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Tribuna
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El género de los algoritmos

El porcentaje de alumnas en las facultades de matemáticas era superior al 50% hace 30 años, hoy en algunas no llega ni al 25%

Fotograma de la película 'Figuras ocultas'.
Fotograma de la película 'Figuras ocultas'.

Mª Ángeles Heras, catedrática de Química Física de la Universidad de Córdoba, es la Secretaria de Estado de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación; Caterina Biscari, una doctora en física italiana de origen andaluz, es la directora de la fuente de Radiación Sincrotrón ALBA, la mayor instalación científica española; María Vallet, catedrática de Química Inorgánica de la Universidad Complutense de Madrid, obtuvo el premio de Investigación Jaume I en 2018 y el Nacional de Investigación en Ingeniería en 2008; Marta Macho, profesora de Geometría y Topología de la Universidad del País Vasco que obtuvo el premio Emakunde en 2018, ha sacado a la luz la vida y obra de centenares de científicas en el blog mujeresconciencia; en conjunto el porcentaje de mujeres científicas en el sistema español está en torno al 39%. ¿Significa esto que la igualdad de género ha llegado a la ciencia y tecnología, los campos más masculinizados después de la guerra hasta fechas muy recientes?

Cuando la doctora Clara Grima, profesora de Matemática Aplicada y divulgadora científica, contempla a su alumnado de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla llega a la conclusión de que no. Esta carrera tenía una presencia femenina superior al 30% en sus inicios en los años ochenta, pero hoy, en muchos de los cursos en los que Clara Grima imparte clases hoy no hay ni alumna. Por otro lado, las facultades de matemáticas siguen vaciándose de alumnas: el porcentaje de éstas era superior al 50% hace 30 años, hoy en algunas no llega ni al 25%.

Ante estos datos algunos se encogen de hombros y dicen ¿qué importa que las niñas se dedican sólo a la medicina o a la enseñanza?. Importa mucho porque de seguir la tendencia actual, nos encaminamos a un mundo con mayor brecha de género, porque las profesiones relacionadas con las áreas STEM (siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son actualmente, y lo van a ser aún más en el futuro, las más demandadas y las mejor retribuidas. Pero eso no es lo más preocupante, los algoritmos controlan el mundo y las mujeres no pueden estar ausentes de los puestos de mando.

Elisa Martín Garijo, directora de Tecnología e Innovación de IBM España, y Mª Jesús Almazor, Consejera Delegada de Telefónica, confirman la ausencia de currícula femeninos entre las personas aspirantes a entrar en sus compañías. Como ellas saben que sus empresas no pueden prescindir del talento el femenino, coordinan distintos programas para atraerlo en facultades de matemáticas y escuelas de ingeniería, o en colegios e institutos.

Los algoritmos controlan el mundo y las mujeres no pueden estar ausentes de los puestos de mando

¿Por qué es tan importante la presencia de mujeres en las empresas tecnológicas? Pensemos por ejemplo en la inteligencia artificial, la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas que controlan muchas aplicaciones que ha comenzado a ejercer una tremenda influencia sobre la vida de las personas. Esto se debe a las innumerables tareas que realiza, desde clasificar información de los buscadores de internet hasta proponer los mejores tratamientos médicos, pasando por clasificar solicitudes de trabajo, traducir idiomas, posicionar anuncios, recomendar penas de prisión o tomar decisiones sobre concesión de préstamos bancarios.

Sin embargo, según una reciente publicación de la Unesco y la coalición EQUALS, que se dedica a promover la igualdad de género en el sector de la tecnología, las mujeres sólo representan el 12 % de los investigadores en este campo. Como consecuencia de esta infrarrepresentación en el desarrollo de procesos de inteligencia artificial, esta tiene prejuicios de género. ¿Cómo es que los algoritmos que son entes matemáticos pueden tener prejuicios? Porque si se construye un sistema inteligente que aprende lo suficiente sobre las propiedades del lenguaje para poder entenderlo y reproducirlo, en el proceso adquirirá también asociaciones culturales históricas, muchas de las cuales tienen sesgos de género. Así es que sí, los algoritmos pueden acarrear y de hecho acarrean, los prejuicios de las personas que los diseñan y aplican. Para evitar estos prejuicios en los resultados de las máquinas inteligentes hay que controlarlas e inculcarles códigos morales para contrarrestar los prejuicios en todos los ámbitos. La forma más simple de evitar los sesgos de género es que las mujeres participen en la creación de estos códigos.

Aunque parecía que estábamos a punto de alcanzarla, el sesgo de los algoritmos y la inhibición de las niñas a la hora de escoger las carreras de ciencias, puede retrasar la llegada de la Igualdad real al apasionante mundo de la ciencia y la tecnología. Hoy más que nunca se necesita un conocimiento científico femenino para contrarrestar el machismo de los algoritmos.

De este y todos los temas relacionados con las mujeres en el Conocimiento la Ciencia y la Tecnología discutiremos en el Curso de verano de “Olavide en Carmona”.

Adela Muñoz Páez es catedrática de Química Inorgánica. Universidad de Sevilla y escritora

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