde fuera de la ultraderecha se repitió en 2019 en Madrid y la capital de España. Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida gobernaron pese a obtener los peores resultados del PP.
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