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Lactancia materna: ¿cómo ayuda a dormir al bebé?

Dar el pecho aporta al recién nacido hormonas, como la melatonina, que favorecen el descanso, además de relajar al niño gracias al contacto con la madre

Una madre da el pecho a su bebé.
Una madre da el pecho a su bebé. pexels
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El sueño nocturno reparador del bebé afecta también al descanso de la madre y a conseguir que el nuevo día comience con energía renovada y un ritmo ajustado. La lactancia materna nocturna facilita que el niño duerma mejor, porque ciertos componentes de la leche materna, como la melatonina, el triptófano y la metionina siguen un ritmo circadiano que activa los estados de sueño y vigilia y que en las horas nocturnas favorecen el descanso al ingerirlos el bebé a través de la leche materna. “Hasta los tres meses de edad, los bebés pueden demandar alimentarse entre cada tres o cuatro horas, también por la noche. Cuando tienen entre uno y seis meses pueden consumir hasta un 20% de su ingesta diaria total por la noche y posteriormente dormir entre seis y ocho horas seguidas. Pero, incluso entre los seis y los doce meses, la mayoría de los bebés se sigue despertando por la noche”, comenta Montse Robles, matrona y asesora de lactancia de la empresa Medela, dedicada a la investigación de las necesidades de las madres y del comportamiento de los bebés.

Los bebés que ingieren la leche de su madre por la noche desarrollan unos ritmos entre el sueño y la vigilia saludables y equilibrados, porque “Los ácidos grasos esenciales y los Omega3, muy presentes en la leche materna, ayudan a la maduración cerebral del bebé para que también se desarrolle correctamente la función del sueño. Pero, también influye el hecho de que el amamantamiento reduce el estrés del recién nacido al despertarse, ya que se siente confortable mientras toma el pecho, lo que favorece la conciliación posterior del sueño”, explica Diego Hernández Martín, Pediatra especialista en neonatología del Hospital General de Villalba en Madrid.

Es natural que el bebé se despierte con frecuencia durante la noche

Los despertares habituales en los bebés con semanas de vida son frecuentes y normales, ya que “su cerebro está programado para que así sea con el fin de garantizar su supervivencia al precisar alimentarse a menudo, debido a que su estómago tiene poca capacidad y unas necesidades energéticas elevadas. Cuanto más sincronizados estén una madre y su bebé, mejor será el descanso para ambos, porque el correcto amamantamiento también favorece el sueño reparador de la madre, a pesar de que el sueño sea interrumpido”, comenta Diego Hernández.

Cada bebé tiene sus particulares y diferentes necesidades alimentarias y de sueño. Conviene aclarar que “no todos los niños que son amamantados duermen bien, y que otros que se alimentan de otra forma pueden tener un sueño normal. Pero, en líneas generales, un bebé bien alimentado con lactancia materna tendrá un desarrollo del sueño adecuado. Sin olvidar que el sueño es un aspecto madurativo, que no se aprende de la noche a la mañana, sino que evoluciona desde que el bebé está dentro del útero hasta los primeros años de la vida, cuando ya finaliza su desarrollo e integra las pautas del sueño del adulto. Por otro lado, el hecho de que un lactante duerma bien no es sinónimo de que lo haga durante toda la noche seguida o que duerma más horas, sino que lo haga de manera más acorde a su etapa madurativa”, explica Hernández.

Favorecer la lactancia materna nocturna a través del colecho

La comodidad a la hora de amamantar al bebé durante la noche favorece la práctica de la lactancia y el descanso de la madre. Para conseguirlo, se recomienda “El colecho seguro con el bebé, que se consigue con las cunas colecho, que permiten que el niño esté pegado a la cama de la madre y así se pueda desarrollar la lactancia a demanda durante la noche con comodidad y seguridad, ya que se trata de dos superficies independientes para dormir madre e hijo. Cada niño tiene sus necesidades particulares y diferentes, por lo que conviene que la lactancia sea a demanda también por la noche”, añade el pediatra Diego Hernández.

Hasta qué edad es recomendable amamantar al bebé por la noche

La lactancia materna en general se recomienda hasta los dos años de edad y “a partir de entonces, hasta que la madre o el niño decidan. Durante este periodo, es posible que algunos bebés sigan demandando ciertas tomas nocturnas, pero a medida que van madurando, la frecuencia de sus despertares disminuye hasta desaparecer. No obstante, se trata de un proceso progresivo que varía mucho en cada pareja de madre y bebé”, comenta Hernández.

Bebés prematuros y lactancia nocturna

La alimentación con leche materna en el caso de los niños que nacen antes de concluir el período de gestación resulta especialmente importante “ya que son más vulnerables a los riesgos para la salud si no son amamantados. El sueño se desarrolla desde la vida en el útero materno y cuando un bebé nace antes de tiempo su cerebro es más inmaduro y por tanto el sueño también se encuentra en etapas más precoces del desarrollo. En este sentido, la lactancia materna ayudará al desarrollo madurativo de los bebés prematuros en las mejores condiciones”, concluye Hernández.

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