Tu pueblo como garantía de derechos
Hablamos con la técnica del proyecto Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos (CDDHH) sobre cómo las urbes catalanas luchan para la justicia global
El papel de los gobiernos locales y la función social de la ciudad en la promoción de los derechos humanos es hoy indiscutible. El rol municipalista en materia de defensa de los derechos empezó a desarrollarse en la década de los noventa, con la redacción de la Carta por los Derechos Humanos de Gwangju, en Corea del Sur. Megaurbes como Ciudad de México, se unieron rápidamente con la Carta por el Derecho a la Ciudad para garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos; y otras ciudades norteamericanas como Montreal también realizaron esfuerzos tempranos para garantizar los derechos humanos y monitorear sus responsabilidades bajo el derecho internacional.
Ya en 1998, Barcelona redactó la Carta europea para la salvaguardia de los derechos humanos en la ciudad, pidiendo "el reconocimiento político como actores clave en la salvaguarda de los derechos humanos" y mostrando el compromiso de los municipios europeos con los derechos humanos. La Carta fue finalmente adoptada en Saint-Denis en el año 2000; y desde entonces, las autoridades locales y la sociedad civil europea han consolidado los contextos urbanos como espacios de lucha y defensa de derechos. Así, en 2011, se adoptó la Carta-Agenda Global de Derechos Humanos en la Ciudad, el primer documento global que proporcionó un plan de acción concreto para apoyar a los gobiernos locales en su promoción y defensa de los derechos humanos en la ciudad. Y emergieron iniciativas tan necesarias como el de Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos (CDDHH), un proyecto gestionado por la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado (CCAR), y articulado por el Fons Català de Cooperació al Desenvolupament (FCCD), sobre el que nos habla su técnica responsable, Constanza Schinteie.
- P. ¿Cómo surge el proyecto Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos?
- R. Nace en 2013 bajo el impulso del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat con el objetivo de visibilizar y acompañar la tarea de los defensores y defensoras de los derechos humanos, dar a conocer sus luchas y las causas estructurales de los conflictos y aumentar el conocimiento, la promoción y la defensa de los derechos humanos entre la ciudadanía catalana. Y actualmente el proyecto cuenta con la participación de 27 municipios, 6 entidades y 3 instituciones.
El proyecto parte de la responsabilidad y del papel fundamental que tienen los municipios en la promoción y garantía de los derechos humanos, tal como queda recogido en la resolución 60/161 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 16 de diciembre de 2015, que entre otros aspectos, pide que "los Estados adopten todas las medidas necesarias, a nivel local y nacional, para garantizar la protección de los defensores de los derechos humanos, en particular en épocas de conflicto y de mantenimiento de la paz".
- P. ¿Cómo se eligen los defensores y defensoras que acercáis a las ciudades que forman parte del proyecto?
- R. Se escogen de manera colectiva en reuniones plenarias donde participan y tienen voz y voto todos los actores del proyecto. A la hora de invitar a las personas defensoras, priorizamos una serie de temáticas y derechos que se considera importante abordar y visibilizar, los cuales se orientan en base a los planes directores de cooperación de los ayuntamientos, las actividades que se realizan en materia de solidaridad y educación para la transformación social en cada municipio y el tejido asociativo de cada territorio. Siempre buscamos un equilibrio de género, geográfico y temático. Muchas veces se propone a las personas defensoras porque hay conocimiento o trabajo previo por parte de algún municipio, entidad o institución.
Desde 2013 hemos invitado a 65 personas defensoras de derechos humanos, de un total de 33 países de todo el mundo, muchos de los cuales están amenazados, perseguidos y han sido privados de libertad. Trabajan, se organizan y luchan por defender los derechos de las mujeres, del colectivo LGBTI, la paz, las personas migradas y refugiadas, las minorías étnicas y nacionales, la libertad de expresión y opinión, la memoria histórica, la autodeterminación, o una vida digna. Sin embargo, se han hecho 8 campañas de apoyo para exigir la liberación de defensores y defensoras encarceladas por defender derechos civiles y políticos. Actualmente tenemos 4 campañas activas.
- P. Qué actividades realizan las ciudades para difundir y sensibilizar sobre las situaciones de vulneraciones de derechos humanos entre la ciudadanía en general? ¿Qué áreas municipales se suelen encargar de esto?
- R. Las ciudades participantes en el proyecto tienen un papel fundamental en el desarrollo de las actividades para la difusión, promoción y la defensa de los derechos humanos entre la ciudadanía de las ciudades participantes, con el fin de vincular las luchas globales con las locales y fomentar una ciudadanía crítica, solidaria y comprometida con la justicia global y la eliminación de las desigualdades sociales. Principalmente, las áreas de cooperación y solidaridad de los ayuntamientos, son las que se encargan de articular las actividades en los municipios, muchas veces en coordinación con otras áreas como juventud o feminismos.
