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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
cambio climático

La crisis climática de Yakarta

¿Vale la pena trasladar la capital a otro lugar del archipiélago?

Inundación en Yakarta
Inundación en YakartaSeika (Flickr)
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La megaciudad de Yakarta, capital de Indonesia, ya supera los diez millones de habitantes y junto a ciudades aledañas, la población total suma más de treinta millones. Además de los problemas urbanos como la sobrepoblación, la polución o la congestión vial, el problema más grave que padece la capital indonesia es que se está hundiendo.

Ya entre 1984 y 1991, el norte de Yakarta se hundía entre uno y cinco centímetros anuales; una cifra que entre 2010 y 2015 alcanzó casi los quince centímetros. El problema principal radica en el uso de las aguas del subsuelo ya que un 60 % de la población las utiliza para uso diario. Hoy por hoy, la extracción del agua del subsuelo afecta mayoritariamente toda la parte norte de la capital, donde los niveles medios de hundimiento ya están entre los quince y veinte centímetros anuales. Según muchas predicciones, se estima que para el 2050, la ciudad podría quedar totalmente sumergida.

Yakarta, situada en la isla de Java, se asienta sobre terrenos pantanosos y la extracción del agua subterránea es sin duda, el principal problema de la megaciudad; pero, la excavación de pozos ilegales que drenan los acuíferos subterráneos también expone mucho a la capital de las inclemencias climáticas. El calentamiento global del planeta –reflejado en el aumento de los niveles del agua del mar– afecta particularmente muchos barrios de Yakarta ya que, en caso de lluvia, se inundan con facilidad. Además, si le sumamos la presencia de los habituales desastres naturales como los sismos, erupciones volcánicas, así como el reciente tsunami, se pone en evidencia la debilitación del ecosistema.

Cuando el mes pasado el presidente indonesio, Joko Widodo, anunció la posibilidad de trasladar la capital a otro lugar no fue ninguna sorpresa ya que desde hace más de sesenta años (desde la primera presidencia de Sukarno en 1945) se está planteando esta opción. El comunicado presentado sugería tres opciones muy poco detalladas: crear un centro administrativo en Yakarta, trasladar la capital a una ciudad satélite dentro de la isla de Java, o mover la capital fuera de la isla de Java.

La isla de Java es la isla más desarrollada, influyente y poblada del país y quizás, la lógica de trasladar la capital fuera de ella es intencionada en parte para atraer crecimiento en el este, la zona menos desarrollada de Indonesia. Así, no sorprende que se haya sugerido la ciudad de Palangkaraya, en la isla de Borneo, como posible candidata para ser la nueva capital a pesar de que su territorio sigue padeciendo las consecuencias de las industrias de extracción de oro, carbón, petróleo y gas, así como la tala de árboles y las plantaciones de aceite de palma. Mover la capital a la isla de Borneo, donde ya hay una crisis ecológica latente, sería un problema añadido.

Aunque, es muy probable que, en pocos años, Indonesia se una a la lista de países que ya han cambiado sus capitales como Nigeria, Brasil o Australia. De hecho, Egipto ya está construyendo una nueva capital en el desierto para reemplazar El Cairo.

De todos modos, trasladar Yakarta a otro lugar no resolverá las inundaciones ni la multitud de problemas urbanos de la megaciudad. A pesar de que es un gran reto, quizá la solución para Yakarta sea invertir en recursos y buscar soluciones conjuntas a un problema que ya es global. Yakarta es, sin duda, uno de los escenarios más urgentes, pero las consecuencias del calentamiento global llegarán pronto a otras urbes del mundo y es esencial encontrar respuestas y saberes conjuntos para salvar las ciudades.

Según el informe del Panel Internacional por el Cambio Climático, ciudades como Nueva York, Guangzhou, Bombay, Osaka y Nueva Orleans podrían perder parte de su territorio en 2100. La ciudad de Barcelona también podría padecer en un futuro graves consecuencias como inundaciones frecuentes y menos acceso a suministros de agua limpia. De hecho, una herramienta interesante es Resource Watch, aun en beta, o la iniciativa Surging Seas: Mapping Choices donde es posible visualizar mapas y datos para entender los efectos del cambio climático y su impacto a nivel global.

La Barcelona del futuro.
La Barcelona del futuro.

A finales de siglo, el aumento del nivel del mar amenazará muchas ciudades costeras y con eso, millones de vidas. De ello, en parte, depende de las medidas y políticas que se aprueben a escala local, nacional y global. Los problemas de Yakarta no deben resultarnos ajenos ya que son realidades que pueden suceder en nuestras ciudades en un futuro cercano. Estos años son cruciales para paliar y poner soluciones conjuntas para frenar las posibles catástrofes del futuro.

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