El boceto del toro de Osborne
EN 1956, la compañía gaditana de bebidas espirituosas Osborne encargó a la agencia Azor un diseño para anunciar su marca de brandi Veterano. El encargado de realizarlo fue el artista Manolo Prieto, y el resultado fue uno de los bocetos más icónicos de la historia de la publicidad en España. Enseguida, el toro de Osborne pasó a ser imagen de la marca, y dos años después se había transformado en valla. Por entonces eran más pequeñas que las que se pueden ver hoy en las carreteras (miden unos 14 metros), estaban fabricadas en madera y llevaban inscripciones en el lomo del animal. La primera se instaló en la N-1 a la altura de Cabanillas de la Sierra, en Madrid, y en unos años llegaron a colocarse 500 ejemplares por las carreteras de casi todo el país. Para 1961 se solicitó que se alejaran de la circulación, por lo que se empezaron a montar en cerros y lomas. Poco a poco fueron reemplazándose por los 95 modelos que existen actualmente, de cuyo mantenimiento se sigue ocupando la bodeguera, aunque su nombre ya no aparezca rotulado. En 1994, Obras Públicas concedió el indulto a estos carteles tras la aprobación de una ley que prohibía la publicidad en las carreteras, y algunos fueron declarados Bien de Interés Cultural. Erigidos en símbolo a veces polémico del paisaje español, también hay toros allende los mares: existen seis en México, uno en Copenhague y, desde este mes de agosto, uno más en Japón, como parte de la muestra de arte al aire libre de Echigo Tsumari.
Qué
El boceto del toro de Osborne
Cuándo se creó
1956
Dónde está
En el Museo de Osborne, en El Puerto de Santa María (Cádiz)
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