Naturaleza de 24 quilates
EN LA JOYERÍA hay algo más extraordinario que las piedras preciosas que se tallan y engarzan: el trabajo artesanal que esconde cada pieza. En el caso de algunos diseños, como este anillo Fleur Eternelle, de Boucheron, la exquisita orfebrería eclipsa incluso la saturación de quilates. La maison francesa, fundada en 1858 por Frédéric Boucheron y actualmente propiedad del conglomerado de empresas del lujo Kering, hace alarde de su saber hacer tradicional y sus técnicas centenarias con esta flor, cuyos pétalos han sido esculpidos manualmente sobre una base de zafiros montados en titanio y oro rosa. Los estambres están hechos con espinelas negras, y un imponente zafiro llamado Padparadscha ha sido colocado en el lugar que ocuparía el estigma. Cuando la geología emula a la botánica.
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