Hace 80 años del fin de la Guerra Civil
Y parece que fue ayer. Los que nacimos muy cercanos a aquella fecha sentimos que ahora se juegue tan alegremente al enfrentamiento más radical entre políticos que deberían ser sensatos y no volver a aquello. Pero tenemos hoy los mismos elementos, las banderas y los nacionalismos. Ambos obsoletos porque las primeras se asocian a partidos con una corrupción inadmisible, y los segundos ocupan un lugar en la historia nefasto pero que hoy, sin fronteras en este nuestro mundo tecnológico, ya no son posibles más que en el ideario de algunos que no vivieron aquello.
Un país que podría ocupar espacios de liderazgo en el mundo por su creatividad, que hoy valdría para mucho, siempre acaba en políticos del nivel que vemos a diario, salvando excepciones, están en lo más burdo del ser humano.
César Moya Villasante
Madrid
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.