El color de cada uno

Ellos se definen como “ultratecnólogos”. La aspiración del colectivo de artistas japonés teamLab consiste en crear “espacios subjetivos” capaces de trascender las fronteras entre disciplinas, dando lugar a experiencias sensoriales en las que todo el cuerpo se sumerja en un estado alternativo. Su última propuesta, una instalación abierta al público en la ciudad de Hanno, Japón, se titula Orilla de un lago y bosque digitalizados, y está compuesta por grandes ovoides de luz. Cuando alguien toca uno de estos huevos, su color cambia afectando al resto de figuras, que también van mudando de tono. Así se consigue generar paisajes oscilantes, diferentes dependiendo de la persona que atraviesa el espacio.