_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Elogio del traidor

Para resolver la irresoluble crisis de nuestra bloqueada democracia, necesitamos otra gran traición como aquella del 78

Enrique Gil Calvo
Pedro Sánchez llega junto a José Luis Ábalos a la Ejecutiva del PSOE.
Pedro Sánchez llega junto a José Luis Ábalos a la Ejecutiva del PSOE.CARLOS ROSILLO (EL PAÍS)

El flamante líder del PP ha designado en multitud de ocasiones al presidente en ejercicio como traidor oficial del reino. Es verdad que no hay que tomarle demasiado en serio, pues el bisoño señor Casado (más conocido como míster máster), con su reiterada incontinencia verbal, ha demostrado desconocer lo esencial de la comunicación política, cayendo en la más estéril redundancia. En lugar de reservar sus insultos para las ocasiones oportunas en que podía hacer daño, no duda en quemarlos repitiéndolos una y otra vez, con lo que su presunta fuerza se le va por la boca: perro ladrador poco mordedor.

Más información
Casado: “Hemos detenido la venta de España a los independentistas”
Casado compara la situación política con la de la España salida de la dictadura
Peridis

Pero pese a eso, lo cierto es que la imagen del traidor le cuadra como anillo al dedo al actual presidente, como recuerda con unánime insistencia la oposición de derechas y la prensa conservadora. Es verdad que Pedro Sánchez no monopoliza el infamante epíteto, pues también Errejón ha sido acusado de traidor por sus propios correligionarios, con la pareja de Galapagar a la cabeza. Y en Cataluña no digamos, pues ningún líder secesionista se atreve a rectificar o a negociar de verdad con Madrit por temor a ser tachado de botifler. Pero estos otros reos de traición no se reconocen como tales, mientras que con sus hechos Sánchez encarna mejor que nadie la figura del traidor.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En un célebre opúsculo político (Elogio de la traición, Gedisa, 1990), Denis Jeambar e Yves Roucaute compusieron el panegírico del “arte de gobernar por medio de la negación”. Se trata de un panfleto destinado a elogiar la traición de Mitterrand al programa común de la izquierda con que fue elegido presidente en 1981: una traición que salvó a Francia del colapso y sentó las bases de su reestructuración liberal, que es el mismo programa que hoy sigue Macron a quien también se acusa de traidor al pueblo francés. Pero para fundar el panegírico de la traición redentora, Jeambar y Roucaute eligen como modelo a nuestro Adolfo Suárez, que no dudó en traicionar al franquismo y legalizar al comunismo para alumbrar la transición a la democracia. Pues en efecto, nuestro régimen actual se funda en la traición: esa de Suárez pero también la de Carrillo al estalinismo, la de González al marxismo y la de Tarancón al nacional-catolicismo. Por eso ahora, en las arengas de los triunviros de la derecha que re-claman la crucifixión de Sánchez, resuenan los mismos ecos de aquel ¡Tarancón al paredón!

Pues no hay ninguna duda de que ahora, para resolver la irresoluble crisis de nuestra bloqueada democracia, necesitamos otra gran traición como aquella del 78, que se niegue a alinearse en el frentismo guerracivilista y apueste por el diálogo posibilista y refundador. Lo que también habrá de significar una traición al “nosotros primero” del nacional-populismo separatista y españolista, que son las versiones ibéricas del trumpista America First. Ahora bien, sólo con la traición de Sánchez no será posible empezar a resolver nuestros problemas, pues esa es una condición necesaria pero no suficiente, ya que además hará falta que en el campo del secesionismo catalán también surja otro gran traidor: alguien con la inteligencia política suficiente para pensar en el futuro de Cataluña en España y en Europa. Benvingut, botifler.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_