Nuevas formas de ayuda ante las crisis humanitarias

Un día, los talibanes dijeron que querían hacerme daño. Tuve que huir solo. Llegue aquí, pero el viaje fue terrible. Pase hambre, sed y estaba agotado. En la frontera nos golpearon y no nos dejaron viajar más lejos. Echo mucho de menos a mis padres. Ahora estoy atrapado”. Zaher tiene 13 años y es uno de los 28 millones de niños que han sido obligados de sus hogares por la guerra y la violencia.

Entre 2015 y 2016, 300.000 niños han cruzado alguna frontera sin compañía de padres o familiares, y en más de 100 países son detenidos por su condición de migrantes. Solo el año pasado, 700 niños murieron en aguas del Mediterráneo.

Emergencias humanitarias como estas requieren de nuevas soluciones, de encontrar maneras efectivas e inmediatas que ayuden a paliar casos como el de Zaher. Por ello UNICEF ha lanzado el programa Unidos por los Refugiados y Migrantes, una manera en la que cualquiera puede colaborar de manera sencilla y cuya aportación se verá reflejada en la situación que viven estos niños.

La colaboración se extiende durante seis meses, durante los cuales todos los que deseen participar podrán elegir la cantidad que quieran donar, cuyo importe íntegro estará destinado a cubrir las necesidades básicas de estos niños.

Esta nueva forma de colaboración tiene origen en unas situaciones que se han visto agravadas en los últimos años, y cuya naturaleza es de larga duración. “Nos enfrentamos a unas emergencias diferentes a las habituales. UNICEF ahora tiene que prestar su ayuda en emergencias que no son puntuales”, explica Alicia Moreno, Responsable de Donantes Particulares de la organización.

“Desafortunadamente, estas situaciones tienen que ver con conflictos armados, en Siria, en Yemen o la República centroafricana, y son emergencias a largo plazo”, prosigue. “Necesitamos poder contar con recursos para poder planificar ayudas a largo plazo. El programa Unidos nos permite contar con esa ayuda, más allá de los donativos puntuales”.

El 100% de las ayudas recibidas irán destinadas a las emergencias de refugiados y migrantes, y se aplicarán a necesidades básicas. “Los primeros fondos se ponen a disposición de programas de vacunación, programas nutricionales, ahora llega el invierno y es necesaria ropa de abrigo, refugio… todo lo que tiene que ver con la supervivencia, que esas personas que llegan a un campo de refugiados puedan tener cubiertas sus necesidades básicas”, explica Alicia Moreno. “También se procura que esos niños puedan volver a la normalidad, recibir una educación, tener ayuda psicológica para superar las situaciones que han vivido”.

Unidos por los refugiados y migrantes| El País Semanal

Cada participante puede elegir la cantidad que puede aportar a estas ayudas porque, como aclara Alicia, “no hay aportación pequeña”. “Nosotros no tenemos una aportación mínima en ninguno de nuestros programas de ayuda. Lo importante es transmitir que la suma de muchas pequeñas aportaciones hace posible que al final se beneficien los niños”.