Los bebés no patean para comunicarse: están haciendo ejercicio
Los movimientos que hacen les aportan beneficios similares a los que obtenemos los adultos cuando practicamos algún deporte
Llega a casa de trabajar y decide ponerse un poco de música para relajarse. Ya que está, aprovecha y elige una lista de música clásica porque le han dicho que es bueno durante el embarazo, que ayuda al bebé a estimularse y que quizás responda con algún golpecito. Sentimos decirle que si esto ocurre, no es una respuesta a la música clásica. Tampoco está intentando comunicarse. Solo está haciendo ejercicio.
Lo dicen las conclusiones de un estudio del Imperial College de Londres, publicado en enero por la Royal Society: los fetos patean y se mueven para ejercitar los músculos y formar bien las articulaciones y los huesos. Este tipo de movimientos aportan al bebé beneficios similares a los que obtenemos los adultos cuando practicamos algún deporte: ganar músculo y fortalecer los huesos.
Los bebés empiezan a mover la cabeza en torno a la décima semana de embarazo, las patadas tardan un poco más en llegar. Es entre las semanas 16 y 18 cuando las futuras madres empiezan a sentir los golpes en su tripa y las que más potencia tienen son entre las 20 y 30 semanas. En este periodo tienen una fuerza de 45 newtons, el equivalente a la presión que ejercería sobre el suelo una garrafa de algo más de 4 kilos y medio.
No se comunican. Pero, ¿escuchan?
No cabe duda de que esta explicación es menos emotiva que pensar que el bebé se está comunicando. Pero la realidad es que ni siquiera la ciencia se pone de acuerdo en si es capaz o no de escuchar algo dentro de la tripa.
Algunos estudios, como el llevado a cabo por investigadores del Institut Marqués de ginecología y obstetricia de Barcelona, apuntan a que el feto vive en un ambiente prácticamente insonorizado durante los primeros cuatro meses de gestación. Al parecer, a partir de la semana 16, el bebé empieza a poder escuchar música, aunque solo a través de la vagina y gracias a un prototipo de altavoz diseñado por este equipo de investigadores.
Al nacer, su cerebro indica que recuerdan
Otros, como el de la Universidad de Helsinki que fue publicado en la revista Science en 2013, aseguran que el bebé no solo puede escuchar, sino que también aprende palabras. Para llegar a esta conclusión, el equipo de científicos le dio a distintas madres embarazadas una cinta con una palabra inventada que repetía varias veces y con distintas entonaciones. Los bebés la escucharon una media de 25.000 veces antes de nacer.
Después del parto, los investigadores analizaron lo que ocurría al cerebro cuando el bebé escuchaba la palabra inventada y observaron que la reacción era más fuerte en aquellos que la habían oído más veces durante los nueve meses dentro de sus madres.
"Cuando aprendemos un sonido porque se nos repite con suficiente frecuencia, formamos un recuerdo que se activa cada vez que volvemos a escucharlo", afirma el neurocientífico cognitivo de la Universidad de Helsinki y líder de la investigación, Eino Partanen.
También el doctor Thomas R. Verny, autor de La vida secreta del niño antes de nacer y fundador de la Asociación de Psicología Pre y Perinatal de Norteamérica, explica que a partir del quinto o sexto mes de embarazo el feto puede escuchar y es bueno estimularlos porque les ayuda a mejorar su capacidad de aprendizaje, a dormir mejor y a estar más tranquilos.
Patadas que previenen enfermedades
Así que, aunque sus patadas no sean una respuesta a la música clásica que pone o a aquello que le dice, no deje de hacerlo. Sepa, además, que su bebé se mueva es importante para su futuro. Como apunta el estudio del Imperial College, unas articulaciones bien formadas podrían ayudar a prevenir enfermedades como la osteoartritis.
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