Pilar Sampietro, Ignacio Somovilla, Jabier Herreros y Jorge Bayo son cuatro mosqueteros que han decidido unir sus talentos de nuevo para dar vida a otro libro luminoso. Y digo otro libro porque hace 5 años ya nos alegraron la vista y la vida a unos cuantos con su precioso volumen El Jardín Escondido, que retrata cómo la naturaleza está volviendo, en forma de jardín y de huerto, a la ciudad de Barcelona a pesar de los pesares.
Sampietro es periodista de RNE especializada en la Vida Verde (nombre de su programa) y Somovilla es un colaborador suyo habitual. Se propusieron ambos mostrar ejemplos, algunos privados, otros colectivos, de pequeños espacios verdes en la ciudad y así quizá animar a otros a seguir el ejemplo y, ¿quién sabe?, a la larga hacer florecer la ciudad como si tal cosa. Se sumaron a su iniciativa quijotesca el experto en horticultura ecológica, Jabier Herreros, para aportar en cada huerto y jardín su sabiduría; y también el pintor Jorge Bayo, quien ilustró algunos rincones con sus acuarelas. Para los autores, este último encarna “su Monet particular”.
Hoy se proponen regalarnos la vista y alegrarnos la vida de nuevo con otro libro, La ciudad comestible. Para poder hacerlo realidad han creado una campaña de crowdfunding en Verkami. En la página de su proyecto leo: “Con diferentes medios de expresión: escritura, periodismo, pintura, fotografía y alquimia explicamos cómo está cambiando la ciudad, cómo esa naturaleza de la que los humanos nos deshicimos hace un siglo ha decidido volver. Este fenómeno tiene un nombre: biofilia”.
La ciudad comestible se dividirá en 12 capítulos, que corresponden a los 12 meses del año, y en cada capítulo se propondrá una experiencia en huertos, calles y jardines comestibles. Los protagonistas principales son los árboles: con su corteza, su fruto o su esencia se pueden hacer galletas, vino, perfume, mermeladas, exfoliante para la piel, infusiones, ungüentos y condimentos para nuestra vida diaria.
Se dieron cuenta de que muchas de las iniciativas para reverdecer la ciudad favorecían necesidades humanas
Esos 12 capítulos muestran experiencias muy diferentes pero todas ellas de conexión con la vida fértil, con la recolección, con acciones que los ciudadanos teníamos olvidadas y que algunos están recuperando. Sembrar, recolectar, descalzarse para pisar la hierba o admirar el esplendor de un árbol en flor son algunas de ellas.
Cuentan en la página del proyecto que el libro tiene su origen en El Jardín Escondido, puesto que al trabajar en ese primer libro se dieron cuenta de que muchas de las iniciativas nacidas para reverdecer la ciudad favorecían en el fondo necesidades humanas, ya sea la búsqueda de una alimentación más saludable y orgánica, ya sea la creación de vínculos vecinales para hacer comunidad en los barrios, en definitiva para mejorar la vida de todos.
Cuando escribo este post faltan 38 días para cerrar el proyecto y han conseguido 1.710 euros (de un objetivo total de 7.000 euros) gracias a la contribución de 41 mecenas. El libro será editado en catalán y en castellano por la Editorial Morsa. Y se publicarán 500 ejemplares en cada lengua.
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