Felipe González: “Rubalcaba era leal a un proyecto político, y su compromiso nunca fue mercenario”

Un político “de verdad”, lo describe el título del libro que el exdirector de EL PAÍS Antonio Caño ha escrito sobre Alfredo Pérez Rubalcaba. Un político de otra generación y casi de otra pasta, cabría añadir, cuya biografía es la historia de la vida pública española de los últimos treinta años. Rubalcaba vivió en primera fila algunos de los grandes acontecimientos del país, como la lucha contra ETA, el 11-M, las tensiones territoriales o la abdicación de Juan Carlos I. “No le tocó hacer nada fácil”, ha resumido Elena Valenciano este jueves en la presentación del libro Rubalcaba (Plaza y Janés), que bucea en la trayectoria del político socialista fallecido hace un año como una suerte de memorias. Durante el acto, que ha reunido a la plana mayor de la vieja guardia del PSOE, el elogio a Rubalcaba parecía casi el elogio a otra forma de hacer política, diferente a la de hoy. “Rubalcaba era leal a un proyecto político, y su compromiso nunca fue mercenario”, ha expresado el expresidente del Gobierno Felipe González, que ha remarcado esa distancia respecto a los dirigentes actuales de su partido posicionándose en contra de un pacto con Bildu para los Presupuestos generales.

Rubalcaba fue casi todo, salvo presidente: diputado en seis legislaturas, ministro de Educación y Ciencia, ministro del Interior, vicepresidente y portavoz del Gobierno... En esa vasta trayectoria, el político socialista gestionó importantes crisis: el eco de algunas de ellas resuena todavía hoy, como el fin de ETA. Las preguntas de los periodistas se han centrado en este ángulo para interpelar a los tres políticos y amigos de Rubalcaba ―González, Valenciano y Eduardo Madina― presentes en la presentación del libro sobre si el exvicepresidente aprobaría hoy un pacto con Bildu para sacar adelante los Presupuestos generales del Estado. Los tres han manifestado sus dudas al respecto. El más nítido, González. El ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, escuchaba a todos desde la primera fila del público.

“Tenemos una Constitución no militante, que no excluye a nadie aunque sus ideas sean francamente anticonstitucionales, en contra de elementos básicos de la Constitución”, ha analizado el expresidente del Gobierno. “Quien saca votos para estar representado en el Parlamento tiene una indiscutible legitimidad”, ha abundado en referencia a Bildu. “Pero la pregunta es la siguiente: ¿usted estaría dispuesto a pactar con una fuerza política que pretende llevar a España a su desaparición? Si la pregunta me la hacen a mí, yo digo no. Pero eso no deslegitima su representación”, ha apostillado. Las declaraciones de la vieja guardia socialista sobre los apoyos recibidos a los Presupuestos provocaron que la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, pidiera a sus “mayores” que entendieran que ahora le toca a “una nueva generación” dirigir el partido. González se ha revuelto contra esas palabras esta mañana en una entrevista en Onda Cero: “Hace 24 años que salí del Gobierno y no represento a nadie, pero tampoco voy a consentir nunca que nadie me mande callar”.

Elena Valenciano, número dos de Rubalcaba en su etapa de secretario general, ha contado que como ministro del Interior, Rubalcaba “sufrió” la tarea de acabar de ETA, “de manera casi inhumana”, y se ha mostrado preocupada por el futuro. “Él dijo que les habíamos vencido [a los terroristas]. Pero ahora hay que ganarles políticamente. No pueden ser ellos quienes escriban la historia”. De igual forma, el exdiputado Eduardo Madina, víctima de ETA, ha alertado de que Bildu es el segundo grupo en el Parlamento vasco y las fuerzas nacionalistas e independentistas suman dos tercios en la Cámara vasca. “Hay un aviso en el proceso de cambio de la sociedad vasca que hay que tener en cuenta desde el punto de vista de la fijación de un marco de memoria”, ha considerado.

En el acto han estado presentes dirigentes de ese PSOE distante con el que dirige ahora Pedro Sánchez, como Javier Solana, Joaquín Almunia, el presidente de Aragón, Javier Lambán, o el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo. El actual secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, ha sido el único representante de la dirección actual del partido. En privado, algunos de ellos concedían que ahora son una “mayoría abrumadoramente minoritaria” en el PSOE.

Los presentes han evitado interpretar lo que pensaría Rubalcaba de la política actual y del rumbo del PSOE, y de hecho González ha contado que ha renunciado a publicar sus conversaciones y mensajes con el vicepresidente fallecido el año pasado a partir de 2015. Todos han puesto en valor las convicciones y principios firmes de Rubalcaba. “Lo que el PSOE le puede deber a Alfredo es un cierto mensaje ético. Un compromiso ético, él fue una persona que siempre fue hípe coherente con lo que pensaba... La ética Rubalcaba”, ha reflexionado Valenciano. “Evitaba las contradicciones y rechazaba el recurso al engaño como arma política. Entendía la verdadera esencia del ejercicio de la política, que es la administración de las instituciones al servicio de los ciudadanos”, ha concluido el periodista Antonio Caño.