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24 horas de planes en Valencia: de un paseo en bici junto al Túria a una paella en Ruzafa

Una ruta por un río reconvertido en jardín hasta las playas urbanas, una exposición dedicada a Sorolla, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y otras visitas imprescindibles

Valencia El Viajero
Por el antiguo cauce del Túria, en Valencia, convertido en parque, corren, pasean y pedalean valencianos y turistas.Mònica Torres

Valencia ha desviado el cauce del río Túria al sur de la ciudad y, por otro lado, se ha acercado al Mediterráneo. No hace mucho tiempo las playas del Cabanyal y de la Malvarrosa quedaban lejos del centro urbano y casi eran consideradas como de otro mundo. Un mundo salino y de pescadores, iluminado por una luz que el pintor Joaquín Sorolla convirtió en su inspiración, en su geografía. Este 2023 se celebra el centenario de su muerte y se le honra con libros, como Cómo cambiar tu vida con Sorolla (Lumen), del periodista y escritor César Suárez, y con exposiciones, como la que se puede ver en el Palacio Real de Madrid hasta el 30 de junio, Sorolla a través de la luz, y Sorolla. Orígenes, en el Museo de Bellas Artes de Valencia hasta el 11 de junio, entre otras.

Hoy, por el antiguo cauce del Túria corren, pasean y pedalean valencianos y turistas. Los mismos que recorren con curiosidad y desconocimiento lo que fueron poblados marítimos habitados por gentes que vivían del mar. Vivir como sinónimo de trabajar y antónimo de disfrutar como en la actualidad lo hacen los bañistas y paseantes, helado en ristre, por el paseo marítimo. Un paseo por el que discurre un carril bici, igual que lo hace otro por el cauce sin agua. Por la ciudad y alrededores hay 170 kilómetros de carril bici y 32 ciclocalles. Las 24 horas que a continuación proponemos pasar en Valencia se pueden hacer subido en una bicicleta. Medio de transporte integrado y asimilado, entre otras prácticas, que le ha validado ser designada capital verde europea en 2024.

9.30 Un desayuno federal

Si se tiene la suerte de poder llegar a Valencia en tren hay tiempo para desayunar en Federal Café (1) (Embajador Vich, 15). Un local tranquilo y escondido, en el que se puede leer la prensa, en el barrio medieval de El Carmen, muy cerca de la triangular plaza del Ayuntamiento, el Mercado Central (2) y la Lonja de la Seda (3). Patrimonio arquitectónico que se ve desde fuera.

Terraza en la plaza de Tossal, en el barrio valenciano de El Carmen.
Terraza en la plaza de Tossal, en el barrio valenciano de El Carmen. Michael Brooks (Alamy)

Si se quiere contemplar la Capilla Sixtina valenciana hay que entrar en la iglesia de San Nicolás (4) y alzar la vista para ver los frescos barrocos que decoran sus bóvedas y ábsides.

Frescos barrocos en la bóveda de la iglesia de San Nicolás de Valencia.
Frescos barrocos en la bóveda de la iglesia de San Nicolás de Valencia.JESUS MARIA ERDOZAIN GOMEZ (Alamy)

Otra visión, más mundana, es la panorámica desde las góticas Torres de Serranos, puerta de acceso y salida a la antigua ciudad amurallada, precedida por el refugio antiaéreo (5) (Serranos, 25) y fácil de ubicar por su rótulo en letras art déco. Al otro lado de las torres se encuentra el puente del mismo nombre y el antiguo cauce del río Túria.

10.00 Un río que es un jardín

El cauce urbano por el que hasta los años cincuenta del siglo XX corría y se desbordaba el Túria hoy es un parque estrecho de unos nueve kilómetros de largo. Un recorrido que reproduce un paisaje fluvial poblado de palmeras, naranjos, pinos, plantas aromáticas, estanques, fuentes, pistas deportivas y rosales. Un jardín con la fisonomía de una serpiente en el que, de oeste a este, se suceden el Bioparc (6), el parque de Cabecera (7), las Torres de Serranos (8) (punto por el que recomendamos acceder al parque), el Museo de Bellas Artes (9), el Palau de la Música (10), el parque infantil Gulliver (11) y la Ciudad de las Artes y las Ciencias (12). Este reptiliano jardín del Túria es una domesticación de la naturaleza útil, práctica y beneficiosa para la ciudad y sus ciudadanos.

Varios niños se deslizan por uno de los toboganes del parque infantil Gulliver.
Varios niños se deslizan por uno de los toboganes del parque infantil Gulliver.Jorge Gil (Europa Press / Getty Images)

Antes de llegar al Museo de Bellas Artes se pasa por debajo de los puentes de Madera y de la Trinidad. Desde aquí y hasta el parque Gulliver, previo paso por el Palau de la Música, se cruzan más puentes: del Real, de la Exposición, de las Flores, de Aragón, del Ángel Custodio y el del Reino, flanqueado por unas gárgolas tan grandes como fotogénicas.