- P. ¿Y qué impacto tiene, entre la ciudadanía, el conocimiento de las luchas que estos activistas tienen en los diferentes países de los que proceden?
- R. Consideramos que tiene un impacto muy positivo entre la ciudadanía catalana, principalmente hacia las personas jóvenes, dado que tienen la oportunidad de conocer de primera mano a personas que organizan y denuncian situaciones de vulneraciones de derechos y trabajan por la construcción de un mundo mejor; más justo, equitativo y sostenible. La capacidad de sensibilizar y acercar las realidades de otros países, así como visibilizar las causas y raíces de los conflictos y la corresponsabilidad que tenemos desde los países del Norte en las desigualdades, amplía conciencias, permite la reflexión y el debate y generar una educación enfocada en la transformación social.
El proyecto pretende ser una herramienta de educación para la transformación social en clave de justicia global y solidaridad. Se promueve tener una visión más crítica de la realidad que nos rodea y la necesidad de organizarnos para exigir los derechos humanos, de manera global y local, promoviendo el activismo de la ciudadanía como personas defensoras de los derechos humanos.
- P. ¿Cómo ha afectado la Covid19 al programa 2020?
- R. Adaptamos al proyecto a la virtualidad y hemos desarrollado actividades virtuales de sensibilización e incidencia política y social, que consideramos que han tenido un gran impacto y éxito y que durante este 2021 queremos continuar impulsando, siendo conscientes de que todavía hay muchas limitaciones debido a la Covid-19 y que desgraciadamente no podremos contar con actividades presenciales.
- P. Y más allá de vuestro proyecto, ¿cómo creéis que ha afectado la Covid19 a la situación de los derechos humanos en general?
- R. Los riesgos, las amenazas y ataques contra los defensores y las defensoras de derechos humanos han aumentado durante la pandemia, y no ha cesado su criminalización y represión, tal como indica Amnistía Internacional en el informe "Atreverse a defender los derechos humanos durante la pandemia". En algunos países, incluso se ha aprovechado la situación de pandemia por criminalizar a activistas criticas con la gestión de los gobiernos. Amnistía ha identificado a 131 personas de todo el mundo que han sido víctimas de hostigamiento, enjuiciamiento, homicidio o encarcelamiento bajo pretextos relacionados con la Covid-19. Sin embargo, algunos gobiernos han utilizado la pandemia para reprimir a la población, incrementar los ataques contra personas defensoras y reduciendo aún más el espacio de la sociedad civil. La situación de las activistas encarceladas durante la Covid-19 también ha sido muy preocupante; gobiernos que han dejado en libertad a personas encarceladas para reducir el riesgo de contagio han excluido defensores y defensoras de derechos humanos, poniendo de manifiesto el carácter político de su encarcelamiento.
La Covid-19 ha puesto de manifiesto la interconexión entre las diferentes problemáticas sociales en todo el mundo y la falta de garantía y protección de los derechos humanos, especialmente de los colectivos históricamente más vulnerabilitzados. También ha puesto en evidencia la crisis económica, social y ambiental provocadas por las políticas neoliberales, que pone por sobre los intereses económicos antes que la vida de las personas, como se evidencia ahora con el reparto desigual de vacunas entre países y el acaparamiento de países del Norte Global, tal como denuncia la OMS.
Sin embargo, se ha visibilizado la importancia de luchar por el desarrollo de políticas y servicios públicos de calidad y la construcción de sociedades más justas, equitativas y sostenibles, poniendo en valor el papel fundamental que tienen las personas, comunidades, activistas y defensoras de derechos humanos todo el mundo.
- P. Y para terminar, ¿qué planes tiene el proyecto CDDHH para este 2021?
- R. La edición del 2021, será eminentemente virtual, ya que se debe tener en cuenta que continúan las restricciones de movilidad y de encuentros para la Covid-19 y que, además, desgraciadamente hay un desequilibrio entre países del Norte Global y del Sur Global a la hora de acceder a las vacunaciones y en relación a las restricciones de movilidad, lo que dificulta poder invitar a personas defensoras de países terceros de fuera de la Unión Europea. Por lo tanto, contaremos con actividades de sensibilización, comunicación e incidencia virtuales durante todo el año, con la participación de defensores y defensoras de derechos humanos, por una parte, que se encuentran en sus países de origen y por otro lado, con defensores y defensoras acogidas en programas de protección estatales de manera temporal. Os invitamos a que visitéis nuestra web y las redes sociales del proyecto para estar al día de todas nuestras acciones.
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