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¿Qué tienen estos calzoncillos que los hacen perfectos para hacerse fotos ante el espejo?

Son de la marca sueca Lazoschmildl, cuestan 55 euros y tienen una serie de características que solo cobran sentido cuando uno se hace un selfie

LAZOSCHMIDL

Lazoschmildl es el nombre de la firma sueca que suma los apellidos de sus dos creadores, el jefe de diseño Josef Lazo y el director creativo Andrés Schmidl. Pero si uno se fija en los últimos eslips que han comercializado no leerá Lazoschmidl, sino Ldimhcsozal. Es el nombre de la marca escrito al revés. ¿Y por qué está al revés? Porque de ese modo, cuando quien los lleve puestos se haga fotos ante el espejo o pose para un selfie, el nombre de la marca se leerá del derecho.

Lazoschmildl se dirige a esos fetichistas de la ropa interior que mueven masas en las redes sociales, donde el desnudo integral no está permitido, pero sí las imágenes de usuarios posando en lencería

Esta característica es la segunda más notable de los calzoncillos creados por estos dos diseñadores que se denominan a sí mismos como queer y reflejan esa característica en todos sus diseños, que ellos mismos han calificado como los de “un gigoló que ha robado ropa del armario de su novia”. La primera característica, como parte de ese deje homoerótico marca de la casa, es un acabado muy especial en la parte delantera del calzoncillo que hace que el bulto parezca más grande. Sí, justamente lo que estás pensando: un caramelo para la vista de tus seguidores.

“Diseñamos para un nuevo ser humano que se define por su mentalidad y su estética, no por su raza, edad o género”, han comentado los diseñadores, que también son pareja desde que se conocieron a través de una plataforma en línea para conocer gente. Los calzoncillos también tienen en la parte trasera una curiosa característica: dos cortes semicirculares en la parte superior que funcionan como una especie de asa, como si el calzoncillo se pudiese agarrar. Un homenaje, tal vez, a ese gesto de una mujer (o un hombre) agarrando a su pareja por la goma de su ropa interior. Y otra muestra de que Lazoschmildl se dirige a esos fetichistas de la ropa interior que mueven masas en las redes sociales, donde el desnudo integral no está permitido, pero sí las imágenes de usuarios posando en lencería.

“Nuestras influencias con Las chicas de oro, Robert Mapplethorpe y cualquier vídeo de Britney Spears”, han declarado. Por ahora, sus osadías estéticas ya han atraído a fotógrafos como Mario Testino y su ilusión es vestir a Harry Styles, un ídolo de masas ya acostumbrado a jugar con cierta androginia en sus estilos. Los calzoncillos Lazoschmidl Logo están a la venta en la web de la marca por 55 euros. Recuerda que, aparte de los calzoncillos, necesitarás un espejo, un teléfono móvil y una cuenta de Instagram para que todo tenga sentido. 

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