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Una pelea entre un homeópata y un osteópata termina con cero rasguños y ningún hueso roto

La trifulca entre los dos profesionales de la medicina alternativa se saldó con uno de ellos rociado con agua con azúcar.
La trifulca entre los dos profesionales de la medicina alternativa se saldó con uno de ellos rociado con agua con azúcar.

Mucha tensión en el ambiente, algún que otro grito, pero ningún daño físico. Estas han sido las únicas consecuencias que ha tenido esta mañana una pelea entre un homeópata y un osteópata, ambos ­enfrentados al atribuirse el mérito después de que uno de sus pacientes, que padece hipocondría, anunciara su plena recuperación. “Me roció la cara con agua, suerte que solo llevaba azúcar”, denuncia el osteópata. “La enfermedad que se había inventado desapareció justo tras la primera visita a mi consulta”, insiste. El homeópata asegura que el hipocondriaco se curó porque las pastillas que él le recetó un año antes ya habían empezado a hacer efecto. La pelea ha concluido al saberse que el paciente ha sufrido una recaída. “No sabíamos que era géminis, debería haber empezado por ahí. Siendo así, no es problema nuestro”, aseguran los dos especialistas.

Cinco grandes inventos que no sabías que eran españoles

Revoluciones cotidianas surgidas aquí al lado.

1. Los doritos: El escritor Eugenio d’Ors creó estos snacks, bajo la influencia de la estética modernista.

2. El rap: La Mala Rodríguez creó este estilo musical, que luego se apropiaron los americanos.

3. El color especial: se probó por primera vez en Sevilla, aunque luego se le asignó el código Pantone 18-1563 SEV.

4. El DNI: paradójicamente, su inventor nunca llegó a hacerse su propio DNI, por lo que su identidad

se desconoce.

5. La angustia: este sentimiento fue desarrollado por doña Angustias Rosales Jerez, quien se querelló luego contra los británicos por copiarle la idea al patentar la ansiedad.

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