Planta árboles y salva el planeta
Un estudio considera la reforestación como 'el arma más poderosa en la lucha contra el cambio climático'
Australia ha decidido plantar 1.000 millones de árboles desde ahora y hasta el 2050 con el objetivo de combatir el cambio climático, según informaba la semana pasada la agencia Bloomberg. El gobierno australiano calcula que gracias a esta iniciativa se eliminarán 18 millones de toneladas al año de gases de efecto invernadero y Australia conseguirá reducir sus emisiones en los porcentajes y los tiempos requeridos en el Acuerdo de París sobre el cambio climático .
La noticia de la futura reforestación de Australia coincide en el tiempo con la publicación de los resultados de un informe científico, dirigido por Thomas Crowther, investigador de la universidad ETH de Zürich, y que cita el diario The Independent. Según Crowther, la masiva reforestación del planeta permitiría absorber tanto dióxido de carbono de la atmósfera como el que se emite durante 10 años. Si se consiguiera el objetivo de plantar árboles a punta pala, nunca mejor dicho, la medida superaría con creces los otros métodos para combatir el cambio climático, ya sea tanto la inversión en energía eólica como la adopción de la dieta vegana. Crowther sentencia que los árboles son “el arma más poderosa en la lucha contra el cambio climático.”
Felix Finkbeiner, con sólo 9 años, pensó que los niños podían plantar un millón de árboles en cada país del mundo mientras que los adultos sólo se dedican a hablar
En el 2007 las Naciones Unidas lanzaron la Billion Tree Campaign (Plantemos para el planeta, en español). Los descubrimientos de Crowther y su equipo del CrowtherLab han hecho que las Naciones Unidas ampliaran su ambición, y la campaña se ha rebautizado como Trillion Tree Campaign (Campaña por 1 billón de árboles). Crowther ha calculado que existen en el planeta 3 billones de árboles y para combatir el cambio climático hay que plantar al menos 1 billón más. Hasta el momento se han plantado gracias a esta campaña 17.000 millones de árboles en todo el mundo.
Tantas iniciativas públicas y privadas, políticas y científicas, todas ellas encaminadas a plantar árboles además de las cifras astronómicas que se barajan deberían invitarnos, cada uno a su escala, a plantar al menos un árbol por persona y, por qué no, registrarlo en la web de las Naciones Unidas. Los estados deben liderar el movimiento, y la iniciativa de Australia bien merece una ovación cerrada, pero ¿no deberían apuntarse también al carro las regiones, los municipios, los barrios, las asociaciones de vecinos, las escuelas, los comercios, las empresas, las personas privadas? Cuando pienso en la cantidad de ceros que implica 1 billón de árboles, me digo que la tarea titánica se puede asumir si cada uno pone su granito o, mejor dicho, si cada uno planta su semillita.
La idea no es mía sino que se la he robado a Felix Finkbeiner, quien en 2007 y con tan sólo 9 añitos pensó que los niños podían plantar un millón de árboles en cada país del mundo y así crear, por su cuenta y riesgo, compensaciones de CO2, mientras que los adultos sólo se dedican a hablar de ello. A lo largo de los años Plant for the Planet (planta para el planeta, en español) se ha convertido en un movimiento infantil global. Y según se lee en su web, más de 100.000 niños de todo el mundo siguen activos en el proyecto.
En un momento dado lanzaron la campaña global Stop talking. Start planting (Parad de hablar, empezad a plantar, en español), cuyo objetivo es “demostrar que con simplemente hablar sobre el problema no vamos a lograr ninguna diferencia y que ya es tiempo de actuar”, según se lee en su web. En las imágenes de campaña, se pueden ver niños tapándoles la boca a diferentes celebridades, como el ministro de bosques chino Ia Zhibang, el teólogo Hans Küng, el actor Harrison Ford, la modelo Gisele Bündchen así como jefes de Gobierno y ganadores de premios Nobel.
Por si alguien se lo está preguntando, yo planté un árbol allá por los lejanos años 90 del siglo pasado. Y de hecho me dedico a plantar árboles de manera virtual a golpe de clic a través del motor de búsqueda Ecosia, gracias al cual se han plantado ya más de 50 millones de árboles en el mundo. Pero la verdad es que, visto lo visto y ante la emergencia climática que nos acecha, me tienta implicar a mis hijos y a sus escuelas en la reforestación física y activa del planeta. Al fin y al cabo, es su herencia y la de todos la que está en juego.
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