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El blog de viajes
Por Paco Nadal

De la Lonja de la Seda al palacio de Sobrellano, seis edificios civiles y monumentales españoles de visita imprescindible

El patrimonio arquitectónico en España no se limita a iglesias, catedrales y grandes fortalezas. También hay casas de indiano, obras de ingeniería, construcciones gremiales y espacios de ocio

Canfranc
Varias personas pasan delante del edificio de la antigua estación de tren de Canfranc, hoy hotel de cinco estrellas de la cadena Barceló, cubierta por la nieve acumulada.JAVIER BLASCO (EFE)
Paco Nadal

Desde lonjas góticas a estaciones de tren modernistas pasando por residencias privadas que parecen sacadas de un cuento de hadas. Más allá de la religiosa o la militar, la arquitectura civil también ha legado al catálogo de monumentos españoles un montón de lugares reseñables.

Estos son seis buenos ejemplos de visita imprescindible.

Lonja de la Seda (Valencia)

Puede parecer un recinto religioso del gótico más espléndido, pero este es uno de los mejores edificios civiles del antiguo reino de Valencia, dedicado a Dios, aunque a otro: el dinero. Se comenzó a construir en 1483 según el proyecto del maestro Pere Compte, y hoy la Lonja de la Seda de Valencia es la exaltación del poder que llegó a tener la burguesía comercial valenciana del siglo XV. Una verdadera obra maestra del gótico civil, emparentada con la de Palma (Mallorca) y declarada patrimonio mundial de la Unesco en 1996.

Columnas del Salón de Contratación de la Lonja de la Seda de Valencia, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica civil en España.
Columnas del Salón de Contratación de la Lonja de la Seda de Valencia, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica civil en España. Alamy Stock Photo

Nada más entrar maravillan las 24 columnas del Salón de Contratación, donde los antiguos comerciantes colocaban sus tenderetes en espera de clientes. Desde el salón, una puerta de cristal da paso al Patio de los Naranjos, un relajado espacio con una fuente rodeada de naranjos y cipreses. La lonja valenciana fue construida en tan solo 15 años, según reza una leyenda tallada por el arquitecto en las paredes del columnario.

Casino de Murcia

Arabescos en el patio interior del casino de Murcia, edificio del siglo XI construido en estilo neonazarita.
Arabescos en el patio interior del casino de Murcia, edificio del siglo XI construido en estilo neonazarita.Alamy Stock Photo

Hasta la mitad del siglo XX, la vida social murciana discurría, como en toda buena ciudad de provincias, en torno al casino, construido en 1847 en estilo neoclásico. Tras una larga restauración, continúa siendo el edificio público más destacado de la ciudad. Un patio neonazarita construido a principios del siglo XX por el escultor Manuel Castaños inspirándose en las suites reales de la Alambra granadina sirve de transición entre el vestíbulo y los salones centrales. La biblioteca guarda el mismo ambiente silencioso y ceremonial que cuando fue inaugurada en 1916. El tocador de señoras es otra soberbia pieza decimonónica, decorada con frescos alegóricos a la noche y a la diosa Selene. Pero la pieza más noble del edificio es el Salón de Baile, con su lámpara de araña de 110 bombillas y 620 piezas diferentes de cristal tallado que ha sido testigo privilegiado de los mejores acontecimientos sociales de Murcia.

Castillo de Butrón (Bizkaia)

Vista del castillo de Butrón (Bizkaia), construido en el siglo XIX por el marqués de Cubas.
Vista del castillo de Butrón (Bizkaia), construido en el siglo XIX por el marqués de Cubas. Alamy Stock Photo

Parece una fortaleza bávara sacada de los Alpes y trasladada tal cual a las suaves colinas vascas. El castillo de Butrón es uno de los más famosos e incongruentes de Bizkaia. Porque su origen es medieval, pero lo que hoy vemos es un pastiche historicista. En 1879 su propietario, Francisco de Cubas y González-Montes, marqués de Cubas, mandó levantar sobre las ruinas medievales un castillo de cuento de hadas que nada tenía que ver con la tipología constructiva de las fortalezas vascas, y sí mucho con una imaginación de opereta. Su alta torre del homenaje, presidiendo todo el conjunto, y sus infranqueables muros resultaron a la larga poco prácticos para ser habitados. El interior es tan exiguo que a muchas estancias hay que entrar por pasarelas exteriores. Además, está rodeado por un jardín con especies botánicas. Se usaba para rodajes y celebraciones de bodas y eventos hasta que el año pasado la inmobiliaria que tenía la propiedad se lo vendió a un magnate desconocido. El castillo está en Gatika, a unos 20 kilómetros al norte de Bilbao. El interior no es visitable. Sí lo son, y gratuitos, los exteriores y jardines.

