El reciclaje del gazpacho
UNA MITAD DEL mundo está compuesta por idiotas, y la otra, por gente lo suficientemente lista para aprovecharse de ello”, dijo Walter Kerr. Ahora mismo, en este preciso momento, esa segunda mitad del mundo está tratando de convencer a la primera de que tome lo que le han puesto en el plato. Nadie sabe quién creó el gazpacho, cuál es su receta “original” ni de dónde viene su nombre, cosa que estimula la imaginación febril de algunos cocineros. El reciclaje del gazpacho en una sopa fría susceptible de contener aguacates, melón, uvas, fresas, mariscos, trozos de tomate enteros o frambuesas pone de manifiesto varios fenómenos que se superponen: cierta aspiración a una “modernidad tradicional” por parte de la sociedad española, la paciencia infinita del cliente promedio de restaurantes en este país, la singularidad del hecho de que vivimos en un mundo en el que cada vez que algo funciona, alguien intenta repararlo. Así nos va.
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