_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hipatias

¡Sobran filólogas y filósofas, menos Hannah Arendt y más 'madame' Curie!

Fernando Savater
Una investigadora trabaja en un laboratorio de la compañía francesa Genfit.
Una investigadora trabaja en un laboratorio de la compañía francesa Genfit. PHILIPPE HUGUEN (AFP)

Cuando traicioné mi destino manifiesto, el derecho, al matricularme en la Facultad de Filosofía, mi madre trataba de disuadirme: “¡Pero si a eso solo van niñas!”. Lo que aún me animaba más. ¡Solo ante el peligro femenino y sin competencia! Me veía como único gallo del gallinero, en aquella época inocente en que los usos estupradores de los que llevan cresta eran todavía ignorados. Después la realidad fue menos regocijante pero también mereció la pena. Siempre hubo varones suficientes en las aulas para que las chicas, aunque sobreabundantes, no me hicieran ni caso. En segundo de comunes suspendí Latín por soplar en el examen a la maciza oficial del curso, que ni antes ni después me había rozado la mano ni mirado más que de lejos, como si fuera iraní. Lo mío eran las monjas: con velos, tocas y todo, aunque aguerridas como nadie. Cuando hicimos pinitos revolucionarios, hubo tres o cuatro que nunca me fallaron. No daban arengas pero no tenían miedo... y además sabían latín.

Ahora una de las propuestas de Sánchez, ni siquiera la más disparatada, propone regalar la matrícula del primer curso universitario a las chicas que elijan ciencias. Deben creer que los varones tenemos vocación y por tanto somos insobornables, mientras que a ellas les da lo mismo con tal de ahorrar. ¡Sobran filólogas y filósofas, menos Hannah Arendt y más madame Curie! Pero no es tan fácil dar gusto a los educadores de mujeres: en el siglo V, Hipatia (que algunos suponen virgen, como mis monjas) fue desollada viva por una turba de cristianos pedagógicos, a pesar de que además de filósofa era matemática y astrónoma. Reconozco que hemos mejorado desde entonces, porque ahora las científicas salvan el pellejo. Que dure la tregua.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_