_
_
_
_
CARTA BLANCA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una idea remota de lo que significa amar

“¿Dónde te habías metido?”, le pregunta el autor a su hijo de nueve años. Antes creía saber lo que significaba querer, pero todo cambió con su llegada al mundo. Ahora conoce su verdadero significado

QUERIDO LEO. YA has cumplido nueve años y a mí me parece una muy buena edad. Por supuesto que todas las edades son saludables, porque significan que uno sigue vivo, y eso es casi más de lo que se puede pedir, pero tus nueve años son especialmente buenos, y no solo para ti: también para mí. Como ya sabes un montón de cosas, puedo aprender de ti, divertirme contigo, hablar contigo; y me refiero a hablar de verdad. Vivimos muchas aventuras y luego podemos quedarnos dormidos juntos en el sofá. Cuando luchamos, ¡y lo hacemos muy a menudo!, a mí me cuesta cada vez más que te rindas; aún lo consigo, pero solo si utilizo todo mi peso y unos cuantos trucos (la palabra clave es “bloqueo de piernas”, tú ya me entiendes). Es que te has vuelto muy fuerte, y no me refiero solo a los músculos: eres fuerte porque estás en el mundo, porque has conseguido llegar a los nueve años, y eso no lo consiguen tantos como cabría pensar. Eres fuerte porque eres valiente; eres valiente porque eres capaz de dominar el miedo; conoces el miedo porque eres listo. Has entendido que hay límites y procuras tantearlos, ampliarlos y, si es necesario, superarlos. Aunque a mí, como padre, no siempre me resulte fácil, ¡ese es tu trabajo como niño de nueve años! Estoy orgulloso de ti, me pareces genial. Me gustaría decirte: “¡Quédate como estás!”, pero eso sería una lástima, claro. Está bien tener nueve años, pero no quedarse ahí. Seguirás creciendo, seguirás avanzando. El mundo es magnífico, ¡ve a verlo! Hay mucho por descubrir y por hacer. Mientras pueda, y mientras tú quieras, yo te ayudaré. Luego, sé que lo harás solo y lo harás bien.

Una última cosa. Antes de que llegaras tú, hace nueve años (pero ¿dónde te habías metido?), tenía una remota idea de lo que era amor, ahora sé lo que es y cómo se siente: lo he conocido de arriba abajo. Te doy las gracias por ello, querido hijo, y por todo lo demás. 

PD: De los caramelos que me has robado ya hablaremos cuando cumplas 10 años.

Robert Seethaler es autor de Toda una vida (Salamandra).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_