_
_
_
_

Sergey Prokudin-Gorsky, el hombre que puso color a Rusia

Químico y fotógrafo, presentó la historia de su país con todos sus colores

Sergey Prokudin-Gorsky, químico y fotógrafo ruso
Sergey Prokudin-Gorsky, químico y fotógrafo ruso

Si nos preguntaran qué sería de nuestra vida sin la galería de imágenes del móvil, sin las fotos subidas a Instagram o sin nuestras fotos de perfil, nos costaría hacernos a la idea y, probablemente, no le encontraríamos sentido. Pero si además pensáramos en todas esas fotografías en blanco y negro, es como si estuviéramos hablando de algo muy lejano.

Más información
La Rusia zarista, a todo color

Pues el hecho de que nuestros recuerdos los guardemos en color se lo debemos a Serguéi Mijáilovich Prokudin-Gorski, gracias a él y a sus inventos, los colores aparecieron en las imágenes. Empezó a viajar por Rusia realizando numerosas expediciones para que sus alumnos a través de la fotografía conocieran la historia y la cultura de su país. Y para ese proyecto tan ambicioso contó con el apoyo del zar Nicolás II, que equipó el vagón de un tren con una cámara oscura y todos los instrumentos necesarios para que recorriera el imperio retratando a sus habitantes. Pero esas imágenes iban más allá de los retratos, fueron capaces de captar la cultura, el arte, la religión, y el territorio, y hoy en día todas esas instantáneas son la mejor manera de conocer el pasado ruso de aquel momento y su modo de vivir y de actuar.

Serguéi Mijáilovich Prokudin-Gorski Nació el 30 de agosto de 1863 en la finca familiar de Fúnikova Gora, a unos trescientos kilómetros de Moscú, y pertenecía a una noble familia rusa (varias generaciones fueron altos cargos militares que habían participado en batallas como la de Austerlitz, en la defensa de Sebastopol o en la guerra de Crimea).

Más información
Dmitri Mendeléyev y la tabla periódica

Comenzó estudiando en casa, y más tarde asistió en San Petersburgo al Alexander Lyceum. Posteriormente acudió a clases de matemáticas y física en la Universidad de San Petersburgo, y parece ser que fue su maestro el científico Dimitri Mendeleev el que le transmitió el interés por la química. Serguéi abandonó los estudios universitarios y la Academia Médica Militar Imperial. Se dice que incluso recibió formación artística: clases de pintura y de violín (dejó de tocar el instrumento porque sufrió un accidente en el laboratorio de química que afectó a una de sus manos).

Tras abandonar todas las formaciones que empezó, ingreso en una institución social para niñas, la Casa de la Caridad de Demidov, donde permaneció varios años hasta que se convirtió en la primera universidad comercial para mujeres en Rusia.

Estuvo casado con Anna Alexandrovna Lavrova, hija de un reputado científico, de la que acabaría divorciándose y con la que tuvo tres hijos: Dmitry, Catherine y Michael.

Más información
Un relato íntimo del cautiverio de los Románov

En 1898 se convirtió en miembro de la Sección de Fotografía de IRTS y desarrolló su interés por todo lo relacionado con la fotografía, empezando a experimentar y a investigar con ella. En 1861 concluyó el trabajo iniciado por James Clerk Maxwell, que consiguió una banda multicolor utilizando filtros verdes, rojos y azules. Esta técnica se llamaba separación de colores y 40 años después, Serguei logró captar todos los colores naturales y sus matices.

En Berlín siguió investigando con su maestro A.Miethe, que diseñó una cámara especial que tomó fotografías de la familia real en tres colores. Y en San Petersburgo tenía un estudio que le permitía sobrevivir y seguir investigando. Serguéi pudo compatibilizar todo con son sus expediciones a lo largo y ancho del imperio.

Más información
Cien años de la Revolución Rusa

Con la revolución rusa y la desaparición de la familia real abandonó su país viajando a Noruega y a Inglaterra. Murió el 27 de septiembre de 1944 en las afueras de París, en la Casa Rusa (Maison Russe), poco después de la liberación de la ciudad por los Aliados. Sus restos se encuentran en el cementerio ruso de Sainte-Genevieve-des-Bois.

Toda su colección se mantuvo escondida durante la guerra, y cuando concluyó, sus herederos la vendieron y fue expuesta en la Biblioteca del Congreso en Washington en 1986. Posteriormente se escanearon todas las imágenes para que todo el mundo pudiese disfrutarlas. Una de sus fotos más conocidas es la única que se realizó al escritor León Tolstoi.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_