Felipe González sale en defensa del Rey: “Ha sido impecable, prudente y neutral; nada que reprochar”

El expresidente socialista Felipe González ha salido este viernes en defensa de Felipe VI porque considera que este, en su condición de Rey y jefe de Estado de una “monarquía parlamentaria”, no debe ni puede “responder a las cosas que se dicen”. Según González, lo que al Rey le preocupa es la pandemia de la covid-19 y a propósito de esta, el expresidente ha lanzado varios mensajes de apoyo a las actuaciones recientes del Monarca, incluidas las que han provocado las críticas de algunos miembros del Gobierno de coalición de Unidas Podemos. “Si alguien ha actuado impecablemente, con completa neutralidad y prudencia, que a veces ha sido excesiva, ese ha sido mi tocayo Felipe VI”. González ofreció una conferencia de prensa en el II Foro La Toja Vínculo Atlántico, algo que no sucedía hace años. En la misma cuestionó la mala gestión de la pandemia por falta de cogobernanza y de grandes acuerdos entre los Gobiernos, las Administraciones y los partidos. Una carencia que también suscribió en el mismo foro el expresidente Mariano Rajoy.

Felipe González ha seguido este viernes por la mañana las sesiones de la segunda jornada del foro sobre cómo enfocar distintos modelos de la reconstrucción de España, Europa y el mundo tras la pandemia de coronavirus, entre ellas la charla entre Rajoy, el exprimer ministro italiano Enrico Letta y el influyente politólogo Ivan Krastev. Después, el expresidente socialista ha avanzado algunas ideas de su conferencia, prevista para la tarde, en una convocatoria a los medios de comunicación y en la que también se ha ofrecido a responder algunas preguntas, centradas fundamentalmente en las críticas recientes a la Monarquía y en la gestión de la covid-19, dos asuntos sobre los que evidenció su malestar.

Sobre Felipe VI, González incidió en que el Rey, en el sistema de monarquía parlamentaria, no tiene la opción de expresar públicamente sus opiniones o inquietudes, pero es recurrentemente interpretado. Y en su calidad de expresidente del Gobierno apeló a la expresión latina cognita causa (causa conocida por una persona competente) para señalar que sabe que el Monarca está preocupado por la pandemia y también para refrendar sus actuaciones en las últimas semanas. “Cada palo que aguante su vela”, apuntó González, y reiteró hasta en tres ocasiones que el Rey “ha sido neutral, impecable y prudente; nada que reprochar”.

En esa línea, el expresidente socialista dirigió varias invectivas contra los miembros de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición que han cuestionado la actuación del Monarca tras no acudir a un acto judicial en Barcelona. “Hay quienes han prometido lealtad sin creérselo desde el primer minuto”, indicó González, para comentar a continuación que la llamada de Felipe VI al presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, para expresarle que le habría gustado estar en el acto de la entrega de despachos no supuso “una interferencia" en el poder ejecutivo, que fue el que adoptó la decisión de que no asistiera al acto de Barcelona. Sobre las críticas al Rey del ministro de Consumo, Alberto Garzón, González tiró de ironía y sarcasmo: comentó que Garzón tenía el “privilegio” de estar “en un ministerio que mucho trabajo no le da y tiene mucho tiempo para pensar”. Y recordó que ese ministro y los demás juraron o prometieron sus cargos “con lealtad” al Rey y buscan este tipo de enfrentamientos “para distraer”, al no tener capacidad, dijo exjefe del Gobierno, para hacer otras cosas.

Sobre los problemas en la gestión de esta fase de la pandemia, el expresidente González se agarró a unas palabras que anteriormente había dicho Rajoy sobre que el mayor culpable siempre es el que más responsabilidad tiene. “Si cada uno de nosotros tiene la inclinación de defender a los nuestros, podemos llegar a la conclusión de que a los de todos no los defiende nadie”, recalcó, para corroborar que se gobierna para todos los ciudadanos y no solo para “los nuestros”. “El 80% de los ciudadanos están esperando que se pongan ustedes de acuerdo”, insistió González dirigiéndose a los responsables políticos, que calificó como presuntos “proveedores de certidumbres”. El exdirigente socialista reiteró que ningún experto mundial ha encontrado aún el color político del virus y, por ello, defendió la necesidad de buscar respuestas desde la cogobernanza “con acuerdos transversales y entre las distintas instituciones, gobiernos y sectores de la sociedad”.

González afirmó que España ha fallado por la imposibilidad de llegar a “consensos”, que se han labrado mejor en otros países de nuestro entorno, como Portugal e Italia, porque aquí “domina la crispación”. El expresidente apuntó que en España no se había hecho bien el desconfinamiento y ante el desconocimiento de cómo está evolucionando el virus, volvió a requerir a los principales dirigentes del país no solo que hagan un gran pacto, “porque no sería suficiente”, sino entrar en una dinámica de pactos sucesivos en todos los niveles "y eso obliga a un acuerdo al máximo nivel”.

A la pregunta de si el Ejecutivo central podría haber hecho dejación de responsabilidades ante la Comunidad de Madrid, el expresidente afirmó que la cogobernanza de la descentralización ha llevado en España a una situación de “centrifugación del poder y a reinos de taifas” que no solo promueven partidos independentistas, en alusión al Gobierno madrileño que dirige la popular Isabel Díaz Ayuso. Pero el expresidente tampoco entiende cómo es posible que, después de siete meses de la primera declaración del estado de alarma, el Gobierno central y el Ministerio de Sanidad no hayan conseguido aún ofrecer “en tiempo real la incidencia de la pandemia en todas las partes del territorio” pese a que existen medios tecnológicos para ello.

La receta de Rajoy

Antes de González, el expresidente popular Mariano Rajoy ofreció su visión sobre la gestión de la pandemia. El exlíder del PP defendió que habría sido capital “haber llegado a un consenso entre las distintas Administraciones y fuerzas políticas”. Rajoy consideró positiva la declaración en marzo del estado de alarma y dio su receta para afrontar graves crisis como la actual: “Acertar en el diagnóstico; estar preparados; intentar conseguir la complicidad de la gente y promover acuerdos pase lo que pase”.

Para Rajoy, la mayor responsabilidad ante la covid-19 la tiene quien “ocupa el puesto más alto” y se reservó para su intervención final una diatriba contra los populismos en España y una defensa del Rey y de la Monarquía frente a los que la “ponen en tela de juicio” y critican "todo lo que se ha hecho en estos últimos 40 o 50 años”. El expresidente remachó: “Los que creemos en la Constitución tenemos que defenderla. La Constitución supuso la reconciliación de muchos españoles que estuvieron enfrentados. Quiero mostrar aquí mi apoyo a la Constitución, a las normas, a las reglas de juego, a la Monarquía y a las instituciones”. Los asistentes presenciales al foro, algo más de medio centenar de directivos de las grandes empresas del país, se levantaron a una y se concedieron un gran aplauso colectivo durante unos minutos.