También conocido como patterning (modelado), un método creado en la década de los 60 por Glenn Doman, fundador de los Institutos para el Logro del Potencial Humano (que se describe como una organización sin ánimo de lucro que proporciona programas de enseñanza), consiste en la aplicación intensiva de una serie de ejercicios físicos para estimular las áreas del cerebro responsables de las discapacidades como la parálisis cerebral, y originalmente se vendió como una cura para estas discapacidades que llegaba costar sumas de dinero que podían superar los 100.000 euros.
"Esta teoría no se sustenta en estudios científicos, sino en experiencias aisladas, y ha sido criticada por la comunidad científica", afirma Ferrero. La Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó una revisión de estudios en 1999, que posteriormente se reafirmó 2006, en la que asegura que se trata de un método sin fundamento basado en teorías anticuadas y simplificadas, y que no hay afirmaciones científicas que lo respalden.
A pesar de las advertencias de la comunidad científica, "el patterning se ha extendido como una forma de maximizar las habilidades cognitivas en guarderías bajo el reclamo de la estimulación temprana", afirma Ferrero. Los centros donde ponen en práctica este método dedican tiempo a trabajar la braquiación —un ejercicio de psicomotricidad que consiste en desplazarse por una escalera horizontal— y el gateo, porque "afirman que si un niño no pasa por esta fase va a tener dificultades de aprendizaje, aunque esto no tenga evidencia científica".