Felipe González, jugador de petanca: historia del instante

La secuencia de imágenes que aparece bajo estas líneas es la cara B, o el making of, de una de las fotografías más célebres de Marisa Flórez. Corría 1982, era verano y la fotoperiodista de EL PAÍS se desplazó hasta Miraflores de la Sierra, Madrid, para retratar al entonces secretario general del Partido Socialista, Felipe González, en su casa de veraneo. Fue allí donde Flórez fotografió a González jugando a la petanca; en estas imágenes, es ella quien intenta hacer lo propio siguiendo las indicaciones del futuro presidente del Gobierno.

Ahora, un poco a su pesar (ya se sabe que los fotógrafos no son muy propensos a ser fotografiados por otros), estas imágenes son el colofón del doble fotolibro Españoles: Franco ha muerto (Libros.com), en el que Flórez y Raúl Cancio protagonizan sendos volúmenes dedicados a poner en valor el fotoperiodismo de la Transición.

El de Flórez, una rara avis en un oficio donde apenas había mujeres, es una galería de retratos de la vida parlamentaria y extraparlamentaria de aquella España. “En aquel momento de cambio todos estábamos aprendiendo a ir hacia delante en un escenario nuevo”, explica ahora Flórez ante este ejercicio de memoria. No es un almanaque, aclara, sino “un relato sobre una época”. Un relato, aclaramos nosotros, como solo puede hacerlo quien estuvo allí para vivirlo.