La revolución súperhomosexual
'Deadpool 2' es la primera película del universo Marvel que muestra de manera evidente a un personaje homosexual
Con naturalidad. Así es cómo Deadpool habla de la homosexualidad de su compañera Negasonic. “Estoy sorprendido de que alguien salga contigo”, responde el antihéroe cuando la propia Negasonic presenta de manera explícita a su novia Yukio. Con esta sencilla frase, el universo Marvel rompe el techó de cristal de la homosexualidad. Les ha costado hacerlo.
No debería ser así, pero es complicadísimo encontrar un personaje abiertamente queer en las películas de Marvel. Incluso aunque los personajes originales de los cómics fueran homosexuales, al convertirse en imágenes no se hacía referencia a su sexualidad. Ya pasó en Black Panther. Supuestamente, se grabó una escena en la que había un ligoteo evidente entre Okoye (Danai Gurira) y Ayo (Florence Kasumba). Ambas mujeres forman parte del Dora Milaje, las guerreras que protegían a T’Challa (el álter ego de Pantera Negra). En el cánon (las tramas originales del cómic) ambas mujeres son lesbianas.
En un pase de prensa, Johanna Robinson, periodista de Vanity Fair USA, dijo que había llegado a ver esa escena. Pero nunca apareció en el montaje final. La exclusión de la relación lésbica generó polémica. Cuestionado por este asunto, el guionista del largo, Joe Robert Cole, dijo que no recordaba la escena: “Creo que era muy breve”. “Hubo conversaciones en torno a diferentes tramas y personajes, pero esa relación no era una de las líneas principales”, zanjó. Las declaraciones de Cole daban a entender que la trama lésbica estuvo ahí, pero desapareció. Una oportunidad perdida para Marvel de visibilizar y normalizar la existencia del colectivo LGTBIQ en la que se podría considerar su película más inclusiva.
Quizás tiene algo que ver con que Marvel es propiedad de Disney, que también posee los derechos de Star Wars. En la última entrega de la saga Solo: Una historia de Star Wars, el spin off sobre el contrabandista más sexy de la galaxia, no se hace ninguna referencia explícita a la homosexualidad. Pero Lawrence Kasdan, coguionista de la película, afirmó que Lando Calrissina, interpretado por un genial Donald Glover, es “pansexual”. “¿Cómo no se puede ser pansexual en el espacio? Hay tantos seres con los que tener sexo...”, dijo Glover. La intención es muy bonita, pero nada en las escenas en las que aparece Lando dejan entrever eso. “Me hubiera encantado haber conseguido un personaje explícitamente LGTBIQ en esta película. Sin duda es el momento”, añadió Kasdan cuando le preguntaron por este tema.
Aunque no se atrevan a evidenciarlo en las películas, luego sí se publicita la orientación sexual de esos personajes. Es lo que se denomina queerbaiting (el gancho queer): meter un personaje LGTBIQ —o insinuar que lo es— para atraer al colectivo con más inquietud promocional que reivindicativa. Deadpool se atreve a mostrar estos personajes. Y tal vez tenga relación, solo tal vez, el hecho de que, aunque la franquicia del superhéroe de traje rojo pertenece al universo Marvel, aún no ha caído en manos de Disney (es propiedad de Fox, pero dentro de poco podría entrar en la factoría del ratón). La relación de Disney con la homosexualidad es compleja. Sirva como ejemplo las peticiones para que Elsa, la princesa de Frozen, sea lesbiana en la secuela de la película. O el guiño que hicieron en la versión humana de La bella y la bestia: LeFou, el ayudante de Gastón, es homosexual. No solo apoya en sus vilezas al presuntuoso y zafio guaperas, sino que también le admira y desea. De hecho, al final de la película LeFou aparece bailando con un hombre. La inocente escena (no había besos ni caricias ni evidencias de su orientación) generó revuelo: en Rusia, por ejemplo, hubo peticiones para censurarla.
En general, y a pesar de los avances en la normalización, el cine no se atreve a representar la realidad del colectivo LGTBIQ. La Alianza Gay y Lésbica contra la difamación (GLAAD) es una organización estadounidense “dedicada a promover imágenes veraces y objetivas de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero en los medios de comunicación para eliminar la homofobia y la discriminación basada en la identidad de género y orientación sexual”. Hace poco analizó más de un centenar (109) de películas estrenadas el año pasado por los grandes estudios y concluyó que los personajes LGTBIQ están mermando en las pantallas: 2017 presentó la menor diversidad sexual de los últimos cinco años. Y eso que fue el año de Call me by your name.
GLAAD incidió que en películas de superhéroes como Thor: Ragnarok o Wonder Woman ignoraron sus tramas originales del cómic cuando se trataba de incluir a personajes queer. En la viñetas de Thor hay un personaje bisexual (La Valquiria) y otro gay (Korg) mientras que en el caso de Wonder Woman, la protagonista es bisexual. Por eso, la evidente relación de Negasonic y Yukio en la secuela de Deadpool es importante. De hecho, el propio Deadpool se declara pansexual. Lo evidencia en la película flirteando con otros hombres, aunque en muchos casos provoca risas y guiños humorísticos en la audiencia. No hay que olvidar que los mutantes de los cómics originales de X-Men representaban, entre otras cosas, a las minorías (raciales o sexuales). Por ahora, Deadpool 2 es la única saga de Marvel que parece recordarlo. Que cunda el ejemplo.
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