Estación internacional de Canfranc (Huesca)

Interior estación internacional de Canfranc, reconvertida ahora en un hotel.
Interior estación internacional de Canfranc, reconvertida ahora en un hotel.EDUARDO MCONDE

Nueva vida para uno de los edificios emblemáticos del Pirineo aragonés. La estación internacional de Canfranc, una soberbia instalación ferroviaria inaugurada en 1928 por el rey Alfonso XIII como parte de la línea férrea que unía España y Francia por el Pirineo central, llevaba décadas de abandono y desidia. Un gigantesco y atípico edificio que llena casi por completo las estrecheces del valle del alto Aragón con su marcado carácter clasicista, recuerdo de los palacios franceses del siglo XIX, y que desde el cierre de la línea del Somport en 1970 solo recibía por el lado español al Canfranero, un tren regional de media distancia que parte a diario de Zaragoza. Y desde hace algo más de un año, ni eso, ya que en abril de 2021 se inauguró una nueva estación término para él.

El colosal edificio de la Estación Internacional ha sido finalmente reformado y reconvertido en un hotel de 5 estrellas del grupo Barceló, recientemente inaugurado. Un nuevo alojamiento que, sin duda, contribuirá a revitalizar uno de los valles más bellos y carismáticos de Aragón. El acceso al nuevo vestíbulo de Canfranc es libre, aunque uno no esté alojado. También se pueden disfrutar del bar y la cafetería, fuera de los horarios de desayuno y comidas del hotel.

Casa Torre de los Varona (Álava)

La Casa torre de los Varona, en Villanañe, fue construida en el siglo XVI sobre una loma que domina la campiña.
La Casa torre de los Varona, en Villanañe, fue construida en el siglo XVI sobre una loma que domina la campiña. Alamy Stock Photo

Villanañe es un pequeño, apacible y casi desconocido pueblo al sur de Álava. Allí se encuentra la torre-palacio de los Varona, uno de los mayores conjuntos fortificados del País Vasco. Se trata de un palacio-castillo levantado en el siglo XVI sobre una loma que domina la campiña. Ha estado siempre en uso por los descendientes de los Varona, por lo que ha llegado a nuestros días en cierto buen estado de conservación. El nombre proviene de una de las mujeres de la familia feudal propietaria del castillo, personaje de armas tomar que en una batalla logró hacer prisionero al rey Alfonso I, lo que le valió el sobrenombre de “La Varona”. Por dentro conserva parte del mobiliario original y por fuera, la barbacana almenada y el llamativo foso, al que dos puentes ayudan a vadear.

Palacio de Sobrellano (Comillas)

El exterior del palacio de Sobrellano, en la localidad cántabra de Comillas.
El exterior del palacio de Sobrellano, en la localidad cántabra de Comillas.Alamy Stock Photo

Comillas fue una importante villa de pescadores, pero también solar de muchas familias nobiliarias cántabras y cuna de importantes hombres de iglesia. Uno de sus vecinos más ilustres fue Antonio López y López, joven de familia humilde que emigró en 1831 a Cuba. Allí empezó como mozo de abarrotes y terminó convertido en el hombre más rico de España en su época. Íntimo amigo y financiador del rey Alfonso XII —el monarca pasó dos veranos en Comillas invitado por López—, mandó construir el palacio de Sobrellano, también conocido como palacio del marqués de Comillas, como residencia veraniega de su familia y de sus ilustres invitados. El arquitecto catalán Joan Martorell diseñó una mansión señorial desbordante de lujo y tamaño donde los estilos se superponen en un ecléctico pastiche neogótico, neonazarita, modernista y neobarroco. De nada faltó en el palacio (el mismo Antoni Gaudí diseñó algunos de los muebles), pero la repentina muerte del marqués en 1883 le impidió disfrutarlo. La iglesia rojiza anexa es el panteón familiar, donde están enterrados el indiano Antonio López y su familia. Hoy es una de las visitas inexcusables cuando se viaja por la costa cántabra.

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