¿Trabajo y felicidad son compatibles?
La vuelta de las vacaciones puede ser un buen momento para reflexionar sobre las frustraciones de la vida laboral. Algunos estudios sugieren claves que hacen de la oficina un lugar mejor
Hace dos milenios y medio, Confucio ya decía: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día en tu vida”. Probablemente en aquel tiempo ya era casi una utopía poder disfrutar de algo que, en la inmensa mayoría de los casos, se hace por necesidad y obligación. Si observamos las estadísticas actuales, sin embargo, la situación es más positiva de lo que cabría imaginar. En Estados Unidos, se calcula que dos terceras partes de la población activa se sienten satisfechas con su trabajo. Esto contrasta con España, donde una encuesta reciente del Instituto Nacional de Estadística señala que seis de cada diez trabajadores manifestaron no ser felices en su jornada laboral.
Estas cifras tienen un valor relativo, pero sirven para darnos cuenta de que millones de personas no disfrutan de la actividad que se lleva gran parte de las mejores horas de su semana. ¿Hay algo que se pueda hacer para remediarlo? De distintos estudios se pueden extraer pistas que ayudan a configurar las condiciones que ayuden a que las personas se sientan más felices a la hora de realizar tareas profesionales.
− Un ambiente laboral amistoso y positivo es clave, más allá de cuál sea la actividad. Por el contrario, los entornos laborales con estrés constante, crispación y hostigamiento son fábricas de infelicidad. Sentirnos queridos y valorados en el lugar de trabajo —el llamado salario emocional— es una necesidad psicológica.
− Que el trabajo tenga un propósito beneficioso para la sociedad contribuye a que uno se implique con mayor placer en la actividad, afirma la psicóloga social Elizabeth Dunn, que tiene una charla TED acerca de cómo ayudar a los demás nos hace más felices.
– La sensación de crecimiento personal ayuda a que el trabajo se convierta en un espacio de motivación. Sentir que aprendemos y que podemos desarrollar nuestras capacidades es un estímulo muy valioso, motivo por el que muchas compañías de Silicon Valley ofrecen a sus empleados toda clase de formaciones y actividades.
– Podríamos añadir la necesaria conciliación personal, que posibilita separar claramente la vida privada de la laboral, aunque también es cierto que, cuanto más nos apasiona una actividad, más horas tendemos a invertir en ella. Así, las personas “casadas con su trabajo” acaban desatendiendo otras parcelas de su vida, haciendo de la profesión su único refugio.
La infelicidad laboral que sufre gran parte de la población ha generado recientemente la aparición de una figura denominada “director/a de felicidad”, como complemento o alternativa a “recursos humanos”. En España, uno de los programas pioneros para formar a directivos es el Chief Happiness Officer de la UNIR, creado y dirigido por Andrés Pascual, autor del manual Líder del bienestar. La persona que ostenta este cargo parte de la base de que invertir en el bienestar de la plantilla reducirá las bajas laborales y la temida rotación, que obliga a formar constantemente a nuevos empleados, con lo que se pierden recursos y productividad.
Las siguientes son algunas de las medidas que Andrés Pascual propone a quienes dirigen equipos para aumentar el bienestar físico, emocional y social en el trabajo:
Promover el autoconocimiento. No se puede liderar a otros sin liderarse primero a uno mismo. El trabajo personal de quien lleva un equipo, por lo tanto, redunda en el beneficio de todos. Saber dónde puede brillar mejor cada cual es un buen punto de partida para la eficacia y las buenas relaciones.
Escuchar activamente. Solo podemos detectar los problemas a tiempo si prestamos verdadera atención a lo que sucede a nuestro alrededor. En ese sentido, Alberto Cabezas-Castellanos, CEO de Gauss & Neumann, empezaba las jornadas haciendo tres preguntas a cada empleado: “¿Cómo estás?, ¿en qué estás? y ¿cómo puedo ayudarte?”.
Confiar y reconocer. La libertad para tener iniciativa y sentir que nuestras aportaciones son apreciadas es otro ingrediente clave para el bienestar y la motivación en el trabajo.
Promover la pasión. Retomando la frase de Confucio, hacer de la jornada laboral una experiencia apasionante es la mejor manera de atraer y fidelizar el talento. Para ello, las personas que dirigen han de transmitir entusiasmo por lo que hace la empresa, cómo lo hace y que sea un lugar al que nos sintamos orgullosos de pertenecer.
La importancia de un espacio agradable
— En su libro La oficina en casa, la doctora en Biología Elisabet Silvestre aborda los desafíos del teletrabajo.
— Aconseja separar el espacio de trabajo del resto de la vivienda, establecer un horario riguroso, poner plantas de interior y contar con una iluminación y un aislamiento sonoro adecuados. Tomar descansos activos, levantarse de la silla y airearse es también importante para mantener la salud del cuerpo y la mente.
Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicología.
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