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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
CIUDAD SOSTENIBLE

Las ovejas se incorporan a las brigadas de jardinería urbana

Grandes ciudades, de Chicago a Valencia, y conocidas empresas, como Yahoo o Google, se suman al eco-pastoreo para desbrozar sus zonas verdes

Tobias Nordhausen (Flickr Creative Commons)
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¿Espacios urbanos con el césped alto y hierbas por cortar? Algunas grandes ciudades han encontrado en las ovejas una solución, y denominan a esta práctica eco-pastoreo o pastoreo urbano. Que, si bien pareciera un experimento innovador, no deja de ser una vuelta a lo antiguo, a cuando los pastores rotaban a sus animales por diferentes los pastos cercanos al núcleo urbano. Y a los tiempos, previos a la Revolución Industrial, en que agricultura, ganadería y ciudad no eran tres conceptos tan distantes entre sí. Recientemente, las novedosas imágenes de animales pastando en vastos aeropuertos o en parques urbanos, han colocado un nuevo foco de atención sobre esta práctica que se reintroduce en algunas ciudades.

París, en abril de 2013, ya anunció que pondría animales a pastar para cortar el césped de manera experimental. Y comenzaron así, en un terreno baldío de 2.000 kilómetros cuadrados perteneciente al servicio de los Archivos de París. Y con una especie ovina que estuvo a punto de desaparecer en los años setenta pero recuperada gracias a algunos granjeros que las utilizan precisamente para segar. Las ovejas estuvieron un mes, tiempo suficiente para podar toda la hierba. Y después, volvieron a la Granja de París, donde residen hasta que la hierba vuelve a crecer. En este mismo espacio, además, se han instalado varios “hoteles de insectos” para favorecer la polinización de la flora.

Ese mismo año, en agosto, la ciudad norteamericana de Chicago mostraba como un rebaño de cabras, ovejas, llamas y burros se encargaban de realizar la limpieza de 5.000 metros cuadrados de terreno del aeropuerto. Y afirmaban que estos animales podían comer hasta 25 metros cuadrados diarios de vegetación. En San Francisco, las cabras, durante los meses de verano, también fueron sido las jardineras de un área del oeste del aeropuerto que se usa como cortafuego. Cabras y ovejas que se comen los hierbajos, limpiando la vegetación sin el peligro ni contaminación asociadas al uso de la maquinaria habitual, y que en Estados Unidos pueden verse también en Boston, Filadelfia o Victoria (Texas).

Pero no solo las ciudades se han interesado por estas nuevas jardineras. Hace ocho años que las encargadas de la limpieza de los terrenos de las oficinas de Google, en Mountain View (California), son unas 200 cabras que siegan un par de veces al año. E igual sucede con la sede de Yahoo! en Sunnyvale. Amazon por su parte, otro gigante empresarial, ha encontrado en este servicio un nuevo nicho económico, y ha puesto en marcha un alquiler de cabras para llevar a cabo tareas de jardinería a clientes cercanos a las granjas donde viven los animales.

 Y ya en Europa también son cada vez más las ciudades que se suman al eco-pastoreo. En el parque del Palacio de Buckingham londinense o en los Campos Elíseos parisinos hemos podido ver a las ovejas y las cabras sustituyendo, de vez en cuando, a los ruidosos cortacéspedes. La ciudad de Dusseldorf, Alemania, emplea desde hace años a los animales para cortar la hierba en sus parques urbanos. Y Roma, Berlín y Turín, entre otras, prevén apuntarse a esta iniciativa que resulta barata, eficiente y que a la vez que desbroza, garantiza la fertilización natural de las áreas verdes. Así, el Ayuntamiento de Roma, inspirado por la experiencia berlinesa, y con cerca de 44.000 hectáreas verdes, ha anunciado recientemente su intención de crear rebaños de entre 15 y 25 ovejas que, con vallado móvil, y de manera itinerante, vayan limpiando de maleza los parques y jardines.

También en las ciudades españolas, aunque quizá resulte sorprendente, está presente el pastoreo urbano desde hace años. Ya desde principios de los 90, en A Coruña se veían por las calles las “ovejas desbrozadoras", que prestaba y criaba un vecino exclusivamente para el mantenimiento de huertas, jardines y fincas particulares. El Parque Tecnológico de Álava fue también pionero, desde el año 2002, en el uso del eco-pastoreo. Y en la actualidad mantiene un rebaño que supera las 200 cabezas de ganado, las cuales, además, producen la leche con la que se hacen los quesos de Buruaga Arditegia, de denominación de origen Idiazabal. Así, además de evitar el uso de agrotóxicos asociados a la jardinería convencional, fertilizan los suelos de manera natural, y generan productos asociados. En Donosti también las ovejas se han ocupado del mantenimiento de algunos de sus parques el año pasado. Y el Ayuntamiento de Vitoria ha aprobado la licitación de un programa innovador que ofertará a los ganaderos de la provincia tres lotes de parcelas del extrarradio de la ciudad para que realicen la siega de la hierba y puedan aprovecharla como forraje para sus animales. Y suman una superficie de cerca de 200.000 metros cuadrados que, hasta ahora, se segaban una vez al año.

Ahora el eco-pastoreo aterriza en Lugo, Galicia, de la mano del Grupo Municipal Lugonovo que propone la puesta en marcha de un Plan Integral de Pastoreo Urbano, que incluye que el mantenimiento de las zonas verdes municipales sea realizado por cabras, ovejas, caballos e incluso ganado vacuno. Y calculan que, mientras los aperos mecanizados emiten hasta 1.200 kg de Dióxido de Carbono por hectárea, una sola oveja es capaz de secuestrar, de promedio, hasta 70 kg de CO2 en la misma superficie. Y por su parte, el Ayuntamiento de Valencia, en un plan que incorpora el pastoreo urbano, plantea introducir ganadería ovina en el nuevo cauce del Turia y Benimàmet.

Y es que, los usuarios del eco-pastoreo aseguran que, efectivamente, tiene ventajas. Por una parte, reduce el consumo de combustibles fósiles y por otro, abona el terreno de forma natural y ayuda a crear suelos más fértiles. Hay quien dice que un solo animal puede tener cuidados 1.500 metros cuadrados de pasto. Por otro lado, y para reducir el impacto sobre el ahorro en mano de obra, se contratan pastores urbanos que se encarguen de los rebaños, una profesión que hasta ahora ha vivido al margen de la ciudad. Además, hay quien considera que la observación de animales en medios urbanos genera efectos muy positivos en la población.

En el medio rural, desde luego, los animales siempre han sido importantes aliados, entre otras cosas, para para la prevención de incendios y el control de la maleza. Y las ciudades comienzan a planteárselo. ¿Será este el comienzo de nuevas formas de relación entre lo rural y lo urbano?

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