11:30 ‘Esmorzaret’ en Ruzafa

El almuerzo es una costumbre que se discute poco en Valencia, del mismo modo que Ruzafa es un barrio céntrico y cotizado. En una agradable plaza junto al mercado del mismo nombre se encuentra Doña Petrona (13) (Padre Perera, 5). Se trata de una casa de comidas nostálgica que mezcla la cocina valenciana con la argentina o, como ellos dicen, la de acá y la de allá.

12.30 La ciudad anfibia

La Ciudad de las Artes y las Ciencias, dentro del antiguo cauce del Túria, es un complejo en el que sus construcciones parecen criaturas marinas gigantescas sacadas de una novela de Julio Verne. Esta ciudad de ficción está compuesta por Les Arts (14), centro cultural que acoge ópera, danza y conciertos; el Hemisfèric (15), con el cine IMAX y el planetario; el Museo de las Ciencias (16), que alberga exposiciones interactivas en torno a la ciencia y la tecnología; el centro cultural Caixa Forum (17); y el Oceanogràfic (18), una sucesión de acuarios que albergan los ecosistemas marinos más importantes del mundo. Visitarlo podría llevar, si uno así lo desea, un día completo.

14.30 Paella o arroz para comer

Sentarse en torno a la mesa con una paella, la tradicional sartén valenciana, en el centro de la misma, es un acto social, un encuentro con amigos o familiares. En Valencia hay muchos restaurantes en los que degustar una paella o un arroz, que no son lo mismo. En Ruzafa se encuentran los restaurantes Borja Azcutia (19) (Almirante Cadarso, 16) y Goya Gallery (20) (Borriana, 3), dos sitios que le tienen muy bien cogido el punto al arroz. El primero es más informal que el segundo. Otra opción es ir a comer a los poblados marítimos; Nazaret, que no tiene costa, Cabanyal y Malvarrosa.

17.00 Poblados marítimos

En esta ciudad el mar es una promesa a la vuelta de la esquina. Las avenidas de Blasco Ibáñez y de los Naranjos dan a parar al Cabanyal (21) y a la Malvarrosa (22). Dos antiguos poblados de pescadores en los que se conservan las casas de colores de estilo modernista popular y que dan nombre a las playas urbanas de Valencia. Arenales mediterráneos que el pintor valenciano Joaquín Sorolla convirtió en el motivo de su pintura y cartografió su geografía emocional. Para saber más sobre el vínculo entre Sorolla y Valencia es muy recomendable hacer una visita guiada y cultural con María Hernández-Reinoso (MHR).

Una tranquila tarde de domingo en la playa valenciana de la Malvarrosa.
Una tranquila tarde de domingo en la playa valenciana de la Malvarrosa. Chris DoAl (ISTOCKPHOTO / GETTY IMAGES)

No muy lejos, ajeno a ese ambiente de aquel mundo desaparecido, se encuentra La Marina (23). Un centro de ocio en el puerto que se conoce como Veles e Vents (24) y que convive con los antiguos tinglados portuarios y el histórico edificio del Reloj (25).

20.30 Un lugar de encuentro

En la planta menos uno del modernista y gastronómico mercado de Colón (calle de Jorge Juan, 19), ajeno y a salvo del jaleo de la planta principal, se encuentra el relajado Ma Khin Café (26). Este restaurante apuesta por una cocina de encuentro entre la gastronomía del sudeste asiático y la del Mediterráneo. La familia del propietario de este negocio es de origen birmano, de ahí el aroma y el sabor de los platos de su carta.

22.30 Duda crepuscular

A la hora de pasar la noche se puede optar por un apartamento o por una habitación de hotel. SingularStays (27) (avenida Peris y Valero, 99), en el Eixample, junto a Ruzafa, apuesta por las estancias con encanto en apartamentos turísticos céntricos que cuentan con espacio de trabajo compartido y una terraza en la azotea en la que tomar algo. El hotel Eurostars Rey Don Jaime (avenida Baleares, 2) se encuentra junto al Jardín del Túria, a la altura del parque infantil Gulliver, y a 10 minutos andando de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Esa ubicación y la filosofía del alojamiento hacen del mismo un lugar ideal para familias.

Cómo ir

Uno de los medios de transporte más prácticos y respetuosos con el medio ambiente para viajar a Valencia es el tren. En la estación Joaquín Sorolla operan tres compañías ferroviarias:

La modernista estación del Norte, que se encuentra más bien al sur de la ciudad, es la estación de los trenes de cercanías a Gandía, Mogente, Utiel, Xirivella, Caudiel y Castellón de la Plana. Un buen plan para ampliar la escapada.

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