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Echenique a Lastra: “La fábrica de conflictos es no negociar”

Las dos formaciones acuerdan intensificar la comunicación para mejorar la coordinación

El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, y la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, en el Congreso.
El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, y la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, en el Congreso.J.J. Guillén (EFE)
Javier Casqueiro

Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, se refirió al “principio de realidad” más de media docena de veces en la reunión de este miércoles ante sus interlocutores del PSOE. Se refería al concepto psicoanalítico que Sigmund Freud contraponía al del placer. En el principio de Freud, el individuo pospone sus apetitos en función de las presiones de la realidad, para adaptarse al medio y a la supervivencia. En el de Echenique, cuando aparecen los problemas y discrepancias en una coalición “hay que hablar más”, asumir que se tienen ideas diferentes y “evitar los comportamientos unilaterales”. Así lo explicó Echenique en ese encuentro bilateral que se precipitó en el Congreso para engrasar la coalición y en el que participaron 10 personas, cuatro del PSOE y seis de Unidas Podemos.

Al final de la cita, antes de que las dos delegaciones dejaran la sala del Congreso, el portavoz de Unidas Podemos resumió a modo de conclusión y advertencia cómo podrían evitarse las permanentes tiranteces que no se recatan en exponer en público los dos socios del Gobierno de coalición: “La fábrica de conflictos es no negociar”.

Echenique quería reflejar así una crítica que Podemos y otros socios habituales del PSOE, como ERC, Más País o el PNV, le achacan a la mayoría de los ministros socialistas, que piensan “que van por libre”. Les falta, aseguran, más información previa y negociación antes de llevar los asuntos y reformas al Congreso.

El principal reproche, desde Unidas Podemos al PSOE, es el de “la unilateralidad”. En la cita de coordinación del miércoles, que estaba prevista pero llevaba varios meses sin celebrarse, los representantes del partido de Pablo Iglesias expusieron que ambas formaciones representan “programas distintos e intereses muy diferentes”, pero que se pueden compaginar si la información fluye más y mejor, y si se genera confianza y una “buena relación” entre los principales interlocutores.

Los miembros de Unidas Podemos apuntaron que hay precedentes para sustentar las dos posiciones. Un ejemplo positivo fue la negociación para aprobar los Presupuestos del Estado y otro negativo, el desconocimiento de todo lo relativo a la salida de España en verano del rey emérito o la operación de fusión de Bankia y Caixabank.

El equipo socialista suele cuestionar a Unidas Podemos, y también a su grupo parlamentario, que tienen demasiadas voces operando, en ocasiones, de manera descoordinada o muy confederada. En la formación de Iglesias admiten que eso era así, con cierta sensación de “jaula de grillos”, hasta que hace un año tomó el mando de la portavocía en la Cámara baja precisamente Echenique. El grupo ha puesto en marcha un chat de su dirección, en el que está también Iglesias y los responsables de las distintas marcas para informarse de iniciativas y comparecencias públicas.

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En la mayoría de los casos, además, se contacta en persona con el propio Echenique, aunque los socialistas han comprobado alguna vez que determinados dirigentes de la formación parecen funcionar por su cuenta. A la cita del miércoles con el PSOE, además de Echenique, acudieron Jaume Asens (presidente del grupo y portavoz de En Comú Podem), Enrique de Santiago (dirigente de IU y portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso), la secretaria de Estado Ione Belarra e Irene Montero, ministra de Igualdad. Por parte del PSOE, la portavoz, Adriana Lastra, María Jesús Montero (ministra de Hacienda), el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños, y Rafael Simancas (número dos de Lastra en el Congreso.

Para el futuro, Unidas Podemos y PSOE acordaron intensificar más este tipo de contactos y establecieron tres interlocuciones bilaterales antes de elevar los problemas más graves para su solución entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, como se hace ahora. En el Congreso, la relación entre Echenique y la portavoz socialista, Adriana Lastra, es buena y casi permanente. Ahora habrá también asuntos que pasen casi a diario por los secretarios generales de los grupos, Rafael Simancas y Txema Guijarro; y en el ámbito gubernamental, por Félix Bolaños, secretario general de Presidencia en La Moncloa, y por Ione Belarra, secretaria de Estado para la Agenda 2030 del equipo de Iglesias.

Los dos socios reseñan que detrás del ruido que provocan sus discrepancias lo que sucede también es que votan siempre juntos y han pactado incluso sus diferencias sobre temas tan sensibles como la polémica comparecencia del comisario José Manuel Villarejo en la comisión Kitchen.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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