22 fotosLa infancia en 24 horasVender dulces para pagar la universidadDeysi tiene 17 años y estudia Obstetricia. Su sueño es montar un refugio para mujeres maltratadas. Por las tardes ayuda a su madre a vender dulces para sacar un dinero extraGorka LejarcegiVirginia López Enano18 nov 2019 - 14:06CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDeysi vive en Huancavelica, una ciudad de Perú a 3.600 metros de altura. Aquí se crio con su madre, sus dos hermanos y tres primos.Gorka LejarcegiDe su padre sabe poca cosa. "Yo crecí con mi madre diciéndome que él no estaba acá. Nunca ha querido saber cómo estábamos, ni pasarnos manutención. Hemos vivido muchos años sin saber nada de él. Sin que le importemos. Mi mamá estaba sola y era más difícil sin su apoyo".Gorka LejarcegiViven en una casa pequeña de dos plantas. Arriba está el dormitorio. Tres camas donde duermen cuatro personas. En las paredes, carteles de la selecciones argentina y brasileña de fútbol.Gorka LejarcegiLos fines de semana va con sus amigas al campo. Deysi cree que el fútbol es una herramienta a través de la cual puede empoderar a la mujer y enseñarles a las chicas de su entorno que ellas son iguales que los varones.Gorka LejarcegiPara desplazarse usa una 'combi', una especie de taxi compartido con varios pasajeros que no tienen por qué conocerse. Es un medio de transporte barato y útil en una ciudad de desniveles y distancias largas.Gorka LejarcegiSiempre le gustó el fútbol. Se ha criado con cinco chicos y ellos salían a la calle a dar patadas al balón. Ella miraba. Su abuela no quería que ella se pusiera a jugar con ellos, pero Deysi no entendía por qué. Hasta que un día el grupo de niños necesitó un jugador más y llamaron a Deysi.Gorka Lejarcegi"Al principio no me hacían jugar, me ponían de arquera. O decían: 'Con ella despacito, no muy fuerte'. Poco a poco empezaron a tratarme normal".Gorka LejarcegiA Deysi le hubiera gustado intentar convertirse en futbolista profesional, pero en Huancavelica apenas hay clubes donde las mujeres puedan jugar. Su hermano mellizo, sin embargo, sí ha tenido más oportunidades que ella.Gorka LejarcegiEntre semana va a la universidad. Quería ser profesora pero se acabó decantando por Obstetricia porque cree que con esta carrera puede ayudar a las mujeres y ofrecer información a los adolescentes sobre educación sexual.Gorka LejarcegiEn Huancavelica, según datos de 2017, el 15% de las adolescentes de entre 15 y 19 años estaban embarazadas o ya eran madres. Deysi lo ha visto en cinco compañeras de colegio que, cuenta, dejaron los estudios para cuidar de sus bebés.Gorka Lejarcegi"Cada vez más chicas adolescentes se embarazan y siento que no ponen atención en lo que va a suceder después. Su plan de vida y sus metas van a cambiar si tienen un bebé", dice Deysi.Gorka LejarcegiSu sueño es construir una casa refugio para acoger a mujeres maltratadas. En 2018 se registraron en Perú 147 asesinatos de mujeres, un 21% más que en 2017. La cifra espanta a Deysi y le preocupa que las víctimas de maltrato no sepan dónde acudir.Gorka LejarcegiEn Huancavelica, Deysi no conoce ninguna casa refugio, tampoco asociaciones ni movimientos feministas que le ayuden a recabar información. Cuando le entra la curiosidad, consulta en Google. Ni ella ni sus amigas de la facultad se consideran feministas, pero sí dicen estar a favor de la igualdad entre hombres y mujeres.Gorka LejarcegiSi el horario de la universidad se lo permite, come en casa. A ella no le gusta cocinar, de eso se encargan su madre y su hermano mayor. A cambio, Deysi lava la ropa, barre, ordena y friega los platos.Gorka LejarcegiEn su tiempo libre ve series en Netflix. Le encanta 'La casa de papel'. Las dos primeras temporadas se las vio en dos días y la tercera, en uno.Gorka LejarcegiEl sueldo de la madre de Deysi no es suficiente para mantener a la familia, por eso suelen vender dulces en la plaza. Ese dinero es para los gastos de los tres hermanos y para sus estudios universitarios.Gorka Lejarcegi"Toda mi vida he vendido mis manzanas rojas, uvas acarameladas...", cuenta la madre de Deysi. "Con mi trabajo no me alcanza. Su papá nunca me ha dado nada. En las ferias grandes, como Semana Santa, vendo mis dulces y con ese dinero matriculo a mis hijos en la universidad, les compro ropa para todo el año".Gorka LejarcegiUna tarde cualquiera pueden sacar cerca de 80 soles (unos 20 euros) y en ferias grandes de varios días, cerca de 4.000 (unos mil euros) , el triple de lo que gana al mes la madre de Deysi.Gorka LejarcegiMadre e hija se pasan horas en la plaza principal de Huancavelica. Con una silla diminuta que se turnan para sentarse y una mesa plegable en la que extienden los dulces. Venden uvas bañadas en chocolate, piruletas, manzanas de caramelo...Gorka LejarcegiPoco a poco van vendiendo sus dulces, que llaman la atención a niños y mayores.Gorka LejarcegiYa en casa, Deisy suele acostarse sobre las 22.00. Si tiene tareas de la universidad aprovecha este momento para hacerlas.Gorka LejarcegiDeysi habría querido estudiar en Lima, pero la economía familiar no se lo ha permitido. "Lo que mi mamá gana es para pagar la luz, el cable, el agua, lo que necesitan mis hermanos o lo que necesito yo. He tenido que quedarme a estudiar acá aunque en serio tenía tantas ganas de estudiar fuera”, se lamenta.Gorka Lejarcegi